Nos Disparan desde el Campanario Dorrego y la tristeza como herramienta de dominación política… Por Favio Camargo

 



 


¿Se imaginan que un docente candidato a consejero escolar suplente dijera que sus diseños curriculares los arma bajo influencia de un labrador naranja llamado Lagomarsino?

Que “rredepente” le puede ordenar: poné a Ernesto Palacio y a José María Rosa, cherasno, que el olor a fritanga mitrista que tiene la unidad tres llega hasta la esquina.

No te olvidés de Jauretche y Scalabrini….

En mi condición de docente ambulante de Humanidades, específicamente de Historia, pero a veces de otras materias que me habilita la oblea, he vagado un poco por los distritos de Monte Hermoso, Tres Arroyos y Dorrego.

Tres Arroyos es una ciudad grande pero con ritmo de pueblo. Hay grandes bibliotecas y un museo muy lindo. Los teatros, el cine y los diversos centros culturales funcionan y le dan a la ciudad un movimiento interesante que ofrece siempre algo para hacer.

Pude trabajar en la Escuela Secundaria 7, que es un edificio nuevo en parte y en parte reacondicionado porque si mal no recuerdo me contaron que hace unos años sufrió un incendio.

La escuela dispone de una biblioteca muy linda y de un salón de actos a la “antigua” con piso de granito y escenario de tablas. La especialidad de la escuela es Teatro.

Fueron las primeras horas que tuve después de salir del hospital por tercera vez.

Aunque una de las primeras cosas que hice luego de salir del hospital por tercera vez fue irme a la playa y a visitar a mi madrina Mónica a Monte Hermoso.

Pesando 52 kilos con ropa, mis capacidades de vagar se veían limitadas a unas pocas cuadras.

La decisión de rajarme de Dorrego ya está tomada desde hace varios años.


No estaba muy claro a donde. Hasta que me vi reflejado en un niño de más o menos cinco años leyendo “Tintín” sentado en un banco cerca de la librería. Era una de mis lecturas preferidas con esa misma edad.

Es acá, me dije. Pero me faltaba lo más complicado, conseguir un primer trabajo.

Este año luego de varios concursos en los que siempre quedaba segundo o tercero, pude ganar uno y cubrir una suplencia. Lo que más me impresionó fue la biblioteca de la escuela y el hecho de que los alumnos tuvieran a su disposición una radio, era como el mundo de la universidad, pero en miniatura.

También el hecho de que no me pusieran obstáculos a mis proyectos, como hacer cerámica en un stand de feria de ciencias cuando hubiera, acostumbrado a un lugar donde todo es “no”.



José María Rosa, obras completas, una radio propia. Como en la Universidad, que disponemos de una radio AM propia, que se consiguió con la ley de medios durante el mandato de Cristina. Durante esa campaña por la ley de medios la universidad organizó charlas con distintas personalidades y en una de ellas  pude conocer a Victor Hugo Morales, alguien a quien admiro mucho.

100 km, más o menos, separan a Tres Arroyos del escritorio donde estoy garabateando esta nota. 40 kilometros lo separan de Monte Hermoso, esperemos que esta cuestión pueda ser solucionada a la brevedad.

El lugar donde se encuentra este escritorio entristece, enferma.

Solo salía en las noticias cuando el Estado se ocupaba de sus habitantes mas desfavorecidos y se descubrían casos de mano de obra rural en condiciones de esclavitud infrahumanas.

Aquí no hay murales en las esquinas. Fueron “blanqueados”. Todo es gris.

 Tampoco disponemos de cines o teatros funcionando con regularidad. Museo hay pero no hay. ¿Archivos o bibliotecas? Menos. Lo hemos comentado en notas anteriores.

Pequeñas anécdotas siempre desarrolladas en el ámbito escolar van a ilustrar el paisaje o realidad social que pretendo describir.

Hace unos años atrás mientras me desempeñaba como docente de primer año, un grupo de alumnos quería organizar una juntada de banditas de música de personas de su misma edad, doce o trece años, querían tocar en el vivero parque.

Con la maligna inutilidad que es típica en el radicalismo dorreguense fueron todos obstáculos para que no se haga nada.

