Revista Nos Disparan desde el Campanario Año III Nro. 47 La impunidad del poder económico en la Argentina por Horacio Rovelli
Fuente: infoNativa
Una descripción incisiva sobre la
fuga de capitales y la formación de activos en el exterior que se llevó
adelante durante el gobierno de Mauricio Macri 2014-2019; y el saqueo que ha
montado el poder económico dominante en la Argentina.
Con fecha 21 de mayo de 2020 el BCRA
publicó el Informe "Mercado de cambios deuda y formación de activos
externos, 2015-2019”, donde demuestra que la deuda tomada en la gestión de
Cambiemos que superó los 100.000 millones de dólares, unos 24.000 millones se
utilizaron parta pagar deuda externa (comprende los 9.300 millones de dólares
que se le pagó a los fondos buitres encabezados por NML Capital y Elliot
Management Corporation de Paul Singer). Pero hubo otra parte de la deuda en
divisas que tomó el Tesoro de la Nación en la gestión de Cambiemos, por 86.200
millones de dólares (que incluye el crédito del FMI por 44.559,9 millones de
dólares), y como paga sus gastos en pesos, le vendió esos dólares al BCRA y,
el BCRA se lo vendió a los bancos y, éstos los compraron para sí o
para sus clientes.
Es más, ese Informe sostiene que en
total, 6.693.605 personas físicas y 85.279 personas jurídicas (empresas)
adquirieron los 86.200 millones de dólares referidos durante la gestión de
Cambiemos, pero los 100 (cien) mayores compradores (que son empresas),
compraron 24.679 millones de dólares Nunca el BCRA reveló los nombres de
esas firmas, pero sí lo hizo el semanario digital “El Cohete a la Luna” en su
nota titulada “Los 100 de Macri”, del 24 de mayo de 2020, listado que no
fue desmentido por el BCRA, y menos por las empresas nombradas.
Nunca pensaron los que compraron
dólares desaforadamente, que el BCRA le iba a pedir a los bancos que se los
vendieron, quienes fueron los que adquirieron esas divisas y, esa es la razón
por la que esas empresas, en sus Memorias y Balances que publican anualmente,
no pueden demostrar de dónde sacaron los recursos para poder comprarlos.
Se trata de posesión de divisas
netas, no de pagos ni de cobros, esto es, la tenencia de dólares que compraron
y que debería estar en poder de la firma, dado que en esos años fue legal su
compra, ya que en diciembre de 2015 el gobierno de Cambiemos eliminó el
programa de consultas de operaciones cambiarias de la AFIP y levantaron la
restricción de comprar 2.000 dólares por persona física y jurídica y por mes
del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, para pasar a ser de 2.000.000
de dólares. En mayo de 2016 el BCRA amplió dicho límite a 5.000.000 mensuales y
en agosto de 2016 no se puso ningún límite a las operaciones en el MULC
(Mercado Único y Libre de Cambio) constituido por los bancos y los compradores
de divisas.
Las empresas deben presentar su
Memoria y Balance General anual ante la Comisión Nacional de Valores dado que
cotizan en Bolsas de Comercio del país y, ante la AFIP, de acuerdo a las normas
internacionales de información financiera (NIIF) y de las normas impositivas
del país.
En esos estados contables deben
exhibir un cuadro denominado “Estado de Flujos de Efectivo Consolidados” en el
que debe constar el aumento neto de efectivo y el equivalente de efectivos que
es donde se contabiliza la compra de las divisas (divisas en efectivo, en
cuentas a cobrar, en cuenta corriente, en caja de ahorro, en certificado de
depósitos plazo fijo, en títulos de deuda externa, etc.). Ese cuadro se combina
con el de Activos y Pasivos en moneda extranjera, y de ambos resulta la
información de cuántos dólares fueron adquiridos por la empresa en el ejercicio
fiscal.
Haciendo ese estudio observamos que
las empresas que más compraron dólares en el período 2016-2019 como Telefónica
Argentina SAIC (Movistar), subsidiaria de Telefónica de España, que lo hizo por
1.248 millones de dólares; Pampa Energía (Marcelo Midlin, Joseph Lewis,
Blackrock) que compró 903,8 millones; TELECOM SA del grupo “Clarín”,
compró 647,5 millones de dólares; el grupo ARCOR presidido por Luis Pagani, que
adquirió, a través de sus empresas controladas ARCOR SAIC y BAGLEY ARGENTINA
360,7 millones de dólares; el holding Techint, liderado por Paolo Rocca,
a través de tres de sus empresas controladas (TECPETROL SA, TERNIUM ARGENTINA
SA, y TRANSPORTADORA GAS DEL NORTE SA) adquirió 547 millones de dólares; y
demás empresas, sumando las 100 primeras la compra de 24.769 millones de
dólares y, ninguna de ellas, puede demostrar contablemente los recursos en
efectivo para hacerlo.
Dada la sospecha fundada de evasión
fiscal, la Administración Federal de Ingresos Públicos en cumplimiento de sus
misiones y funciones debería investigar los movimientos bancarios, tanto los
que tienen que ver con la compra de dólares probando el origen de los fondos,
como los relacionados con las transferencias bancarias en divisas y su destino.
Asimismo, la AFIP debería fiscalizar los saldos contables en dólares al final
de cada ejercicio y verificar en qué cuentas bancarias - nacionales y/o
offshore - estaban esas tenencias.
