Como se viene advirtiendo desde hace
bastante tiempo, esta etapa imperialista hegemónica del capitalismo salvaje,
rompiendo todas las normas <por si todavía no fuera obvio> los códigos,
las alianzas, la política internacional y sus instituciones, y mostrando aún
más crudamente la genética absolutista brutal en su intento de resistir una
nueva conformación global multipolar, todos los días nos sorprende con un nuevo
capítulo.
A partir de la segunda Guerra Mundial
y la repartija entre las potencias emergentes, el “negocio” de EE.UU. fue
tercerizar su producción industrial a los países pobres, pagar monedas por ello
y vivir de especulación financiera. Embarcarse en cuanta guerra pudiera generar
por sí para el control global, destruyendo países y regiones enteras,
robusteciendo el aparato militar más potente del mundo y condicionando a través
de golpes de estado, por un lado, <confesado por el republicano sobrino
de John Kennedy, miembro del staff de Trump> y el sometimiento al FMI por el
otro, de países subdesarrollados y dependientes. Mientras tanto, China desde la
revolución cultural de Mao Tse Tung en adelante, pasó de ser una nación
sobrepoblada y pobre, con muy bajos niveles de calidad de vida, a la gran primera
potencia industrial y comercial que hoy exhibe, sin haber participado en
ninguna guerra de expansión y conquista. Una sólida cultura de más de cinco mil
años contra los mercachifles avarientos de una sociedad consumista de dinero,
violencia, odio y drogas.
La desesperación norteamericana en
recuperar la carrera del terreno perdido, y su imposible perspectiva, hace que
desenmascare toda su furia criminal y vandálica sin reparar ni en amigos, que
no los tiene -sólo intereses- ni en enemigos. Cuando logró sus intereses
eliminó a “sus amigos” <Noriega, Juan O. Hernández, Saddam Husseim, Bin
Laden y los talibanes, etc.etc…>
Hoy el trump-oso en un ataque de impotencia paranoica amenaza a sus propios vecinos con arrebatarles parte de sus territorios Canadá, Méjico, Groenlandia, Panamá … sometiéndolos también a guerras arancelarias y anti migratorias. Otro tanto, a los propios socios europeos, aumentando los aranceles comerciales hasta casi bloquearlos y convertirlos en enemigos. Tal como hace con sus enemigos verdaderos, Venezuela, Irán, Rusia con centenas de “sanciones”, ahora también contra Brasil extorsionándolo con acusaciones penales individuales a funcionarios y jueces que condenan a su “amigo” Bolsonaro, como autor del golpe de estado y ataque al parlamento, tal como lo hizo impune el propio pato Donald con su propia fuerza de choque. Idéntica represalia y sanciones contra los fiscales de la Corte Penal Internacional por acusar y dictar orden de detención contra al sionista Netanyaju, en plena ejecución de un monstruoso genocidio contra el pueblo Palestino. La violencia patoteril del “pesado del barrio” la ejerce desde hace 66 años con la República de Cuba, “la guerra de los SESENTA Y SEIS AÑOS” contra el pequeño vecino de 90 millas de sus costas, que lo derrotó humillantemente, que resiste con gran sacrificio pero aún con mayor voluntad política, determinación e infinita dignidad.
Por todo ello, no puede sorprendernos
que el gobierno que nos USA nos envie un individuo que pretenda dirigir
directamente todas nuestras decisiones nacionales. Por cierto, aunque resulta
repulsivo e intolerable, hace mucho lo viene haciendo. En estas mismas páginas,
hace unos años repudiábamos el envió de otro virrey, un tal Stanley –forzando
nuestra soberanía que defendemos como Puerto Argentino- cuyas primeras palabras
fueron tan ofensivas que venía para “ordenar y mejorar al poder judicial”. Pese
a lo inaudito, repudiable e inaceptable de ese bando de desembarco, casi nada
ocurrió, sólo el airado y furioso reclamo de los que no queremos ser esclavos
ni súbditos de ninguna potencia exterior. El mister se ocupó de entablar
directrices con la Suprema Corte y Confección, seguramente apurando los
negocios y las empresas que tanto le interesan al imperio y sacar del medio a
todos y todas las que se ponen en su camino, básicamente entre otres, a
Cristina Fernández de Kirchner. A los más dispuestos y amigables del comodoro
Py Py les regaló cursos de adoctrinamiento en el país de la libertad, para
“arreglar la justicia?”, con todo pago, a cuenta de los “valiosos y
patrióticos” servicios prestados y a prestarse. Y tampoco nada pasó …
Ahora con ambos amigos de la Casa
Blanca cada día más Negra -ya instalados en sus trincheras- el amigo de Epstein
le manda al amigo de Elsztain “un embajador” “Lamelas”, desconociendo si eso no
es un alias que tiene algun mensaje encriptado, definitivamente humillante para
el orgullo nacional, con un pliego de condiciones para ser ejecutado por el
grupo de tareas a cargo del poder ejecutivo (inter) nacional, en suelo
argentino.
