Nos Disparan desde el Campanario De la hegemonía al pragmatismo: China y la IA… por Alejandro Marcó del Pont
Fuente: El Tábano Economista
Link de Origen:
https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2025/02/05/de-la-hegemonia-al-pragmatismo-china-y-la-ia/
Si la competencia es un juego lineal, China,
con su ingenio y sus vastos recursos
podrían tener una ventaja casi insuperable
Tras la muerte del rey de Frigia, un
reino ubicado en lo que hoy es Turquía, el oráculo predijo que el próximo
monarca sería un hombre que llegaría a la ciudad en un carro tirado por bueyes.
Un día, un campesino llamado Gordias, acompañado de su esposa, entró en la
ciudad en su carreta. Los frigios, al ver cumplida la profecía, lo proclamaron
rey.
En agradecimiento a los dioses, Gordias
dedicó su carro a Zeus en el templo de la ciudad de Gordion y ató el yugo con
un nudo tan complejo que no se veía dónde comenzaba ni terminaba la cuerda.
Según la profecía, quien lograra desatarlo conquistaría Asia. Siglos
después, en el 333 a.C., Alejandro Magno llegó a Gordion durante su campaña
para someter al Imperio Persa. Al conocer la profecía, intentó desatar el nudo,
pero, al no encontrar el modo, tomó su espada y lo cortó de un solo golpe.
Desde entonces, la expresión «cortar
el nudo gordiano» simboliza la capacidad de resolver un problema complejo
mediante un enfoque audaz y poco convencional. Algo similar ha ocurrido con el
desarrollo de la inteligencia artificial en China: un desafío tecnológico que
Estados Unidos intentó bloquear, pero que Pekín resolvió de manera innovadora.
Crear un sistema de inteligencia
artificial (IA) propio era un reto estratégico para China, especialmente ante
las restricciones impuestas por Estados Unidos en el acceso a microchips
avanzados. Washington creía que, al monopolizar la producción y desarrollo de
estos componentes, paralizaría el avance tecnológico de China. Sin embargo,
Pekín encontró soluciones alternativas, demostrando que, incluso en una
posición de aparente debilidad, la innovación puede abrir caminos inesperados.
Esta lección debería servir como
advertencia para el Sur Global. Si China logró sortear las restricciones
estadounidenses con estrategias propias, cualquier país que enfrente intentos
de monopolización en áreas estratégicas —ya sea en tecnología, comercio o
incluso en el uso del dólar— puede encontrar soluciones similares si apuesta
por la creatividad y el desarrollo autónomo.
Estados Unidos puede seguir innovando
y afirmar que su tecnología es superior, pero su ventaja nunca es absoluta,
como el caso DeepSeek. Con el tiempo, cualquier innovación puede ser replicada,
y la relación precio-rendimiento terminará inclinando la balanza a favor de
quienes logren producir a menor costo.
China ha perfeccionado el modelo
japonés Kaizen, basado en mejoras incrementales y marginales de
tecnologías existentes. Este concepto, que en su origen estaba limitado a la
manufactura y la gestión empresarial, ha sido expandido por China a nivel
nacional, aplicándolo a su industria, educación, infraestructura y política
económica.
El país gradúa anualmente a cuatro
millones de ingenieros, casi más que el resto del mundo combinado, y cuenta con
una economía semiplanificada capaz de concentrar recursos en objetivos
estratégicos. Esta capacidad de adaptación y aprendizaje continuo le permite
avanzar en áreas clave como la inteligencia artificial y los semiconductores.
Para China, lograr la autonomía
tecnológica es crucial. Reducir la dependencia de las importaciones de chips y
otras tecnologías avanzadas —especialmente de EE.UU. y sus aliados como Taiwán,
Corea del Sur y Japón— es una cuestión de seguridad nacional y de consolidación
de su liderazgo global.
Este enfrentamiento por la supremacía
tecnológica no solo redefine la relación entre Washington y Pekín, sino que
también está reconfigurando el orden global, con implicaciones geopolíticas de
largo alcance.
La competencia entre EE.UU. y China
en el ámbito tecnológico es solo una de las muchas tensiones que enfrenta la
potencia norteamericana. Otra, igualmente crucial, es el debate sobre la
inmigración, particularmente la de la comunidad latina a la que hay que darle
una solución de ingenio.
Según la investigadora Ana Teresa
Ramírez, directora de la organización Donor
Collaborative, la contribución de los latinos al PIB estadounidense
asciende a 3.6 billones de dólares. Si esta comunidad fuera un país
independiente, sería la quinta economía más grande del mundo, superando a
naciones como Reino Unido, Francia, Italia y Canadá.
Los latinos, además de representar el
segundo grupo poblacional más grande del país con 37 millones de personas,
contribuyen fiscalmente con más de 305 mil millones de dólares anuales en
impuestos, salud, seguridad social, vivienda y consumo. Crean más del 50% de
los nuevos negocios en EE.UU., y según cifras del Departamento de Comercio
adquieren cerca del 50% de las viviendas nuevas en el país. Según el
departamento de Trabajo, se estima que en la próxima década el 78% de la nueva
fuerza de trabajo será latina.
Ante estos datos, las deportaciones
masivas no solo resultan ineficaces, sino que también afectan negativamente a
la economía estadounidense. El discurso sobre la inmigración en EE.UU. no solo
es un tema político, sino también narrativo y estético. Diego Ruzzarín,
filósofo digital y conferencista, señala que el uso del lenguaje y la imagen en
las deportaciones refuerza el relato de una visión negativa de los migrantes.
Por ejemplo, cuando un avión de la
Fuerza Aérea de EE.UU. transporta a deportados esposados, las imágenes
refuerzan la idea de que son delincuentes. En contraste, Colombia ha
implementado una estrategia diferente: enviar aviones de su Comando Aéreo de
Transporte Militar para repatriar a sus ciudadanos, desarmando así la narrativa
criminalizante.
Este cambio simbólico puede parecer
menor, pero tiene un impacto en la percepción pública. No se trata solo de
migrantes indocumentados; se trata de ciudadanos que no han completado un
trámite administrativo para trabajar en EE.UU., no son delincuentes. Esta, a
pesar de ser una decisión en inferioridad, es una medida imaginativa que
despedaza el relato de inmigrantes delincuentes.
Colaborá con El Tábano Economista
Si no estás en Argentina
Donaciones El Tábano Economista
(PayPal)
https://paypal.me/tabanoeconomista?country.x=AR&locale.x=es_XC
Si estas en Argentina
Ayuda Cartonero ($5000) https://mpago.la/2DxZ4vC
Ayuda de monotributista
social ($7000) https://mpago.la/34map8M
Ayuda de burguesía nacional
($10.000) https://mpago.la/143pDaT
O una donación voluntaria al
siguiente CBU del Banco Provincia de
Buenos Aires: (Alias: SANTA.BANANA.MURO)
*Alejandro Marcó del Pont, Licenciado en Economía de la UNLP. Autor y
editor del sitio especializado en temas económicos El Tábano Economista,
columnista radial, analista
Comentarios
Publicar un comentario