De dónde sale este título tan
delirante, se preguntará el público lector ya medio acostumbrado a mis locuras…
Se “inspira” en “Los delirios del mariscal”, imponente obra de “Crucis” y en un
neologismo de mi humilde autoría: “majulear”.
Majulear es mentir descaradamente en
cámara para llamar la atención por medio punto de rating. En realidad la nota
de este mes iba a ser otra mucho más seria, en la que vengo trabajando desde
hace unos meses, pero una gota puede rebalsar un vaso…
Es pública mi condición de docente de
Humanidades en donde la Historia es la disciplina dominante, además de
continuar profundizando mis estudios universitarios. Por lo tanto una de las últimas
majuleadas del lamentable personaje fue la gota antes mencionada.
Bastante incomodo, el personaje
carajea a sus entrevistadores preguntando:
-
¿Y de que trabajaba Kiciloff antes de ser funcionario?
-
Era docente universitario –
le contesta la periodista-
-
Meh…siempre empleado público
– majulea con desprecio el ferretero medieval.
Pero esta no fue la primera ni la última.
Por alguna especie de interés antropológico sigo algunas de sus apariciones en la
tv y en las redes, y son periódicos sus infames arrebatos de pelotudez, o dicho
de forma más académica, múltiples han sido las oportunidades en las que ha
mentido de forma alevosa por diez segundos de cámara en una época en la que la
información para desmentirlo está disponible en dos minutos. Por caso, es
bastante evidente la incomodidad que siente frente a la ampliación de derechos
para las parejas homosexuales. Hace unos días fue capaz de organizar un
famélico acto, justamente el mismo día en la que se desarrolló la marcha por
los derechos de las diversidades. Ante la consulta y acorralado majuleó
vehementemente.
El peronismo fue siempre inclusivo con los putos…porque el
gay es gorila…pero el puto…es peronista. Y no frenó ahí, siguió a todo vapor. Por
medio punto de rating y tratando de imponer una falsa autoridad ante muchachas
de poco más o poco menos de 30 años dijo – Pero
si los “Putos peronistas” fueron a Ezeiza a buscar al general. A menos que
los Putos peronistas dispusieran de la máquina del tiempo lo veo difícil… La
organización fue creada en 2007 y “Ezeiza” fue el 20 de junio de 1973. Quienes sí fueron a Ezeiza fueron los
militantes del FLH (Frente de Liberación Homosexual) y fueron insultados tanto
por la izquierda como por la derecha del “movimiento”.
Pero dejemos de lado por un momento esas
mentiras lanzadas por cinco minutos de aire y vayamos a algo que al menos a mí,
como interesado por la Historia, me resulta preocupante, pues estimo que de
darse determinadas circunstancias y dada la tendencia a repetir errores que
tenemos como pueblo, puede volverse algo muy peligroso. Vayamos al punto:
Que el peronismo, como movimiento,
tiene la democracia interna de un emirato es algo que no escapa a nadie que
haya intentado participar activamente dentro de sus filas. Que desde un “movimiento abierto e inclusivo” con
cierta historia y ciertas características se hable de “infiltrados”, como se
hacía en el pasquín de Lopez Rega “El caudillo de la tercera posición”,
da un poco de cosa. Quien quiera tomarse el trabajo de leerlo, tiene gran parte
de sus ediciones en un archivo que se llama “El topo blindado”. Ver en
https://eltopoblindado.com/documentos/?s=el+caudillo+
Asusta aun visto desde hoy. Los “marcados” como infiltrados en las páginas de la revista, si no lograban escapar del país, a los pocos días aparecían asesinados por la Triple A o eran víctimas de atentados como el sufrido por el senador nacional de la UCR por Chubut Hipólito Solari Yrigoyen, quien fuera blanco de tres atentados con trotyl a los que por fortuna logró sobrevivir, muy herido en uno de ellos en el que volaron por el aire su automóvil. Ortega Peña, Atilio López, Miguel Ragone, entre otros, no tuvieron la misma suerte…
Volvamos al “personaje”…
Descendió raudamente por el tobogán
de la pelotudez y la mentira cuando expresó que la “agenda feminista” es “cosa
de progres” y que el peronismo debe reivindicar a figuras como la impune
“Isabel” Martínez y a “Chiche” Duhalde, otro oscuro personaje de nuestra
Historia reciente… Y la eterna cantinela de que la socialdemocracia y el
neoliberalismo son “lo mismo”…
Los partidos socialdemócratas
europeos de la posguerra construyeron el “Estado de Bienestar”. Que a partir de
los 80/90 el recambio de dirigentes no estuvo a la altura y se empezaron a
traicionar, es cierto. Todos esos partidos que en sus inicios fueron
progresistas y populares tuvieron por miedo, moda o simple traición un giro
conservador en el que traicionaron casi todas sus banderas históricas. ¿O que
hizo el peronismo de los 90? ¿Pero de dónde viene tanta bronca contra estos
partidos socialdemócratas? Verá usted que siguiendo el hilo el inteligente
gatito va a llegar al ovillo de lana…
Según se conoce de su pasado la militancia del personaje se inició en “Guardia de Hierro”, una línea interna que sin exagerar podríamos etiquetar como filofascista. Su núcleo duro usaba uniformes, brazaletes y saludaba con el brazo en alto, vale decir tiene cuatro patas, ladra y mueve la cola. “Guardia de Hierro” se inspiraba en la “Garda de Fier” rumana fundada por Corneliu Zelea Codreanu, también llamada Legión de San Miguel Arcángel. Filofascistas, clericales, ultraortodoxos y delirantes místicos. La fiscalía descansa – diría Nelson Muntz -.
En esos mismos años muchos de los líderes de los partidos socialdemócratas o progresistas europeos participaron de la Guerra Civil Española como parte de las Brigadas Internacionales del Ejercito Republicano. Otros pelearon contra la ocupación de sus países durante la Segunda Guerra Mundial. Willi Brandt del SPD alemán, Sandro Pertini del PSI Italiano, entre otros…
Si la pelotudez fuese un tobogán su
descenso sería ininterrumpido. Sigamos
-
Mussolini era socialista – dijo muy suelto de cuerpo –
Socialista era Giacomo Matteoti, de cuyo asesinato a golpes por una patota fascista pasaron poco más de 100 años (10 junio 1924) a poco de iniciado el “Ventennio”.
Pero como para mantener la atención
hay que hacer idioteces cada vez más grandes, no pensó mucho más que en el rating
cuando dijo que el fracasado pintor austriaco del Tercer Reich era “comunista”.
Mala mía. El triángulo rojo de los internos de los campos de concentración
identificaba a los hinchas de Independiente. “Basta para mí, basta para todos”, se decía en un juego de palabras
que hacíamos con una hoja cuando teníamos hora libre en la escuela, los
celulares tenían el tamaño de un paquete de café de cuarto kilo y la radio no
funcionaba porque la escuela es de hormigón armado y no hay señal. Tal vez por
todo relatado mis intentos de participación política fracasaron miserablemente.
Con casi 40 años y formación universitaria en proceso, en uno de esos intentos
de participación se me ocurrió plantear la necesidad de que los locales
partidarios deben tener vida cultural y el partido debía tener funcionamiento
democrático y no ser como una suerte de kiosco playero que abre solamente en
temporada de comicios. La respuesta fue por demás bizarra, pero me quedó dando
vueltas por dos años más o menos. Supuestamente yo me autopercibía peronista
pero en realidad soy un radical progre reprimido. Un aristócrata con dos
apellidos. Un docente con un contrato precario.-
*Favio Camargo. Docente,
estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur
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