Nos Disparan desde el Campanario... Es la derecha, estúpido... por Gustavo Marcelo Sala




Muy propio de un Psicópata. La locura y el daño maridando. Recuerdo a Macri cuando afirmó que de enojarse nos podía hacer mucho daño, pues es lo que hizo con una deuda que nos perseguirá por décadas. Este tipo de personas como Macri, Bullrich o Milei y sus adláteres, en caso de llegar al límite no renunciarían, no se apartarían, insistirían, porque su satisfacción es lastimar, es su goce. Es justamente lo que el gobierno está haciendo desde que asumió ya que se lo observa claramente como un conjunto de personas alienadas al frente de un grupo que lo alimenta por conveniencia. Como afirmé hace pocos días no se puede seguir aguardando y que sigan matando, no existe conciencia en el salvaje, es imposible que el caníbal aplaque su gula, adolece de remordimiento, su psicopatía se potencia cuando el olor a sangre y a carne humana lo tiene al alcance de sus sentidos…

Ahora bien, si yo fuera de derechas, honestamente de derechas, me cuestionaría profundamente por qué mi arco ideológico es incapaz de construir una propuesta política liberal prescindiendo de mafiosos y psicópatas como Macri o Milei, Bullrich o Sturzenegger, entre tantos, como sucede en muchos países a lo largo y a lo ancho del planeta de fuerte raigambre capitalista, mandatarios formados que sin abandonar sus ideas liberales nunca extremaron sus discursos ni sus políticas fronteras adentro, porque entendieron perfectamente que la paz social interna está por encima de sus apetencias clasistas.
Acaso tan pobre estatura dirigencial sea la consecuencia de una cierta encarnadura sanguinaria que dicha ideología ha mantenido incólume durante nuestra historia desde los albores de la Patria. Con la excepción de algunos integrantes de la generación del 37 del siglo XIX, por caso Juan B. Alberdi o LucianoTorrent intelectuales fundamentales en la redacción de la Constitución de 1853, o Roque Sáenz Peña y Marcelo T, de Alvear a comienzos del siglo XX y a finales de éste pensadores de la talla de Pablo González Bergé, nuestros intelectuales liberales siempre estuvieron asociados a procesos criminales, dictaduras y hasta genocidios, encontrando en esas fórmulas la síntesis política para poner en práctica sus programas. Debido a esto no me parece casual esa inercia caníbal que exhibe el dirigente liberal del presente porque sus más grandes éxitos políticos y económicos los obtuvieron a costa de la sangre del pueblo profundo. Por eso cuando se habla de civilización o barbarie, en los términos eurocéntricos planteados por Sarmiento en El Facundo hay mucho por deconstruir para entender cabalmente a qué se refería el autor y a partir de allí cuáles políticas de exterminio aplicó el espectro liberal a caballo de dicho paradigma, matanzas que incluyeron a pueblos originarios, persecuciones a los nómades de las llanuras, a los gauchos, a los inmigrantes y a los trabajadores, y ya más cerca de nuestros días a todo aquel movimiento de masas que represente los intereses de los sectores populares.
Es claro que para octubre y viendo los resultados de la Provincia de Buenos Aires la derecha se reagrupará, incluso con el amparo de gobernadores que hoy se exhiben dubitativos y críticos para con el ejecutivo nacional luego de haberle dado todas las armas y herramientas letales a Milei para hacer el daño que está imponiéndole a la sociedad. Fogonear el sentimiento antiperonista pero sobre todo antikirchnerista será la estrategia que va a utilizar el establishment desde todos sus flancos, nada novedosa, empero muchas veces efectiva. Estimo que el poder real no va a dejar gracilmente que Milei sucumba, este modelo le es enormemente beneficioso a sus intereses, de manera que no declinará en su intención que se mantenga.
Observo demasiada confianza dentro del campo nacional y popular en tanto el nefasto futuro de Milei y su gobierno, guardo mis prevenciones al respecto, hace años que dejé de considerar sabias y humanistas a las decisiones colectivas de nuestros conciudadanos, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de colectoras ejecutivas que tiene el oficialismo gobernando en la mayoría de las provincias, gobernadores, senadores y diputados que hasta ahora no han tenido empacho alguno para traicionar con extrema crueldad el mandato que las urnas les otorgaron, y que para colmo no han recibido ni el reproche ni el debido escarmiento de sus votantes.


* Gustavo Marcelo Sala. Editor

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