A diferencia del asombro de las
mayorías y del fingido suspiro de indignación y patrioterismo amarillento de
operadores mediáticos por el contenido de la pretensión monárquica imperial, me
asombró también el apellido de este verborrágico mediocre cowboy anti-
diplomático, enviado a la colonia del sur “a poner orden”, el mister “Lamelas”.
No puedo imaginar si los pícaros
yanquis rebautizan a sus emisarios de Wall Street con nombres de guerra o de
fantasía, o directamente los buscan y eligen ad hoc justamente por esas
caricaturas, independientemente de algún mérito, cualidad o capacidad
supletoria, que francamente no parece tener. Además de puerto Stanley, en una
de las épocas de mayor tirantez con los amos del norte, 2006/2009, nos mandaron
a mister Wayne, homónimo del cowboy misógino, racista y violento de pistolas en
la cintura, amigo del mister Ronald Reegan, para asustar o envalentonar a los
pibes en la sala de cine barrial, cuando no existía el internet.
También me sorprendió el bajo
concepto y la subestimación sobre Argentina y su pueblo de nuestros
sentimientos patrióticos, que tiene “el país de la libertad”, porque si bien es
un secreto a voces su histórico deseo e interés imperial sobre nuestro país,
tengan la desfachatez e impunidad para expresarlo tan brutal y abiertamente.
Enviar a un delegado del Capitolio que venga a corregir nuestro sistema
constitucional de 23 provincias, dar instrucciones y controlar a los
gobernadores, dirigir con quien podemos o nó negociar o tener relaciones
exteriores, o decirnos, como ya lo hizo la generala del comando sur, que
quieren nuestros recursos naturales, el litio, el petróleo, el gas, el oro y el
uranio, y el agua dulce. Que sancionará a nuestro principal comprador y a
quienes negocien con ellos. Que nuestro territorio es estratégico para sus
planes de dominio y expansión. Que somos sus enemigos los peronistas con todos
los sectores de izquierda a quienes hay que neutralizar… y que debemos votar al
gobierno de mierdei. Todo lo cual -en otro contexto y con otra relación de
fuerzas- podría perfectamente ameritar una declaración de guerra, el
rompimiento de las relaciones diplomáticas, o mínimamente la declaración de
persona “no grata” lo que enérgicamente apoyamos con el rechazo innegociable del
placet del cowboy Lamelas, que no casualmente al revés se puede leer SALE MAL…
El mister, antes de llegar y ser
aceptado como “embajador” ya se incorporó a la vida interna y a la campaña
electoral nacional, lo que está fulminantemente condenado por la Convención de
Viena y resulta definitivo para su expulsión, pero justo es reconocer que
también nos ha ayudado a los sectores del campo nacional y popular y a las
izquierdas con todas sus variantes, en particular al peronismo, para seguir
confrontando con el modelo liberticida , saqueador y cipayo, y despertar a
algunas franjas de nuestro Pueblo que se encuentran desolados, excépticos y
abrumados por tanto discurso basura y dar la batalla para ganar las próximas
elecciones.
Desempolvamos la consigna de épocas
de gran avance liberador “Yanquis go home” , aunque nos gusta más nuestro
lenguaje popular de “Andá pa ´ayá bobo..” buscá por otro lado quien quiera
lamerlas, acá hay un Pueblo que lucha por Patria Sí, colonia no.
Eduardo Schiel
Excelente encuadre de los antecedentes y análisis muv acertado del Imperialismo y el grado de sometimiento a los pueblos
ResponderEliminarLiberación o dependencia sigue siendo la verdadera grieta sobre la que aún luego de más de 200 años seguimos pujando.
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