Nos Disparan desde el Campanario "La Edad de Piedra es el destino de los nacidos en el nuevo siglo"… por Franco Berardi
Fuente: Bloghemia
Link de Origen:
https://www.bloghemia.com/2024/12/franco-berardi-la-edad-de-piedra-es-el.html
Artículo del filósofo Franco
Berardi, titulado originalmente "La Edad de Piedra" publicado el 18
de septiembre de 2024.
Creo que la primera vez que oí
pronunciar esta frase fue en la década de 1990, cuando un general
estadounidense llamado Schwarzkopf prometió a los iraquíes que los devolvería a
la Edad de Piedra. Hubo una guerra contra el Iraq de Saddam Hussein. Luego hubo
una segunda. Entre ambas murieron quinientos mil niños iraquíes por las bombas
y por el embargo de medicinas decretado por Estados Unidos y por las potencias
occidentales.
Madeleine Albright, secretaria de Estado del Partido Demócrata, entrevistada
sobre la muerte de este medio millón de niños, dijo que sí, que había sido un
precio muy alto el pagado, pero que había merecido la pena. ¿Mereció la pena?
¿Cuál era el objetivo? Devolver Iraq a la Edad de Piedra. Más o menos las
potencias occidentales lo consiguieron. Los estadounidenses fueron derrotados
después de destruir el país y a continuación se marcharon, pero mientras tanto
habían hecho lo que había que hacer.
Ahora ha sido Yoav Gallant, el
ministro de Defensa israelí, quien ha prometido devolver Líbano a la Edad de
Piedra. Gaza ya ha vuelto allí. Los Übermenschen [superhombres] sionistas han
golpeado a los Untermenschen [seres subumanos] de Hezbolá con su superioridad
técnica: les hicieron llegar buscas, teléfonos móviles y otros dispositivos de
comunicación cargados explosivos y mataron a docenas, dejaron ciegos a cientos
e hirieron a más de cuatro mil ciudadanos y ciudadanas libaneses. Al igual que
los nazis de Hitler, que ganaron la guerra en un principio, porque disponían de
medios técnicos superiores para librarla, hoy los nazi-sionistas se han dotado
de la superioridad tecnológica necesaria para enviar a la Edad de Piedra a
quienes representan un peligro para ellos. El problema es que 1800 millones de
musulmanes son un peligro para Israel. Y la superioridad tecnomilitar no es
eterna, como nos demostró también el destino de Hitler. Así que podemos apostar
por ello: tarde o temprano –y los tiempos corren cada vez más veloces– será
Israel el que vuelva a la Edad de Piedra, pero poco a poco es la mayoría de la
humanidad la que está volviendo a la misma.
Nuestros antepasados, que acababan de
descender de los árboles, vivían en la Edad de Piedra, pero estaban
acostumbrados a sus inclemencias y se las arreglaban de un modo u otro.
Nosotros ya no estamos acostumbrados a vivir en cuevas, a no tener sanidad pública
y a trabajar trece horas bajo el sol. Desde el punto de vista ético, ya hemos
regresado a la Edad de Piedra. En el país insignia de la civilización
occidental, los Estados Unidos de América, es peligroso ir al colegio, porque
cada vez con más frecuencia ocurre que alguien dispara a matar causando la
muerte de un número indeterminado de chavales. En Italia hay un gobierno que
impide por todos los medios prestar socorro a las personas que se ahogan en el
mar Mediterráneo. Un ministro troglodita italiano está siendo juzgado desde
hace semanas por impedir que un centenar de náufragos entrasen a un puerto
siciliano. El energúmeno, agitando las cuentas de su rosario, dice que lo hizo
para defender las fronteras de su patria. Muchos italianos (me temo que la mayoría)
están de acuerdo con él. Humillar, violar, torturar, ahogar, exterminar: esta
es la guerra civil global que ya ha estallado y que se extiende por todas
partes. Los diques se han derrumbado, al igual que se derrumban las orillas de
los ríos, que inundan las ciudades tras un verano criminal, que ha registrado
temperaturas sin precedentes. La Edad de Piedra es el destino de los nacidos en
el nuevo siglo.
En todas partes en el Norte global,
las mujeres se han dado cuenta de ello y cada vez son menos las que se dejan
convencer por la orden patriarcal de procrear. Engendrar inocentes para
enviarlos a la Edad de Piedra no parece algo repleto de sentimientos nobles. El
Papa dice que hay que traer hijos al mundo, porque tan solo así se vivirá una
vida plena. Con todos mis respetos al bueno de Francisco, me parece que esta
afirmación es un disparate. La elección de traer al mundo a víctimas inocentes
del nazismo reinante y de un clima infernal empieza a parecer cínica, violenta
y moralmente inaceptable. Lo que se nos ofrece es mucho peor que la nada. Vivir
es mucho peor que no estar. Y no hay indicios de que mañana vaya a ser mejor.
De hecho, parece prácticamente seguro que mañana será peor. Por eso cada vez
hay más mujeres que desertan: evitan por todos los medios tomar esa decisión.
En un par de décadas el mundo estará lleno de viejos, que habrán logrado
escapar de guerras e incendios, esperando la extinción de la raza humana, la
cual a todas luces ha fracasado.
Ha llegado el infierno nuclear, ha
llegado el infierno climático, ha llegado el infierno esclavista
Pero, ¿y mientras tanto? Mientras
tanto existe una generación, que ha sido traída irresponsablemente al mundo.
Son pocos, están perdidos y les falta el sentido de la orientación, se hallan
bombardeados por un torrente de estímulos infoneuronales, que les empuja a
sacrificarse en el altar del consumo, pero para obtener el dinero con el que
comprar las innumerables mierdas de marca tienen que trabajar en condiciones de
esclavitud. ¿No sería mejor marcharse? Encontrar una isla o, mejor, crear una
isla. Encontrar algunos amigos, algunos amantes, algunas amantes, y escapar con
ellos, pequeñas comunidades de desertores, que se refugian en lugares donde
nada les protegerá de una erupción volcánica o de una lluvia atómica, pero al
menos no habremos participado en esta horrible competición entre asesinos. Una
isla como la isla de Vis, situada en el archipiélago dálmata, no lejos de la
isla de Korçula, donde en la década de 1960 se reunían grupos de filósofos para
razonar sobre la posibilidad de evitar el infierno. Fracasaron.
Ha llegado el infierno nuclear, ha
llegado el infierno climático, ha llegado el infierno esclavista. Busquemos una
isla en el infierno y desertemos. En pequeños grupos o en solitario.
Artículo original (en italiano)
publicado por en Il disertore, el 18 de septiembre del 2024. Publicado en
Español por Diario Red, el 22 de Septiembre del 2024.
Link de la Gráfica y Lectura recomendada:
De la Reforma a la Involución: Adaptación Profunda de Jem Bendell
https://nocombustiblesfosiles.org/mejor-vida/reforma-involucion-bendell-adaptacion-profunda/
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