Nos Disparan desde el Campanario… Disonancia cognitiva o la teoría que explica el autoengaño… por Jonathan García-Allen
Descubrimos el concepto de
"disonancia cognitiva" de la mano de Leon Festinger…
Fuente: Psicología y Mente
Link de Origen:
https://psicologiaymente.com/psicologia/disonancia-cognitiva-teoria-autoengano
Es habitual dar por sentado que los
seres humanos, por el hecho de ser capaces de razonar, nos comportamos de una
manera racional; es decir, que nuestras acciones se basan en conclusiones a las
que llegamos a través de maneras lógicas de pensar.
Sin embargo, muchas veces, esos
momentos en los que reflexionamos sobre algo no son más que una fachada, una
excusa superficial que ponemos por encima de una decisión irracional que ya
hemos tomado, aunque no nos demos cuenta de ello.
El psicólogo Leon Festinger propuso
la teoría de la disonancia cognitiva, que explica cómo las personas
intentan mantener la consistencia interna de sus creencias y de las ideas que
han interiorizado.
En este artículo veremos qué es la
disonancia cognitiva según Festinger, y sus implicaciones para nuestras vidas.
¿Qué es la disonancia cognitiva?
El psicólogo social Leon Festinger
sugirió que los individuos tienen una fuerte necesidad de que sus
creencias, actitudes y su conducta sean coherentes entre sí, evitando
contradicciones entre estos elementos. Cuando existe inconsistencia entre
éstas, el conflicto conduce a la falta de armonía de las ideas mantenidas por
la persona, algo que en muchas ocasiones genera malestar.
Esta teoría ha sido ampliamente
estudiada en el campo de la psicología y
puede definirse como la incomodidad, tensión o ansiedad que
experimentan los individuos cuando sus creencias o actitudes entran en
conflicto con lo que hacen. Este displacer puede llevar a un intento de
cambio de la conducta o a defender sus creencias o actitudes (incluso llegando
al autoengaño) para reducir el malestar que producen.
Festinger fue el autor de “Theory
of Cognitive Dissonance" (1957), una obra que revolucionó el campo de
la psicología
social, y que se ha utilizado en distintas en áreas, como la motivación, la
dinámica de grupos, el
estudio del cambio de actitudes y la toma de decisiones.
La relación entre la mentira y la disonancia cognitiva
La relación entre la mentira y
la disonancia cognitiva es uno de los temas que más ha llamado la
atención de los investigadores. El propio Leon Festinger, junto a su colega
James Merrill Carlsmith, realizó un estudio que demostró que la mente de
quienes se autoengañan resuelve la disonancia cognitiva “aceptando la
mentira como una verdad”.
Si bien la disonancia cognitiva puede
ser resuelta de diversas maneras, en muchas ocasiones optamos por "hacer
trampas" para hacer que desaparezca. Eso pasa por manipular nuestras
propias ideas y creencias para hacer que encajen entre sí de manera aparente,
creando la ficción de que la aparición del malestar de la disonancia cognitiva
no tenía razón de ser, en primer lugar. Sin embargo, eso nos vuelve vulnerables
a toparnos una y otra vez con las consecuencias de esa contradicción encubierta
que no hemos resuelto realmente.
El experimento de Festinger y Carlsmith
Ambos diseñaron un experimento para
probar que si tenemos poca motivación extrínseca para
justificar un comportamiento que va en contra de nuestras actitudes o
creencias, tendemos a cambiar de opinión para racionalizar nuestras acciones.
Para ello, pidieron a unos
estudiantes de la Universidad de Standford, divididos en tres grupos, que
realizaran una tarea que evaluaron como muy aburrida. Posteriormente, se le
pidió a los sujetos que mintieran, pues tenían que decirle a un nuevo grupo que
iba a realizar la tarea, que ésta había sido divertida. Al grupo 1 se le dejó
marchar sin decir nada al nuevo grupo, al grupo 2 se le pagó 1 dólar antes de
mentir y al grupo 3 se le pagó 20 dólares.
