Revista Nos Disparan desde el Campanario Año V ¿Quién me ha robado el mes de Abril, aún se pregunta Dorita?… por Gustavo Marcelo Sala

 

La felicidad son momentos, en ocasiones reviven, en otros se transforman en recuerdos que tiñen de melancolía esos exquisitos instantes vividos (La bella imagen pertenece a las únicas vacaciones que tuvimos en 25 años. Las Grutas verano de 2001, luego la eclosión neoliberal nos despedazó, acaso fueron tan hermosos e intensos esos días que no necesitamos más, aunque fue la vida la que se encargó de eso)

... Hace exactamente un mes, por estas horas, te estaba dando el más difícil de los besos, el último.... 

El sistema de contención ciudadana de la Provincia de Buenos Aires nos ha declarado la guerra, un conjunto el cual no teníamos por adversario y menos como enemigo, tampoco estábamos informados que nos consideraban así, todo lo contrario, siempre lo percibimos altero y compañero, acaso por eso se debe el éxito de su cruenta faena, la acción inesperada, la celada.

Una guerra que nunca imaginamos ni en nuestros peores sueños, una guerra que en un muy breve lapso de tiempo lanzó un ataque feroz y contundente por tres frentes a una familia desarmada. Por un lado el ala IOMA abandonado a Dori a su suerte, ignorando la urgencia de su radioterapia, activando y acelerando la crueldad de su enfermedad, matando a la más valiente y generosa de los combatientes sentipensantes y sentipenantes. Por el segundo flanco el ala Banco Provincia, inmovilizando los únicos recursos que teníamos para subsistir (por orden del IPS), empujándonos a la marginalidad, debido a que los gastos devenidos de los medicamentos, consultas y traslados a Bahía Blanca se triplicaron, consumiendo todos nuestros modestos ahorros, previsión resultante de una vida austera, apuntados todos esos recursos a la prioridad oncológica del último trienio, además en diciembre tuvimos que discontinuar la imprenta por la debacle visual de Dori más allá de que el trabajo venía decreciendo debido al aumento en el costo de los insumos, valores imposibles de trasladar a nuestros clientes. Finalmente el ala IPS quien ya me confirmó que la pensión correspondiente demorará no menos de un año, dándome una esperanza de vida de apenas tres meses en donde me aguarda en días un obligado y necesario proceso migratorio. 

Y este descomunal operativo de destrucción familiar se encuentra aderezado por el desinterés general de una supuesta estructura popular, compañera y solidaria que está al servicio de la población. Me refiero al Estado Provincial. (Con el municipal ni cuento, apenas ofició como mazmorra de torturas desde el inicio del padecimiento con la primera operación, pasando por olvidos quirúrgicos, hasta ese final durante 30 horas de absurda retención cuando aquí nada podían hacer por ella) (1)…

Los sistemas no son entelequias aunque nos los quieren hacer ver de ese modo, los sistemas están diseñados y motorizados por ciudadanos y ciudadanas con nombre y apellido, responsables políticos y gestores que a la noche llegan a sus casas y juegan con sus hijos, prenden un rato la tele, escuchan música, ven películas y series, follan, van a fiestas patronales y suelen descansar su efímeras conciencias sociales con mucha paz y tranquilidad luego de una jornada de haber cumplido debidamente y de manera obediente con sus mandos naturales, la banalidad del mal en estado puro, mientras que a los sufrientes nos queda la caricia del ausente la cual le da menos letargo al insomnio, la mirada viva del ausente la cual nos permite ver más allá de la bronca, la ausencia inaceptable del ausente y su interpelación la cual nos baja a la realidad para seguir en la lucha, el duelo, el dolor, la impotencia, la muerte, y la inexorable próxima muerte asumiéndose uno como una nueva víctima del linchamiento por venir.        

