Tal vez la misma gente que cree que
la Tierra es plana, es la que también cree que la vacuna del COVID traía el
chip del marxismo o que en las clases de ESI los docentes enseñamos la mecánica
del acto sexual.
Los aires oscurantistas que acompañan
el clima de época me hizo acordar a uno de mis primeros “bardos” como docente.
Ante la pregunta sobre la posibilidad
de que Belgrano fuera homosexual.
Responderle a una alumna – Si, es
posible
Posible. Ni si, ni no. Posible. Solo
eso.
Lo mismo hubiese contestado si me
preguntaba si era posible que tomara el té todos los días a las 5 y 12 minutos.
En una pataleta cavernaria de los
directivos esta respuesta casi termina en sanción, pero me quedaron “mañas” de
cuando cursaba Derecho y me defendí con un descargo de tres hojas y se cagaron en las patas.
Luego, esta misma muchacha me
preguntó por Tchaikovsky, Wilde, Nuréyev..
Se notaba que había estado
investigando por su cuenta pero era como que precisaba que una “figura de
autoridad” se lo confirmara. Y esa figura de autoridad, aunque no me gusta
mucho esa calificación, era quien les habla.
¿Por qué me eligió a mí entre todos
los demás? No sé. Tal vez porque soy el más “extraño”. El que llega en bici,
con aros, con tatuajes…
Y toda esa extrañeza junta la llevó a
pensar que podía ser el más accesible y el que menos probablemente respondiera tirándole
una biblia, un Corán o un libro mormón por la cabeza.
A esto siguieron en unos días otras
preguntas.
– Me gusta una compañera ¿Está mal?
Entonces le repregunto:
Tengo ese mismo problema. A mí me
gusta aquella profe… ¿Está mal?
- Es un metro más alta que usted,
señor….
Estamos en el 2019….esas cosas ya no
importan…
A partir de ese día el humor de la
alumna cambia totalmente y si bien trabajaba muy bien en clase, empezó a venir
más feliz a la escuela digamos.
En las clases de ESI cada docente
habla del tema desde su cátedra. Desde las cátedras de Química o Salud y Adolescencia
los docentes pueden a llegar a tocar temas como las ETS y la forma de
prevenirlas donde se habla de los peligros de consumir alcohol y demás
sustancias. Desde Historia, mi caso, una semana al año, dos horas de las ochenta
más o menos que tiene el calendario académico nos ocupamos de hablar de lugares
como Buchenwald y Sachsenhausen.
Puede que le suenen a fechas extintas
del calendario ciclístico internacional….la vuelta a la RDA o la Carrera de la
Paz o la Copa de la Amistad Socialista creo que pasaban por Sachsenring…
Pero no. Eran campos de concentración
donde eran exterminadas (entre otros grupos) personas que formaban parte de
minorías sexuales.
Unos años antes durante el breve
experimento democrático de la República de Weimar se había avanzado mucho en el
estudio de estos grupos humanos por parte entre otros, del Dr Magnus
Hirschfeld, pero a partir de 1933 con el ascenso de Hitler al poder todas estas
investigaciones fueron descartadas en base a su pertenencia a la raza judía.
(Así se definía en la época) Judío, zurdo y públicamente homosexual era un
blanco caminando a partir de 1933 en Berlín. Su instituto es destruido, le dan
una tremenda paliza y debe exiliarse. Muere poco tiempo después.
En los campos antes mencionados, no
solo se exterminaba a los prisioneros homosexuales, sino que previamente se los
sometía a experimentos para tratar de “curarlos”. Estos experimentos incluían
desde torturas con electroshocks, castraciones e implantaciones de órganos,
inoculación con hormonas o diversas sustancias con el objetivo de “curar” a estos
internos. Demás está decir que la tasa de supervivencia de los mismos era
escasa.
El título de la nota no tiene
sentido, tampoco lo tiene intentar comprender desde una perspectiva racional
mucha de las cosas que están pasando estos días.
Merodean personajes que solo son capaces
de encontrar placer en el sufrimiento ajeno.
Hoy, 19 de enero de 2025, en un país
que parece haber retrocedido 100 años en uno, el fantasma de Carl Peter Vaernet
merodea el congreso.-
*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur
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