Una semana más tarde, Festinger llamó
a los sujetos del estudio para preguntarles qué les había parecido la
tarea. El grupo 1 y 3 respondió que la tarea había sido aburrida, mientras
que el grupo 2 respondió que le había parecido divertida. ¿Por qué los miembros
del grupo que habían recibido solamente 1 dólar afirmaban que la tarea había
sido divertida?
Los investigadores concluyeron que la
gente experimenta una disonancia entre las cogniciones en conflicto. Al recibir
sólo 1 dólar, los estudiantes se vieron obligados cambiar su pensamiento,
porque no tenían otra justificación (1 dólar era insuficiente y producía
disonancia cognitiva). Los que habían recibido 20 dólares, sin embargo, tenían
una justificación externa para su comportamiento, y por tanto experimentaron
menos disonancia. Esto parece indicar que si no hay ninguna causa externa que
justifique el comportamiento, es más fácil cambiar de creencias o actitudes.
Aumentar la disonancia cognitiva para pillar a un mentiroso
Otro famoso estudio en esta línea de
investigación lo llevó a cabo Anastasio Ovejero, y concluyó que, respecto
a la mentira, “Es necesario entender que los sujetos por lo general viven
en consonancia cognitiva entre su pensar y actuar y si por algún motivo no
pueden ser congruentes, intentarán no hablar sobre los hechos que generan la
disonancia, evitando así aumentar ésta y buscarán reacomodar sus ideas, valores
y/o principios para así poder autojustificarse, logrado de esta manera que su
conjunto de ideas encajen entre sí y se reduzca la tensión”.
Cuando se presenta la disonancia
cognitiva, además de hacer intentos activos para reducirla, el individuo
suele evitar las situaciones e informaciones que podrían causarle malestar.
Un ejemplo sobre el uso de la
disonancia cognitiva para detectar a un mentiroso
Una de las maneras de pillar a un
mentiroso es provocando un aumento de la disonancia cognitiva, para de esta
manera detectar las señales que le delaten. Por ejemplo, un individuo llamado
Carlos, que llevaba dos años sin trabajo, empieza a trabajar como comercial
para una compañía eléctrica. Carlos es una persona honesta y con valores,
pero no tiene más remedio que llevar dinero a casa a final de mes.
Cuando Carlos acude a visitar a sus
clientes, tiene que venderles un producto que sabe que a la larga acarreará una
pérdida de dinero para el comprador, por lo que esto entra en conflicto con sus
creencias y valores, provocándole la disonancia cognitiva. Carlos tendrá
que justificarse internamente y generar nuevas ideas dirigidas a reducir el
malestar que puede sentir.
El cliente, por su parte, podría
observar una serie señales contradictorias si presiona lo suficiente a Carlos
para lograr que aumente la disonancia cognitiva, pues esta situación tendría un
efecto en sus gestos, su tono de voz o sus afirmaciones. En palabras del propio
Festinger, “Las personas nos sentimos incómodas cuando mantenemos
simultáneamente creencias contradictorias o cuando nuestras creencias no están
en armonía con lo que hacemos".
La psicóloga, autora del libro “Emociones
expresadas, emociones superadas”, agrega que debido a la disonancia
cognitiva, “El malestar viene acompañado generalmente por sentimientos de
culpa, enfado, frustración o vergüenza”.
El clásico ejemplo de los fumadores
Un ejemplo clásico cuando se habla de
la disonancia cognitiva es el de los fumadores.
Todos sabemos que fumar puede provocar cáncer, problemas respiratorios, fatiga
crónica e, incluso, la muerte. Pero, ¿por qué la gente, sabiendo todos
estos efectos perniciosos que causa el humo, todavía fuma?
Saber que fumar es tan perjudicial
para la salud pero continuar fumando, produce un estado de disonancia entre dos
cogniciones: “debo estar sano” y “fumar perjudica mi salud”.
Pero en vez de dejar el tabaco o sentirse mal porque fuman, los fumadores
pueden buscar autojustificaciones como “de qué sirve vivir mucho si no se
puede disfrutar de la vida”.
Este ejemplo muestra que a menudo
reducimos la disonancia cognitiva distorsionando la información que recibimos.