Querían que nos hiciéramos cargo de baños, seguridad, escenario y derechos en Sadaic. Eran niños.....como mucho podían juntarse cien personas sin contar a las familias….no era la despedida de los Ramones o Van Halen.

Eso sí, el municipio no tuvo problemas para cortar la avenida Roca con un carretón playo cuando Dientito De Angelis tocó en vivo en la plaza.

Partiendo de que el intendente del momento nunca contestó el pedido de audiencia que hice para comentarle que era lo que pensábamos hacer.

No nos facilitaban ni la electricidad…. me acuerdo  la frustración que me dio tener que explicarles a estos alumnos que estaban tan ilusionados que no podía hacerse nada. A partir de ese momento nunca más me postulé a una hora en Dorrego, enferma de tristeza. No lo soporto.

Me vino esto a la memoria porque hace unos días me crucé con una persona en un almacén y como sabe que soy docente me preguntó si podía ayudarle a conseguir un piano o algo parecido.

Le comenté que yo golpeo la puerta porque aunque juego con una guitarra, no puedo tocar ni el timbre…que en la escuela de Arte de Tres Arroyos enseñaba Historia del Mundo Contemporáneo..

Pero…Vos sos el docente más raro que conozco, seguro sabés algo. Me contestó.

En el municipio dorreguense le habían ofrecido una guitarra berreta de casa de electrodomésticos y cero ayuda para pagar clases de música.

¿Y si por amarretear dos monedas el país se pierde a alguien con talento de verdad?

¿Frustrar las capacidades de una persona con por diez boletas de ABL?

Le sugerí acercarse a Monte Hermoso, donde se que hay una escuela orquesta de niños que tocan música clásica y le pasé la dirección de una casa de instrumentos en Bahía que sé que son buenas personas.

Mañas heredadas de la dictadura a la cual el radicalismo fue tan servil.  En Dorrego le temen a cualquier cosa que no puedan manipular o de la que no puedan sacar provecho. Le temen a la gente feliz.

Tal vez a tono con el payaso sádico de la rosada, al que militaron puerta a puerta hace unos meses, disfrutan con la tristeza de los demás.

No hay que confiarse de la sensibilidad social de estos personajes, que aparece por dos meses cada dos años, cual fenómeno astronómico extraño, es tan creíble como un episodio de “la corte del pueblo” o auto-robo ochentoso.

Con la perspectiva de un ciclista que intenta capear la nismeada, mientras surfea entre un doping de pervitín y los baches del bulevar de la criptopapada (antiguamente calle Aranda) puede ver a veteranos del pico de inutilidad alfonsinista del 89 y del derrumbe del infame desgobierno de la alianza en el 2001 preparando el espiante del circo del payaso Rivotril antes de que la carpa se derrumbe.

¿Arteche está en Manila?

¿Estamos abriendo una sucursal en Nueva York?

¿Corriendo por izquierda tan tarde?

Somos pocos y nos conocemos mucho.-

 

 

 

 

 


Comentarios

  1. Favio, si queres que la gente de Dorrego te lea usa otro medio. Usa las páginas locales o regionales. Al dorreguense no le interesa lo que publica Sala. Nunca le interesó, menos ahora que no vive acá. En este medio tus argumentos se pierden. De onda te lo digo.

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    1. Su verdad es inescrutable. Yo lo sé mejor que nadie. De todos modos observo en su relato una cierta dosis de satisfactorio cinismo. Lo que me llama la atención es que haga su comentario anónimamente en este espacio y no se lo haga a Camargo directamente en su usuario de face.

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    2. Me interesa mas que se sepa afuera lo que pasa acá, ya que Dorrego dispone de un periodismo en su mayoría pautero y cobardón que se ocupa de ocultar la realidad local.
      ¿Sabés lo que es estar de vacaciones en el Penna y que un médico te pregunte por qué tantos niños intentan suicidarse en dorrego?
      Ya que mi nota está firmada me gustaría que los comentarios también lo estuvieran, de lo contrario, valen lo mismo que un austral o una criptopapada.
      Escribo en esta página porque aprecio y respeto a Sala y a los demás compañeros y compañeras que participan en ella.

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  2. Sr. Sala. No quise faltarle el respeto y conozco las ganas que le pone. Yo lo sigo y me interesan la mayoría de los artículos que cuelga. Pero la única verdad es la realidad.

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