Nos Disparan desde el Campanario Íconos de la economía del Siglo XXI

 



 

1 - BlackRock: El Poder en la Sombra…por Eduardo Luque

 





Fuente: El Viejo Topo

Link de Origen:

https://www.elviejotopo.com/topoexpress/blackrock-el-poder-en-la-sombra/

 

No hace falta ser experto en economía para entender la naturaleza de un fondo de inversión. BlackRock es uno de ellos. Y es también uno de los mayores fondos del mundo, que ha consolidado su poder e influencia de una manera que pocos entienden completamente. Este titán financiero maneja activos que ascienden a 10 billones de dólares (10 trillones en la nomenclatura estadounidense), y su presencia global es tan extensa que solo los Estados Unidos y China podrían competir con su capacidad económica. Si fuera un país sería la tercera economía del mundo tras EEUU y China.

BlackRock nació en 1988, en el seno de Blackstone, otro gigante financiero. Su objetivo, no podría ser otro, es maximizar el retorno de sus inversiones. No importa el sector en el que invierte, armas, petróleo, banca, o energía, no importando tampoco el costo social.  No duda en apostar por las guerras cuando le conviene. Presiona a los políticos para que se mantenga la financiación en la guerra en Ucrania. Tiene fuertes inversiones en empresas de armamento como Lockheed Martin, Raytheon Technologies, Northrop Grumman y Boeing entre otras. Sus enormes inversiones se pueden ver comprometidas. No duda en negociar con «amigos» o «enemigos», con tirios o troyanos. Pocos meses después de iniciada la guerra en Ucrania (agosto 2022), se hacía pública la inversión de miles de millones de dólares en la explotación de pozos de gas natural en Rusia. BlackRock, que apoyaba al régimen ucraniano, pretendía invertir en su enemigo sin ningún rubor. No es de extrañar, puesto que la mega-empresa tenía acciones en el gigante energético ruso Gazprom. Toda esta inversión se ha visto cuestionada por el desarrollo del conflicto.

BlackRock ha desarrollado una capacidad impresionante para infiltrarse en los sistemas económicos y políticos de los países en los que opera. Su estrategia incluye la colocación de sus peones en ámbitos parlamentarios, judiciales y legislativos, además de organizar conferencias y cursos para influir en la formación de políticas favorables a sus intereses. Esta capacidad de penetración no se limita a la economía, ya que también controla una gran parte del poder mediático, utilizando su influencia para otorgar castigos y recompensas a diferentes operadores políticos. El control mediático que ejerce desde el Consejo de Administración de los grandes medios de comunicación le asegura una imagen discreta, fuera del escrutinio social.

En España, la presencia de BlackRock es notable. Este fondo posee participaciones significativas (más del 5%) en varias empresas del IBEX 35, como el Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Naturgy, Iberdrola, Telefónica, Repsol y Enagás. En junio de 2023, gestionaba activos por valor de 47.000 millones de euros en nuestro país, estando presente en 19 de las 35 empresas del Ibex. Estas inversiones no solo le permiten obtener altos rendimientos, sino también influir en las políticas económicas del país. No hay presidente de gobierno que no celebre reuniones con Larry Fink (el CEO de la empresa).

 

La discreción de BlackRock

Una de las características más notables de este fondo es su capacidad casi camaleónica para ocultar y permanecer en la sombra, a diferencia de los inversionistas de los países del Golfo, por poner un ejemplo. Larry Fink, figura clave en el funcionamiento del fondo, mantiene un perfil bajo y discreto. Posee solo el 0,7% de las acciones de su compañía y una modesta casa en Manhattan, junto con una finca también en el estado de Nueva York. Sin embargo, su poder e influencia son vastos. Fink es conocido por su famosa carta anual a los accionistas y líderes políticos, donde establece las directrices que deben seguirse durante el año. En la carta de 2024 se centró en los problemas demográficos y la jubilación, proponiendo el retraso de la edad de jubilación y el impulso de los fondos privados como solución. Sus movimientos son menos ostentosos que los de otras compañías, pero muy meditados. Esta discreción le permite operar sin atraer demasiada atención, aunque su influencia es profunda. La prensa económica a menudo minimiza su poder. En gran parte esa prensa económica «independiente» es propiedad parcial de ese fondo, esto le permite crear una imagen positiva de sus actividades. Su lema es la «Discreción», de esta forma evita el repudio y la reacción social a pesar de que es un fondo especulativo.

