Nos Disparan desde el Campanario BRASIL, entre la multipolaridad y el atlantismo… por Alejandro Marcó del Pont
Fuente: El Tábano Economista
Link de Origen:
https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2024/11/24/brasil-entre-la-multipolaridad-y-el-atlantismo/
Lograr autonomía estratégica y liderazgo regional
es un desafío en un mundo en constante crisis
Brasil, el gigante sudamericano que
comparte fronteras con 10 de los 12 países de América del Sur —excepto Ecuador
y Chile—, ocupa una posición geográfica estratégica que históricamente ha
reforzado su influencia regional. Sin embargo, en los últimos años, su política
exterior ha enfrentado crecientes desafíos y críticas, especialmente en el
marco de decisiones recientes, como su oposición al ingreso de Venezuela y
Nicaragua en los BRICS. Este contexto plantea preguntas fundamentales sobre el
papel que Brasil puede desempeñar en un mundo marcado por tensiones crecientes
entre las grandes potencias.
Con el regreso de Luiz Inácio Lula da
Silva a la presidencia en 2023, Brasil ha redoblado sus esfuerzos por
reconstruir su política exterior, recuperar la confianza de sus socios
latinoamericanos y reactivar su participación en organismos internacionales.
Este ambicioso proyecto, sin embargo, se enfrenta a un contexto global
complejo, marcado por crisis económicas, conflictos armados y un orden
internacional crecientemente polarizado. En este panorama, surgen dos preguntas
fundamentales: ¿qué significa para Brasil mantener una política exterior
autónoma en un mundo en crisis permanente? Y, sobre todo, ¿cómo puede el país
navegar entre las rivalidades crecientes de China y Estados Unidos, con todas
las implicaciones regionales y globales que esto conlleva?
La inestabilidad político-diplomática
que afectó a Brasil a partir de 2010 dejó profundas restricciones en las
maniobras del presente. Durante la administración de extrema derecha
(2019-2022), las relaciones internacionales del país sufrieron un notable
deterioro. En enero de 2023, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Mauro
Vieira, diagnosticó un escenario de «destrucción y retroceso» y adoptó la
«reconstrucción» como eje central de la diplomacia del gobierno.
El Centro Brasileño de Relaciones
Internacionales identifica dos dimensiones clave para esta
reconstrucción. En el plano interno: reorganizar y fortalecer el
Ministerio de Relaciones Exteriores (Itamaraty), asignando recursos y personal
en puestos estratégicos. Superar resistencias internas, especialmente la
influencia de un Congreso dominado por la derecha y medios de comunicación
críticos al gobierno, conocidos como el «Partido de la Prensa Golpista» (PIG). En
el plano externo: evitar ser percibido como el «Caballo de Troya» de los
BRICS o un subordinado de Estados Unidos en la región.
Para diagramar el escenario teórico
donde el patio trasero de Estados Unidos no es negociable, ingresaremos el
concepto de «Estado pivote». En el análisis geopolítico, un «Estado pivote» es
aquel que, por su población, extensión territorial, ubicación estratégica o
capacidad militar, puede desempeñar un papel crucial en el equilibrio global.
En el caso de Brasil, su liderazgo en
América del Sur, su vasta extensión territorial y su rol como potencia regional
lo posicionan como un posible estado pivote hemisférico. No obstante, la falta
de capacidades militares y armamento nuclear limita su influencia directa en el
escenario global, relegándolo a un papel más orientado a la diplomacia blanda y
la cooperación multilateral.
Las prioridades diplomáticas de
Brasil son la reconstrucción y la multipolaridad. En su discurso de toma de
posesión, el canciller Mauro Vieira delineó las prioridades geográficas de la
política exterior brasileña, organizadas en círculos:
Eje regional: MERCOSUR, UNASUR y
CELAC.
Cooperación Sur-Sur: Asia
Pacífico, BRICS y África.
Relaciones bilaterales clave: Estados
Unidos, China y la Unión Europea.
Multilateralismo: G-20, OMC,
Naciones Unidas y la posible adhesión a la OCDE.