Lo realmente patético surge cuando al alzar la voz para que nos expliquen y entender los “por qué” los propios responsables y gestores del sistema te invitan a violarlo con sugerencias estilo: ¿Conocés a alguien dentro de IOMA para que te activen la radioterapia? ¿Conocés a alguien dentro de IPS y del Banco Provincia para acelerar el trámite o para que te devuelvan los fondos incautados?, siendo ellos los que diseñan las trabas, o peor aún, cuando te llaman supuestamente interesados por tu infortunio con verba solidaria (empática se dice ahora) cuando en realidad lo único que les interesa es constatar hasta donde estás dispuesto a llegar con la denuncia de la ignominia cuestión que podría impactar en la imagen de tal o cual dirigente político. Y esto es muy sencillo de percibir debido a que en el ida y vuelta dialéctico uno descubre que no tienen la menor idea ni recuerdan lo relatado hace pocos días atrás utilizando el pretexto de que se está realizando una investigación interna por parte de un Supervisor (¿?), peón de brega infaltable, real o ficticio, en toda repartición pública, mixta o privada; como decía el General, si querés que algo no funcione formá una comisión.

Siempre habrá algún imbécil que le reprochará a este texto ser funcional a la derecha. Pues nada más lejano, quienes suscribimos luchamos desde siempre por un Estado ecualitario, altero y al servicio de la prioridades tangibles, dispuesto a resolver inmediatamente las necesidades del urgido, la comprensión humanista por arriba del sistemático costo beneficio, y eso hoy no lo veo en el gobierno provincial, percibiéndolo mucho más parecido al gobierno nacional en determinadas acciones deleznables, lo que sí noto es mucha selfie, pelea y exposición tempranamente electoral, pero nada de acción concreta a favor de las urgencias del pueblo profundo. Es probable que también se le reproche a este texto la inoportunidad del momento debido a las pulsiones vigentes, sobre lo cual somos ajenos, pues no me queda más que sentenciar que dicha inoportunidad temporal la provocó el ataque al unísono y coordinado de las cohortes del Gobierno Provincial, esto es IOMA, Banco Provincia e IPS, es decir ahora.

Yo no conozco a nadie, no poseo heráldica ni influencia, solo la enorme gentileza de Víctor Hugo Morales a través de nuestro común amigo Eduardo Schiel para visibilizarnos, pero si la tendría, resolviendo de ese modo ciertas cuestiones enunciadas y me darían algunas explicaciones valederas que nos dejaran satisfecho y en paz, acompañadas por medidas concretas para que esto no vuelva a suceder, no dejaría de escribir lo que escribo porque el precio pagado por el horror y el terror vivido no se puede dejar pasar, no existe compensación material o inmaterial que la indemnice, nadie tiene porqué tolerar la ignominia, la vejación y el saqueo a su vida.

 

 1) Anexo

1)      Cronología de la actuación local en el caso

 

-          Cirugía pésimamente realizada por el Dr. Braguero en el Sanatorio Privado Municipal (no es un oxímoron, pues de eso se trata el PROAS) en donde solo se extrajo parte de la muestra, dejando células perjudícales dentro de la mano, praxis llevada a cabo en plena pandemía, con anestesia total y sin hisopado quirúrgico, paso cardinal e ineludible que como pacientes desconocíamos y que en Bahía Blanca nos informaron de su necesaria implementación para evitar riesgos, pues de haber tenido COVID pudo ser una tragedia, acompañada la intervención por un trabajo de sutura propio de un soldador aprendiz el cual luego demandó 10 sesiones de kinesiología, efectuadas en la ciudad cabecera por la terapista y profesional en la materia Paula Bianchi (nadie mejor que ella para ratificar lo afirmado sobre las condiciones en las que quedó la mano de Dora luego de dicha intervención) de modo aflojar sus músculos y tendones pues había quedado prácticamente inmovilizada lo que impedía una nueva operación, la cual se realizó recién dos meses después con una doble cirugía realizada en Bahía Blanca a cargo del Dr. Otero Muñoz. (Vale recordar que el Dr. Braguero es el Director del Hospital Municipal)