BlackRock tiene una influencia considerable en la economía, puesto que controla el 14% de esta a nivel mundial. Controla la mayoría de las acciones de gigantes como Microsoft, Amazon, Apple, Coca-Cola, Twitter, y muchos más. Tiene una influencia significativa en el sector energético, siendo la mayor inversora en plantas de carbón y gestionando miles de millones en petróleo. BlackRock posee el 88% de las acciones de las 500 mayores empresas estadounidenses y gestiona activos de tanto valor que solo Estados Unidos y China pueden competir con esta compañía. Su influencia se extiende a casi todos los sectores económicos importantes, desde la tecnología hasta la energía y las telecomunicaciones.

Casos específicos: Grecia y Ucrania

Su capacidad económica tiene un correlato en su intervención política. En Grecia, BlackRock tuvo un papel significativo durante la crisis de la deuda, gestionando carteras de inversión y participando en procesos de reestructuración. En Ucrania, es un acreedor importante, urgiendo al gobierno a devolver préstamos con intereses. Es una inversión que puede resultar ruinosa, de modo que exige al gobierno de Zelensky mantener un conflicto perdido desde hace meses. En el Parlamento Europeo no ha dudado en ejercer de lobista en temas como el Plan PanEuropeo de Pensiones privadas o el fallido Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Estas acciones muestran la capacidad de BlackRock para influir en las políticas económicas de países en crisis. El caso argentino es el más inmediato. El presidente Javier Milei se reunió virtualmente con Larry Fink para discutir inversiones en el país. La conversación se centró en la privatización de empresas públicas y la exploración de oportunidades de inversión a largo plazo. El fondo mostró interés en sectores estratégicos como la energía (YPF, Vaca Muerta y especialmente el litio) y la tecnología. La empresa ya posee participaciones en empresas argentinas como Pampa Energía y Edenor.

Los directivos del fondo mantienen relaciones estrechas con gobiernos y políticos de todo el mundo. Miembros de su directiva, como Brian Deese, han sido asesores de presidentes estadounidenses como Obama y Biden. Además, BlackRock recluta a ex altos cargos gubernamentales, como Stanley Fischer, ex vicepresidente de la Reserva Federal de EE.UU, para sus filas. Esta relación bidireccional les permite influir en políticas económicas y decisiones gubernamentales en varios países, incluidas las reestructuraciones de deuda y las políticas de inversión.

 

Gestión de pensiones en Latinoamérica

El fondo ha fijado sus ojos en los fondos de pensiones, BlackRock ofrece ETFs1 (iShares) que replican el comportamiento de diversas acciones e índices bursátiles, permitiendo a las administradoras de pensiones en América Latina diversificar sus inversiones. A pesar de las ventajas aparentes que promueven sus campañas publicitarias, BlackRock carece de escrúpulos, ha sido criticado por invertir en empresas que violan derechos humanos y por su falta de transparencia en las inversiones de fondos de jubilación. En México, por ejemplo, lanzaron el iShares ESG MSCI Mexico ETF, que levantó 450 millones de dólares en solo 60 días, pero incluyó empresas con serias violaciones a los derechos humanos. En Chile, las AFP han invertido en el iShares MSCI Chile ETF, que incluye empresas con infracciones ambientales gravísimas.

En España, la influencia de BlackRock se extiende a 71 empresas de la bolsa española (35 del Ibex y 36 del continuo. También toca el sistema de pensiones. Con una inversión potencial de 60.000 millones de euros, BlackRock busca acceder a los 130.000 millones de euros de las pensiones españolas. La gestión de las pensiones ha sido un tema crítico en las actividades de BlackRock. El proyecto de privatización de las pensiones, puesto en marcha

en nuestro país desde la época Zapatero, forma parte del proyecto general de BlackRock. La influencia de este fondo en la economía y la política española es más que evidente. Al condicionar los gobiernos (el actual y los anteriores) puede reorientar los objetivos económicos en función de sus intereses, controlando la vida económica del país. Esta estrategia pretende que los sistemas públicos de pensiones dependan de entidades privadas que buscan maximizar sus beneficios.