Brasil, al igual que otras potencias
intermedias, ve en la multipolaridad una oportunidad para ampliar su influencia
global. Sin embargo, la estrategia de «no alineamiento activo» promovida por
Lula enfrenta desafíos constantes. El presidente llama a oponerse a la
“mentalidad de la Guerra
Fría ” y parece disfrutar de vivir en un “ mundo
a la carta ”, aunque a veces esto le exige andar por una cuerda floja.
La postura de Brasil frente a la
guerra en Ucrania ha sido objeto de controversia. Lula evitó enviar armas a
Kiev, argumentando la corresponsabilidad de Ucrania y Rusia en el conflicto, lo
que provocó críticas del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Este enfoque
refleja la estrategia brasileña de distanciarse de alineamientos rígidos,
aunque ha generado cuestionamientos sobre su aparente inclinación hacia Moscú,
especialmente tras su respaldo al plan
de paz propuesto por China.
En el conflicto de Gaza, Brasil
adoptó una postura crítica hacia Israel. En octubre de 2023, presentó una resolución en el
Consejo de Seguridad de la ONU condenando las acciones israelíes tras el ataque
de Hamás, la cual fue vetada por Estados Unidos. Posteriormente, en diciembre,
respaldó una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) promovida
por Sudáfrica, acusando a Israel de cometer actos de genocidio en la región.
La continuidad de la política
exterior de Brasil puede atribuirse en parte al propio “Estado profundo”, la
persistencia de la política exterior la dan los principales grupos de intereses
dentro de Brasil, que ejercen una influencia estabilizadora –aunque a veces
frustrante– en las relaciones internacionales del país.
El sector agroindustrial, a pesar de
las inclinaciones ideológicas más conservadoras de sus miembros, tiene un
interés económico creado en mantener fuertes relaciones comerciales con China,
lección que aprendió el ministro de Asuntos Exteriores de Bolsonaro, quien
enfrentó importantes críticas por su postura antichina. Mientras que la
industria paulista se alinea con Estados Unidos, a quien le exporta el mayor
volumen.
Las ventas brasileñas al mundo
alcanzaron un valor récord de 339,6 mil millones de dólares en 2023 y el país
alcanzó una balanza comercial favorable de 98,8 mil millones de dólares, un 60%
más que en 2022 y también un récord histórico. Los principales productos
exportados fueron la soja (15,7%), los aceites crudos de petróleo (12,5%) y el
mineral de hierro (9%). China, Estados Unidos y Argentina siguieron siendo los
principales destinos de las exportaciones brasileñas en 2023.
A grandes rasgos, Brasil exporta
principalmente materias primas a China, mientras que a Estados Unidos envía
productos como petróleo, aviones, helicópteros y café. Estas dinámicas reflejan
los intereses divergentes del “Estado profundo” brasileño: mientras la
agroindustria depende de China como su principal mercado, apoyado por bancos y
fondos de inversión —como BlackRock— la industria paulista favorece un
alineamiento más estrecho con Estados Unidos.
En Bloomberg New Economy en Sao
Paulo, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, dijo que “alentaría
a nuestros amigos en Brasil a mirar los riesgos de la economía actual” y a
“pensar realmente en cuál es el mejor camino a seguir para lograr una mayor
resiliencia en la economía brasileña”. Mientras que el ministro de Agricultura,
Carlos Favaro, dijo que el país más grande de América Latina debería unirse a
la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China para contrarrestar las medidas
proteccionistas de Estados Unidos y la Unión Europea. Lo cierto es que Brasil,
rechazó ingresar a la Ruta de la Seda.
En un mundo de opciones limitadas y
rivalidades crecientes, las avenidas intermedias para países como Brasil son
cada vez más estrechas. El país enfrenta el desafío de definir su rol con
claridad: decidir si aspira a un protagonismo global o si se conforma con
consolidar su papel como líder regional. En cualquier caso, su capacidad para
equilibrar las presiones externas y fortalecer su autonomía estratégica será
determinante para su futuro en el cambiante orden global.
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*Alejandro Marcó del Pont, Licenciado en Economía de la UNLP. Autor y
editor del sitio especializado en temas económicos El Tábano Economista,
columnista radial, analista
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