-          Olvido por parte del Dr. Nicolás Crego de la extracción de dos eczemas que era necesario extirpar rápidamente por orden dermatológica debido a los antecedentes y al cuadro oncológico que estaba sobrellevando la paciente, la cual se sometía a mapeos dérmicos regularmente. Ante la urgencia y la falta de citación del profesional mencionado la operación, en definitiva y debido a la premura del caso, también la resolvimos en Bahía Blanca con el mismo cirujano de aquella localidad, con el trastorno imaginable en tanto molestias de la paciente, traslados y costos. Como se puede observar la cantidad de tiempo perdido por impericia y desidia es no tener la mínima conciencia médica y responsabilidad para entender de qué se trata un melanoma y su veloz capacidad de daño. 

-          El desenlace final debido a una abrupta descompensación, no hallando médico en la Unidad Sanitaria de Guisasola, debiendo forzar un traslado al Hospital Municipal, lugar en donde había un solo médico para guardia e internación, en el cual, ignorando su historial médico, se mantuvo a la paciente oncológica durante 30 horas, sin darle solución alguna pues en el distrito no hay servicio de oncología ni aparatología que ayude a afinar el diagnóstico, más allá de lo desdoroso del trato recibido por los Doctores del Valle y Sueldo, dueto arribado al lugar 24 horas después del ingreso de mi esposa, incluso el primero de ellos acusándome, luego de tres años de lucha contra el cáncer, obedeciendo a cada indicación médica dada y sin escatimar en gasto alguno, pues no siempre nos ajustamos a los tiempos de la Obra Social, de haberla llevado tarde, arrojando sobre las espaldas de sus deudos, en ese momento de dolor y angustia, la carga de sus propias comodidades, limitaciones y deficiencias profesionales, funcionarios del área que además nunca más aparecieron por la habitación, inclusive mintiendo al asegurar sobre que era imposible un traslado a Bahía Blanca porque no había disponibilidad de camas en dicha ciudad. Todo esto bajo los mandatos del Director de Salud gubernamental Dr. Fabian Zorzano, hombre que además fue dos veces Intendente y ya lleva su tercer periodo en el cargo, en el marco de las Intendencias del Contador Raúl Reyes y del Contador Juan Carlos Chalde, el cual había prometido en un spot de campaña la inmediata adquisición de un Tomógrafo Computado, instrumento indispensable para tener mayores certezas en el diagnóstico sobre estas patologías.

-          Quiero mencionar para finalizar el altruismo profesional y la bonhomía del Laboratorio Osinalde-Illescas el cual siempre apuró los resultados de los análisis entendiendo la complejidad del dilema, allegándose a nuestro domicilio cuando la movilización era imposible, a las enfermeras y auxiliares, tanto de la Unidad Sanitaria de Guisasola como del Hospital Municipal por su calidez ante la emergencia, en especial a Jorgelina Ocampo que siempre se mantuvo a disposición en la etapa más delicada sin que medien horarios ni feriados, a la Farmacia San Lorenzo, chicas y muchachos los cuales nunca dejaron pasar por alto avisarnos cuando arribaban las dosis para la inmunoterapia, a la terapeuta Paula Bianchi quién agilizó su terapia permitiendo que el 4 de enero del año 2022 se le pudiera realizar a Dorita la doble operación (reiterar la hecha por Braghero e ir en la búsqueda del ganglio testigo), para luego ingresar al tratamiento oncológico en sí propio, a Nora y Carlitos Ricciuti, por su amistad incondicional y por la invalorable ayuda que nos brindaron desde siempre, en este tiempo sus generosas manos solidarias se agigantaron de manera infinita cumpliéndole por caso el sueño de la cocina nueva la cual disfrutó pocos días antes de la partida preparando su comida preferida, tacos caseros, a Doris Etzel, por sus oídos siempre atentos, por su compañía, a Damián Bruno por estar siempre, en las buenas, en las malas y en las peores, sus visitas eran motivo de enorme felicidad hogareña, a la Concejal Mercedes Gagna por su abierta disposición ante la situación límite, al Dr. Pedro Caramelli Lagleyze por su asesoramiento legal y despejar dudas en días en donde las defensas intelectuales y emocionales no ayudaban, a su familia directa, encabezada por Ana, su hermana, únicos herederos de su legado de amor, al Taller Sandrusi, el cual siempre tuvo presto con la rapidez que la situación ameritaba a nuestro viejo catango, y finalmente a nuestros comercios habituales de Guisasola que en alguna oportunidad nos abrieron libreta porque nos habíamos quedado sin fondos debido a las contingencias económicas devenidas del proceso. Los que estuvimos cerca de ella fuimos privilegiados, la vida nos regaló a Dorita, solo resta saber hasta qué punto la merecimos, y si tenemos dudas al respecto es momento de comenzar a entender nuestra ventura y hacerle honores a tamaño privilegio. Hay gente altera, altruista y profesional en Coronel Dorrego, no es posible que los perversos sigan dominando la escena tomando decisiones sin tener capacidad, ni voluntad, ni alteridad para hacerlo.  