Si somos fumadores, no prestamos tanta atención a las pruebas sobre la
relación tabaco-cáncer. Las personas no quieren oír cosas que les pongan
en conflicto con sus más profundas creencias y deseos, a pesar de que en el
mismo paquete de tabaco haya una advertencia sobre la seriedad del tema.
La infidelidad y la disonancia cognitiva
Otro ejemplo claro de la disonancia
cognitiva es lo que le ocurre a una persona que ha sido infiel. La mayoría de
individuos afirman que no serían infieles y saben que no les gustaría sufrirlo
en sus carnes, aun y así, en muchas ocasiones, pueden llegar a serlo. Al
cometer el acto de infidelidad suelen
justificarse diciéndose a sí mismos que la culpa es del otro miembro de la
pareja (ya no le trata igual, pasa más tiempo con sus amigos, etc.), pues
soportar el peso de haber sido infiel (pensando que la infidelidad es de malas
personas) puede causar mucho sufrimiento.
De hecho, después de un tiempo, la
disonancia cognitiva puede llegar a empeorar, y ver constantemente a su pareja
puede obligarle a confesar, pues cada vez puede llegar a sentirse peor. La
lucha interna puede llegar a ser tan desesperante que los intentos de
justificarse ante esta situación pueden causar serios problemas de salud
emocional. La disonancia cognitiva, en estos casos, puede afectar a
distintas áreas de la vida, como pueden ser el trabajo, las amistades en común,
etc. Confesar puede llegar a ser la única manera de librarse del
sufrimiento.
Cuando ocurre la disonancia cognitiva
debido a una infidelidad, el sujeto se ve motivado a reducirla, pues le produce
un enorme malestar o ansiedad. Pero cuando por distintos motivos, no es posible
cambiar la situación (por ejemplo al no poder actuar sobre el pasado), entonces
el individuo tratará de cambiar sus cogniciones o la valoración de lo que ha
hecho. El problema surge porque al convivir con esa persona (su pareja) y verla
diariamente, el sentimiento de culpa puede acabar por “matarle por dentro”.
Referencias bibliográficas
Beasley, R.K.; Joslyn, M.R. (2001).
Cognitive Dissonance and Post-Decision Attitude Change in Six Presidential
Elections. Political Psychology. 22(3): pp. 521 - 540.
Chen, M. Keith; Risen, Jane L.
(2010). "How choice affects and reflects preferences: Revisiting the
free-choice paradigm". Journal of Personality and Social Psychology. 99
(4): pp. 573 - 594.
Festinger, L. (1962). Cognitive
Dissonance. Scientific American. 207(4): pp. 93 - 106.
Matlin, M. (2009). Cognition.
Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc.
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Jonathan García-Allen. (2015, octubre
17).
Disonancia cognitiva: la teoría que
explica el autoengaño. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/disonancia-cognitiva-teoria-autoengano
Jonathan
García-Allen (Reus,
1983) es Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona, y cuenta con
distintas especialidades. Ha cursado varios posgrados, entre los que destacan
el de Gestión de Recursos Humanos por la Universitat Rovira i Virgili, el
postgrado en Psicología del Deporte por la UNED y el de Mindfulness e
Inteligencia Emocional por la Universidad de Málaga. Experto universitario en
Coaching por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Es fundador y Director de comunicación de la web Psicología y Mente, la
mayor comunidad en el ámbito de la psicología y las neurociencias.
También ha participado en distintos proyectos: Psicólogo en Meyo App;
creador, Director técnico y formador en el Star Camp de la cadena hotelera
Iberostar, un programa de animación infantil y juvenil basado en las
Inteligencias Múltiples, el Teambuilding y la Educación en valores; y en la
actualidad es profesor de Coaching Educativo en la Universidad Libertadores
(Colombia).
Autor de dos libros de divulgación científica:
·
«Psicológicamente hablando: un recorrido por las maravillas de la
mente», de Ediciones Paidós.
·
«¿Qué es la
inteligencia? Del CI a las inteligencias múltiples», de la colección
Neurociencia & Psicología de El País y con la editorial EMSE EDAPP.
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