Por un ratito fuimos un País, luego de la segunda década infame y el desastre dejado por La Alianza fuimos una Nación humana, múltiple en derechos, soberana, inclusiva, con movilidad social ascendente, con un incipiente desarrollo industrial, cultural, tecnológico y científico, duró apenas doce años, hasta que el poder real, el cual también creció a destajo, decidió que los tiempos de la humanización, la equidad y la distribución habían terminado. Y a partir de diciembre del 2015 se inicia un violento proceso de transferencia de recursos desde los sectores populares hacia los sectores concentrados.
Pero es necesario destacar, y bueno es admitir, que este proceso que ya lleva una década no pudo haberse desarrollado sin la inestimable colaboración de amplios sectores progresistas y peronistas, de la pequeña burguesía cacerolera que logró en esos años superar sus expectativas y desde luego el subsumiso sindicalismo, que hoy ven encendidas sus alarmas habida cuenta de un presente político que parece no tener fin en su cruenta perversión.
No soy quien para absolver o condenar pero me reservo el derecho a la memoria, la cual no es selectiva, pues responde a hechos concretos, evidencias documentadas sobre el accionar que muchos de los horrorizados de hoy no vieron cuando las advertencias fueron disparadas en tiempo y forma.
Lo visto y oído en la Rural es una página más dentro de este interminable documental dirigido por Miguel Aníbal Pérez basado en una idea de Enrique Vanoli y guiones de Luis Gregorich y María Elena Walsh titulada La República Perdida, el eterno retorno, la persistente imbecilidad colectiva de pisar las misma huellas, el ignorar las recomendaciones de nuestros mártires, el no respetar el calvario del urgido.
Hace unos días escuchaba a un analista progresista, luego de ponderar algunas políticas de esos 12 años, afirmar al mismo tiempo que Cristina Fernández había desperdiciado una oportunidad histórica. Un sofisma que permite la exoneración de responsabilidades que les caben a los mencionados pues los que nos perdimos la oportunidad histórica fuimos nosotros como sociedad, como pueblo, al escoger un modelo que está en las antípodas de aquel so color de pretextos inducidos por un establishment que necesita momentáneamente y hasta su extinción de un pueblo empobrecido y pauperizado para aderezar su gula caníbal.
Coincido, pero en otro sentido, con varios operadores del actual gobierno cuando sentencian que muchos "no la vieron", y dentro de esos muchos están los que se hicieron los boludos, los que conspiraron, los que internamente, enceguecidos por destruir a Cristina, destruyeron al pueblo profundo entregando nuestros sacrificios y heridas a los saqueadores de turno. Los que la vimos no tenemos que quitar ni una coma a lo escrito en su momento, porque se trata de un derrotero predeterminado, casi inexorable, un destino que nos tiene reservado para sí el dolor de un País, que como bien definió Marechal, no reconoce su nombre.
Por favor no deseche mi comentario x el hecho de que la mayoría de casi todos los opinantes repiten lo contrario, incluso CFK. Pero creo que debemos reconsiderar el gobierno del FdT, simplemente pensemos como estuvimos ls jubilads, x remedios casi si no todos al 100%, cuando hoy es un ítem q se lleva 1/3 o mas de la escuálida mínima de +,-, 300mil... ídem las arcas de la ANSES, hoy creo q devastada por los fachos saqueadores bajo el ojo maligno tanto de macri como stuz o caput. Pero ademas superamos mejor q muchos países el covid, donde no guardamos las imágenes con los colores de otros y de sus cantidades de muertes, pero aquí se protestaba x los barbijos, tmb sufrimos el efecto de la sequía y la pulseada dueños vs empleados = inflación, aunque la de ahora es lejos peor x venir de la brutal devaluación de dic. 2023. En resumen, tampoco fue tan malo el 2019/2023. Tmb ahí nos estamos tiroteando los pies, incluso mi tan querida CFK.
ResponderEliminarSi claro, coincido. Más allá de ciertas indecisiones y errores, al FdT le tocó lidiar con condiciones extremas. Pero en la crónica deseo hacer hincapíe en el quiebre del propio espacio nacional y popular, cosa que produjo el FR en el 2013 debilitando los dos últimos años de Cristina, participando incluso en aquellas famosas marchas opositoras organizadas por los medios hegemónicos, siendo actor fundamental en la pérdida de la provinica de Bs. As en el 2015 candidateando a Felipe Solá limándole alrededor de 15% al FPV sirviéndole en bandeja el distrito a Cambiemos. Sin olvidar la cipaya militancia de la CGT a favor del macrismo. A esto debemos añadir en el 2017 la actitud del llamado por entonces Randazzismo, colectora que bien sirvió para la derrota de Unidad Ciudadana y la consecuente pérdida de un senador. Desde luego Deuda, Covid, Guerra y Sequía, son atenuantes para analizar, y aunque resulte contrafáctico uno puede imaginarse sin equivocarse demasiado qué hubiera sucedido en el País en manos de Cambiemos o LLA.
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