Más allá de los sinceros pésames y lamentos recibidos en este mes, detalles que agradezco, algún día será necesario pensar en la localidad de qué lado de la vida se está, porque eso de lagrimear tardíamente y al mismo tiempo seguir sosteniendo este perverso sistema de salud y a quienes lo llevan a cabo resulta de una imperdonable y culposa hipocresía social. Sé que es riesgoso, puesto que el sistema de salud local (público-privado) es un embudo del cual no hay escapatoria posible, y que para hallar respuestas más o menos acordes a los dilemas, desde los menos (una vesícula por caso) a los más complejos, es necesario emigrar hacia otros distritos, ni los actores de este sistema con los cuales he intercambiado visiones y que en gran parte asisten a mis razones son capaces de enfrentarlo, porque en definitiva temen por directas o subrepticias represalias. La política no mata, pero todo muerto cuando nada se hizo por evitarlo es político, quiénes matan son los perversos que en lugar de honrar sus cargos juegan con ella a favor de sus espurios intereses.    

Reflexión final para no tratar más el tema pues sé que Dori detestaba ese estado de autoconmiseración permanente ante las desgracias y debe estar enojada conmigo, solía afirmar que hay que bancarse estoicamente la que a uno le toca, no es justo para los demás, sufrientes de lo suyo, cargarlos con las nuestras. Pues eso era Dori, estoica, en el más amplio sentido filosófico que posee el término. Lo que queda me lo guardo en el corazón. Hace algunos años la sociedad en general se exhibió muy consternada y emocionalmente sensible por el padecimiento degenerativo de Estaban Bullrich, hombre público con enormes recursos, acaso poseedor de la mejor prepaga, influencias, un salario de senador y con capacidades tangibles para sanarse en el exterior con las eminencias del planeta, correlato que también fue acompañado por muy buena parte de nuestros conciudadanos del distrito y la región. Pues resulta doloroso que tal correlato no se haga extensivo a gente del común, como en el caso de Dori, hija de un peón de campo y de una modista, la cual con mucho esfuerzo familiar se recibió de docente, vocación que abrazó con suma dedicación y amor en su pueblo, y que tristemente no gozó durante su padecimiento con ese fervor emotivo y solidario a pesar de no contar ni con recursos ni con influencias, debiendo tolerar hasta el destrato y la decidía del Modelo Médico Hegemónico y la cofradía local. Acaso como sociedad deberíamos direccionar mejor nuestro GPS piadoso para atender las urgencias y acompañar a los menos favorecidos, aquellos que no disfrutan de ser atendidos como merecen, por ausencia de influencias, recursos y abolengo, aquellos que no cuentan con la bendición del poder real y los medios de comunicación, aquellos que simplemente serán asentados como daños colaterales del sistema.    

*Gustavo Marcelo Sala. Editor