Larry Fink, en su carta anual, señala que el envejecimiento de la población pone en riesgo los sistemas públicos de jubilación. En ella, Fink propone retrasar la edad de jubilación e impulsar los fondos privados como solución a los llamados «desafíos demográficos», que no son tales como ha demostrado el movimiento pensionista. Esta postura refleja la estrategia de BlackRock de influir en las políticas de pensiones para promover sus propios intereses. Desgraciadamente, nuestro «gobierno progresista» se ha plegado en parte a los intereses del fondo. La resistencia popular, la movilización pensionista ha ralentizado en algunos casos la velocidad de las reformas y en otros ha condicionado el alcance de las mismas. La movilización muestra su utilidad social.

 

Conclusión

BlackRock ha demostrado ser una fuerza poderosa en la economía global. Su capacidad para influir en gobiernos, empresas y mercados es impresionante. Sin embargo, su enfoque en la maximización de beneficios a menudo plantea desafíos éticos y económicos, especialmente en áreas sensibles como las pensiones. La influencia de BlackRock en el sistema de pensiones español es un claro ejemplo de cómo este gigante financiero intenta moldear las políticas públicas para servir a sus intereses, lo que plantea importantes preguntas sobre el futuro de la seguridad social y la soberanía económica en España.

 

Nota:

1. La gran mayoría de ETFS o fondos cotizados, replican el comportamiento de un índice dado en la bolsa; si el índice sube, el fondo también lo hace y viceversa. Por ejemplo, el índice ibex35 incluye a las 35 empresas más grandes de España. Otro índice podrían ser las empresas tecnológicas o empresas de lujo como Louis Vuitton, Ferrari, Hoteles Hilton…..

 

 

2 - A vueltas con el Nobel… por Michael Roberts

 

Fuente: El Viejo Topo

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Por qué las naciones triunfan o fracasan: una causa Nobel

Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A Robinson han sido galardonados con el Nobel (en realidad, el premio del Riksbank) de Economía «por sus estudios sobre cómo se forman las instituciones y afectan a la prosperidad». Daron Acemoglu es profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Simon Johnson es profesor en la misma universidad. Y James Robinson es profesor en la Universidad de Chicago.

He aquí lo que los jueces del Nobel dicen que fue la razón para ganar:

«Hoy en día, el 20% de los países más ricos son unas 30 veces más ricos que el 20% de los países más pobres. Las diferencias de renta entre países han sido muy persistentes en los últimos 75 años. Los datos disponibles también muestran que las disparidades de renta entre países han aumentado en los últimos 200 años. ¿Por qué las diferencias de renta entre países son tan grandes y tan persistentes?

»Los galardonados de este año han sido pioneros en un nuevo enfoque para dar respuestas creíbles y cuantitativas a esta cuestión crucial para la humanidad. Al examinar empíricamente el impacto y la persistencia de las estrategias coloniales en el desarrollo económico posterior, han identificado las raíces históricas de los entornos institucionales extractivos que caracterizan a muchos países de renta baja. Su énfasis en el uso de experimentos naturales y datos históricos ha iniciado una nueva tradición de investigación que sigue ayudando a descubrir los motores históricos de la prosperidad, o la falta de ella.

»Sus investigaciones se centran en la idea de que las instituciones políticas determinan fundamentalmente la riqueza de las naciones. Pero, ¿qué determina estas instituciones? Integrando las teorías de las ciencias políticas sobre la reforma democrática en un marco teórico de juegos, Acemoglu y Robinson desarrollaron un modelo dinámico en el que la élite gobernante toma decisiones estratégicas sobre las instituciones políticas –en particular, si se amplía el derecho de sufragio– en respuesta a amenazas periódicas. Este marco es ahora estándar para analizar la reforma política institucional y ha tenido un impacto significativo en la literatura de investigación. Y cada vez hay más pruebas que apoyan una de las principales implicaciones del modelo: los gobiernos más inclusivos promueven el desarrollo económico».

A lo largo de los años (¿o décadas?) he publicado artículos sobre el trabajo de varios premios Nobel de Economía.

