Revista Nos Disparan desde el Campanario Año V Metáfora: Las tres clases sociales (en vuelo): trabajador-turista, clase media-Premium, clase ejecutiva-élite… por Albino Prada

 

Recurro a la metáfora de los viajes aéreos como imagen visual de la tensión social que cada vez más se vive entre lo que uno es durante la semana laboral y lo que uno sueña ser los fines de semana. Lo que el (Centro de Investigaciones Sociológicas del Reino de España (CIS en lo sucesivo) recoge a su manera como auto percepción de clase.

Porque lo que uno es durante la semana laboral podría resumirse en lo que el CIS utiliza para tabular sus datos según variables socioeconómicas (su ocupación), mientras que lo que uno imagina ser es lo que denomina la identificación subjetiva de clase[1]. Esta identificación subjetiva sería lo que no pocos quieren concretar, al menos en su tiempo de ocio, en el lugar y tipo de plaza que ocupan en un viaje aéreo. Veamos, con esta metáfora, en qué se diferencian.

 




En el estrato superior de ejecutivos, empresarios o clase alta tendríamos entre el cinco y el diez por ciento de la población, observando una pequeña infra valoración subjetiva frente a la objetiva. Pero va a ser en la disyuntiva entre clase media o baja (subjetiva) frente a la técnicos medios o trabajadores (ocupación) donde se produzca una completa inversión entre lo que define la ocupación real y la percepción subjetiva. Pues mientras en un caso estamos en un 25/66 de cada cien (técnicos/trabajadores), en el otro estamos ante un 63/29 de cada cien (media/baja).

Quiere esto decir que más de la mitad de los trabajadores (lo que antaño se llamaba “clase en sí”) no se consideran clase baja sino clase media (que sería entonces su “clase para sí”). Son trabajadores durante la semana laboral (el 66%), pero se consideran o quieren ser clase media durante su tiempo de ocio (el 63%). Algunos lo llaman clase media aspiracional.

Esto implica que no asumen sus condiciones sociales ni las comparten con sus iguales, sino que imaginan y quieren compartir las condiciones de aquellos (como la tecnocracia de clase media) que durante la semana los tratan como subordinados. Para ascender estarán dispuestos a competir y dejar atrás a sus iguales. No colaborarán (por ejemplo en un sindicato), buscarán soluciones individuales y alimentarán así la corrosión de los derechos laborales colectivos que tantos esfuerzos y luchas costó alcanzar en el pasado.

Este desenfoque y renuncia a actuar como lo que son será el terreno óptimo para que, incluso, siendo trabajadores puedan compartir las ideas  e intención de voto por opciones neoliberales objetivamente auspiciadas por la clase empresarial (ver aquí).

Lo que adquieren de forma reveladora el fin de semana mientra vuelan hacia sus experiencias de ocio. Porque, ¿cómo se distribuyen las calidades de plazas en los vuelos entre la clase ejecutiva, la turista y la nueva clase premium? (ver diagramas aquí). Entre la más cara y la más barata, la clase premium (clase media, no baja) goza de embarque preferente, espaciosos cubículos con asiento reclinable, reposapiés y reposacabezas, menú gourmet, cóctel de bienvenida, pantalla táctil, almohada y plumón, antifaz y tapones para los oídos. Algo que no está al alcance de la clase turista aunque esté por debajo de la exclusividad ejecutiva.

Aún más, una vez activado este buscarse la vida rascándose el bolsillo a las compañías les interesa abandonar a su suerte la calidad de la clase turista (o ponga usted: la sanidad pública, la escuela pública, las pensiones públicas, …) para que cada vez más pasajeros (ciudadanos, trabajadores) crean que la solución es rascarse el bolsillo como si fueran clase media que huye de la plebe turista-trabajadora.

Esa que corre el riesgo de padecer una trombosis venosa o cualquier deterioro orgánico o síquico por no esforzarse lo suficiente y ascender de clase. Aunque no pocos para conseguirlo se acaben suicidando o desquiciando[2].


[1]    Para el Barómetro de marzo de 2024 (Estudio 3445) usamos las preguntas tabuladas 0c (ocupación) y C7a (subjetiva)

[2]    Me ocupo de esto con el subtítulo “Crítica de la gran abducción neoliberal” en mi último ensayo “¿Sociedad de mercado o sociedad decente? (Universidade de Vigo, 2023)

 

Albino Prada  Colaborador de Sin Permiso. Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Santiago de Com-postela, profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Vigo, fue miembro del Consejo Gallego de Estadística, del Consejo Económico y Social de Galicia y del Consello da Cultura Galega. Su último libro es “¿Sociedad de mercado o sociedad decente?” (Universidade de Vigo, 2023)

 

Fuente: Revista Sin Permiso

https://www.sinpermiso.info/textos/las-tres-clases-sociales-en-vuelo-trabajador-turista-clase-media-premium-clase-ejecutiva-elite

 

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