Nos Disparan desde el Campanario Los Sótanos del Periodismo. Más de lo mismo… por Gustavo Marcelo Sala
Los eventos ocurridos postcriptogate revelan
lo que venimos afirmando en este espacio desde hace más de una década y media con
relación al periodismo y su degradación profesional. Son horas en donde una
progresía pequeño burguesa se exhibe indignada por la reciente y grosera operación
angelizadora que fue armada por TN y uno de sus cuadros estrella a favor del delirante
y corrupto presidente que supimos conseguir. Algo que a mi entender, por burdo
y ramplón, no dejó de ser un paso de comedia propagandístico bastante barato y oscuro,
no muy lejano a lo que vimos durante la dictadura, el menemismo y durante el
macrismo, en donde estos indignados de hoy servían centros para que nuestro
Totó Riina (Mauricio Macri) vernáculo cabecee y pueda de ese modo blanquear sus
fraudes públicos y privados sin mayores sobresaltos. Con solo recordar que el
12 de octubre de 1993 Bernardo Neustadt le cedió la conducción de Tiempo Nuevo
al riojano, ante el silencio corporativo y profesional, nos exime de toda
comparativa.
Viale no hizo más que hacer aquello
por lo cual viene militando desde hace muchos años, en ese sentido es un tipo
sin contradicciones. Quienes lo siguen y quienes no lo tienen claro, igual
aquellos que lo contratan. Se crió en los sótanos más turbios del periodismo
tomando como espejo a su padre, un maestro en la materia para adulterar la
profesión, pues va en camino de su profundización con la intención de continuar
con el legado.
Pero a favor de Viale digamos que el
tipo no pasa de la sandez y la imbecilidad profesional, en su lugar tipos como
Majul, Trebucq, Fantino, Feinmann o Laje, por nombrar a unos pocos, hubieran procedido de
la misma manera, de hecho lo hacen a diario, no es un Jorge Lanata el cual armó
una puesta en escena producida por el propio TN en la casa de la diputada
Carrió para ensuciar mediante una fake criminal a un candidato, de modo operar
electoralmente a favor de Cambiemos. Allí la progresía no se detuvo en
conceptos éticos y morales de la profesión, habiendo sido este evento, a mi
entender, el punto máximo de oscuridad periodística en lo que va del siglo,
solo comparable al tratamiento del suicidio del fiscal Nisman, y al
encubrimiento generalizado con el que contaron por parte de los medios y el
periodismo hegemónico los financistas que aportaron operativamente al intento
de magnicidio de Cristina Fernández. Pero claro, bajo mi percepción, quien regó de excremento la
profesión fue el liberoprogresista de Lanata y no el entenado Viale.
Por estas horas leo y escucho
apologías sobre la profesión, frases altisonantes ejemplificadoras sobre algo que no existe más, pues el
periodismo ha muerto, pero lo mataron hace muchos años, cuando la información
comenzó a ser una mercancía instituyendo, las propias corporaciones mediáticas,
el periodismo de guerra, operatoria profesional admitida hace más de una década
por uno de los editores de Clarín, me refiero al fallecido Julio Blanck,
tristemente célebre por sus nefastos titulares cuando los asesinatos de Kosteki y Santillán
en Avellaneda en el marco de una manifestación que se organizó en protesta al
gobierno de Duhalde.
La filtración del segmento en donde
Viale “supuestamente” queda expuesto no es casual. Uno se debería preguntar cuántos
recortes de la entrevista tiene todavía el medio para condicionar, política y económicamente
a Milei, como es su hábito, “laissez
faire” un tiempo para luego comenzar a carpetear en consonancia con sus
aliados de la Corte Suprema, Comodoro Py y Lago Escondido a favor de sus intereses
y privilegios. Y cuando abordamos este inciso emerge la mafiosa figura de
Mauricio “Totó Riina” Macri, socio tácito del grupo oligopólico. Tanto estos y
sus adláteres, como el progresismo neoliberal, hoy hipócritamente escandalizado,
son militantes del actual modelo socioeconómico, pus hablan de logros, hablan
de estabilidad, de la baja de inflación y la veracidad del Indec, afirmando que
el ajuste le está saliendo bien muy a pesar de los que vamos quedando en el
camino empobrecidos o directamente muriendo. Aman este barco plagado de
miseria, exclusión e inequidad, enfermedad, crueldad y cancelación, solo desean
cambiar el capitán, veo en el horizonte un vulgar motín, pero la ruta que
desean recorrer sigue siendo la misma.
Hoy el muñeco periodístico a castigar
es Viale por eventos deleznables y antiprofesionales que todos los mencionados
practican, incluso en pequeños pueblos del interior en donde los medios operan
en consonancia con el poder real y los ejecutivos coyunturales, lugares en
donde la pauta y el sobre juegan un rol cardinal. Durante más de dos décadas en
Coronel Dorrego fui testigo de privilegio sobre acuerdos pactados, agendas
recortadas y temas de los cuales nada se podía mencionar, desde fraudes
electorales hasta funcionarios comprometidos políticamente con violaciones e
intentos de homicidios de menores, pasando por malas praxis médicas en el
ámbito público, causas y condenas de prohombres locales convenientemente
silenciadas, probation mediante, y
corrupción estructural. Siendo en lo personal un periodista cuya conducta profesional
ética y moral está en las antípodas citadas, tal conducta me valió la
cancelación del éter local. A tal punto que un medio, para poder continuar, me
exigió que no manifestara críticas al gobierno local porque ponía en riesgo la
pauta que recibían, mi renuncia al proyecto, el cual yo mismo financiaba fue
inmediata para dedicarme íntegramente a la cíbergráfica, creando una revista
digital, pública e independiente, que duró cuatro años y que por ventura tuvo
buena estrella a escala nacional, pero que a la par fue totalmente cancelada a
escala local justamente porque analizaba críticamente al poder real y al ejecutivo
dorreguense. Mueve a risa una editorial que tuve oportunidad de leer
recientemente, por recomendación de un viejo amigo de la localidad, de uno de
los personajes liberoprogresistas de los medios y la política más corruptos y
especuladores de aquel Pago, un cómplice activo y militante de los “viales”
locales y sus relatos pautados.
Viale es un mero pretexto crítico-dialéctico
liberoprogresista que revela la miserabilidad de un sistema mediático burgués
que rechazó la ley medios, que está destruyendo descaradamente el lenguaje y que como en los noventa se fija más en el cotillón omitiendo
aquello que realmente sucede en la fiesta, banquete que disfrutan en donde obtienen
dividendos, parranda que desean prolongar hasta la infinitud…
*Gustavo Marcelo Sala. Editor
Para colaborar con Nos Disparan desde el Campanario:
Gustavo Marcelo Sala
Banco La Pampa
Caja de ahorros común en Pesos
CBU: 0930335320100076462989
Leí la nota en La Dorrego del personaje y pensé lo mismo que usted. Aquí se puede ser caradura e impune al mismo tiempo. En esa radio hay un admirador de Viale, sus editoriales radiales son difundidas por este operador oficialista. En fin, mucho más para agregar a su texto no hay. Le mando un fraternal abrazo y espero que su vida se vaya acomodando luego de tanto dolor e injusticia.
ResponderEliminarLe agradezco. Abrazo
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