Lo que he descubierto es que, sea cual sea la calidad del trabajo del ganador, él o ella (ocasionalmente) suelen recibir el premio por su peor trabajo de investigación, es decir, un trabajo que confirma la visión dominante del mundo económico, mientras que en realidad no nos lleva más lejos en la comprensión de sus contradicciones.

Esta conclusión creo que se aplica a los últimos ganadores.  El trabajo por el que recibieron el premio de un millón de dólares es por una investigación que pretende demostrar que los países que alcanzan la prosperidad y acaban con la pobreza son los que adoptan la «democracia» (y con ello se refiere a la democracia liberal de estilo occidental en la que la gente puede hablar (en su mayoría), puede votar a los funcionarios de vez en cuando y esperar que la ley proteja sus vidas y propiedades (con suerte). Las sociedades controladas por élites sin ninguna responsabilidad democrática son «extractivas» de recursos, no respetan la propiedad ni el valor y, por lo tanto, no prosperan con el tiempo. En una serie de artículos en los que se aplican algunos análisis empíricos (es decir, en los que se correlaciona la democracia (tal y como se define) con los niveles de prosperidad), los ganadores del Nobel afirman demostrarlo.

De hecho, los ganadores del Nobel sostienen que la colonización del Sur Global en los siglos XVIII y XIX podría ser «inclusiva» y convertir a países como Norteamérica en naciones prósperas (olvidando a la población indígena), o «extractiva» y mantener a los países en la pobreza extrema (África).

Este tipo de economía es lo que se denomina institucional, es decir, que no son tanto las fuerzas ciegas del mercado y la acumulación de capital las que impulsan el crecimiento (y las desigualdades), sino las decisiones y estructuras establecidas por los seres humanos. Apoyando este modelo, los vencedores afirman que las revoluciones preceden a los cambios económicos y no que los cambios económicos (o la falta de ellos ante un nuevo entorno económico) preceden a las revoluciones.

En primer lugar, si el crecimiento y la prosperidad van de la mano de la «democracia» y se considera que países como la Unión Soviética, China o Vietnam tienen élites «extractivas» o no democráticas, ¿cómo explican nuestros nobelistas su indudable rendimiento económico? Aparentemente, se explica por el hecho de que empezaron siendo pobres y tenían mucho que hacer para «ponerse al día», pero pronto su carácter extractivo les pasará factura y el hipercrecimiento de China se agotará.

En segundo lugar, ¿es correcto decir que las revoluciones o las reformas políticas son necesarias para encaminar las cosas hacia la prosperidad? Bueno, puede que haya algo de verdad en ello: ¿estaría Rusia a principios del siglo XX donde está hoy sin la revolución de 1917 o China donde está en 2024 sin la revolución de 1949? Pero nuestros nobelistas no nos presentan esos ejemplos: los suyos son la obtención del voto en Gran Bretaña en el siglo XIX o la independencia de las colonias americanas en la década de 1770.

Pero, sin duda, el estado de la economía, su funcionamiento, la inversión y la productividad de la mano de obra también influyen… La aparición del capitalismo y la revolución industrial en Gran Bretaña precedieron al paso al sufragio universal… La Guerra Civil inglesa de la década de 1640 sentó las bases políticas para la hegemonía de la clase capitalista en Gran Bretaña, pero fue la expansión del comercio (incluido el de esclavos) y la colonización en el siglo siguiente lo que hizo avanzar la economía.

La ironía de este premio es que el mejor trabajo de Acemoglu y Johnson ha llegado mucho más recientemente que en las obras anteriores en las que se han centrado los jueces del Nobel. Sólo el año pasado, los autores publicaron Poder y progreso, donde plantean la contradicción en las economías modernas entre la tecnología que hace aumentar la productividad del trabajo pero también con la probabilidad de que aumenten la desigualdad y la pobreza. Por supuesto, sus soluciones políticas no tocan la cuestión de un cambio en las relaciones de propiedad, salvo para pedir un mayor equilibrio entre capital y trabajo.

Lo que se puede decir a favor de los ganadores de este año es que al menos su investigación trata de entender el mundo y su desarrollo, en lugar de un teorema arcano de equilibrio en los mercados por el que muchos ganadores anteriores han sido galardonados.

 

 

 


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