Si la AFIP investigó los movimientos
bancarios, tanto por la compra de dólares probando el origen de los fondos,
como los relacionados con las transferencias bancarias en dólares y su destino,
no lo sabemos, porque por el secreto fiscal no lo hizo público y, tampoco, hizo
nada para recuperar parte del dinero evadido, de manera que la actual
administración afronta la negociación con los acreedores (bonistas privados,
locales y extranjeros) y el FMI, por lo que el pago de intereses lo realiza a
cargo de erario público (presupuesto nacional) y la cuota de pago del capital
con el FMI (la negociación con los bonistas hace que comience a amortizarse la
deuda en el segundo semestre del año 2024) lo hizo y lo plantea hacer, con
plata que le dio y le daría el mismo organismo internacional, primero las
dos cuotas del año 2021 con la ampliación de los DEG y, las del año 2022 en
más, cumpliendo las condicionalidades del “Fondo”, con lo que se refinancia
cada vencimiento a diez años.
De allí que la Vicepresidenta de la
Nación sostuvo en su disertación en conmemoración del “Día de la Bandera” del
20 de junio 2022 que: “…del Banco Central te dicen ‘no se puede informar hay
secreto bancario’. Los de la Comisión Nacional de Valores te dicen: ‘no, hay
secreto bursátil’. Y la señora AFIP te dice: ‘no, hay secreto fiscal’. Entonces
los que tienen y los que han tenido la sartén por el mango y el mango también
están de fiesta. Muchachos, este es un Estado estúpido, un Estado donde no se
articula la información que tiene el Banco Central con la información que tiene
la CNV con la información que tiene la AFIP para poder desarticular y desarmar
la estafa, porque han estafado a la Argentina. La han estafado y todos tienen
miedo. No, que no puedo hacer eso porque hay secreto… sí, es cierto que existe
el ‘secreto’ pero tampoco hay voluntad ni actitud de cambiar las cosas para
desarmar lo que ha constituido una verdadera estafa de los argentinos”.
En primer lugar, el “Secreto Fiscal”
data desde 1932, en que se sancionó la ley 11.683 de procedimiento tributario,
dictadura de Agustín P. Justo. Incluso fue modificado para hacerlo más
estricto en el texto ordenado de 1978.
El “Secreto Bursátil” data desde 1968
mediante la Ley 17.811 de Oferta Pública de Títulos Valores, dictadura de Juan
Carlos Onganía
El “Secreto Financiero” artículos 39
y 40 de la Ley 21.526 de Entidades Financieras de 1977, dictadura de Rafael
Videla.
Como un gobierno democrático y en un
marco de endeudamiento y obligaciones externas, mediante un Decreto de Necesidad
y Urgencia no suspende el cumplimiento de los secretos pergeñados por grandes
beneficiados tras los gobierno de facto.
Máxime que la deuda ha sido el
mecanismo privilegiado de ingreso de divisas para facilitar la fuga de
capitales y, por ende, la constitución de activos externos por grandes
capitales que actúan en el proceso de producción y circulación local. Pero a la
vez, esas empresas que operan en sectores críticos de la economía nacional,
presionan para devaluar nuestra moneda y de esa manera valorizar la fuga y, si
retornan al mercado argentino, puedan comprar por la mitad lo que vale el
doble.
No hace falta que se devalúe el peso,
el tipo de cambio vigente demuestra que es competitivo, con fuertes superávit
comercial, incluso pese a que los grandes importadores adelantan sus compras en
el exterior (1) (pagan una parte antes que la mercadería ingrese al
país) y los grandes exportadores frenan sus ventas (con granos en silos sin
vender, por ejemplo).
A simple vista se observa el fuerte
superávit comercial y también el acrecentamiento a pasos agigantados de las
importaciones (del 44,2% en dólares comparando los cinco primeros meses del año
2022 contra igual lapso del año 2021).
Qué se debe hacer
El gobierno de Alberto Fernández no
bien asumió, envió el Proyecto que fuera la Ley 27.541 de Solidaridad Social y
de Reactivación Productiva, que declaraba la emergencia de casi todo, menos la
“Emergencia Cambiaria”, que es imprescindible porque le hubiera permitido al
BCRA, en cumplimiento de sus misiones y funciones, preservar las reservas
internacionales, en lugar de rifarla entre adelantos a las importaciones de
grandes empresas, cuando ninguna de ellas tiene esa necesidad y, peor aún, de
haberle vendido dólares al tipo de cambio oficial a empresas que el mismo
BCRA que realizó el Informe "Mercado de cambios deuda y formación de
activos externos, 2015-2019” sabe que compraron dólares y lo fugaron.
Entonces mediante un DNU se debe
instrumentar ya la Emergencia Cambiaria y a la vez, dicho DNU debe contemplar
en el marco de sospecha fundada de evasión fiscal, la eliminación de los
secretos bancarios, fiscales y bursátiles y, un ejercicio más decidido del
control estatal sobre los grandes capitales
Notas
(1) Comprándole dólares al BCRA
al tipo de cambio oficial ( de $ 62 en diciembre de 2015 a $ 129, 20 al
24 de junio de 2022), sin límite alguno, solo demostrando que deben comprar por
ejemplo soja de Brasil o de Paraguay para procesar en sus plantas industriales
*Horacio Rovelli. Economista
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