Revista Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro. 45 Meditaciones pre y post electorales de un Peronista por Carlos Baffoni

 

I     9 de Noviembre

 

¿Cómo entender - por momentos desearía estar delirando - la degradación que ha alcanzado a nuestro gobierno? ¿Desde cuándo el peronismo ha tenido necesidad de mendigar votos por las calles? "Caminar las calles, escuchar a la "gente",  falta el timbreo y que inviten a la Vidal.

El peronismo se expresa en actos y políticas públicas que hablan por sí mismos. NO necesitan el chamullo y verborragia de políticos devenidos en vendedores de tónicos para el pelo. ¿Quién puede imaginar al Pingüino o a Cristina "caminando" por las calles? Néstor Kirchner lo que hacía no era "caminar" sino fundirse en un abrazo con su pueblo, que es algo muy distinto. Cristina, como es una dama, no se abrazaba, pero desde su tribuna y actos  multitudinarios lo hacía simbólicamente junto a un pueblo agradecido por la catarata de políticas que invariablemente beneficiaron a los trabajadores y a los sectores más humildes, relación directa que le generó el odio eterno de los poderosos, los cuales desean su muerte todos los días. Un gobierno es peronista cuando se gana el odio de los poderosos de adentro y afuera. Es el costo que pagamos los peronistas. Sino, a dedicarse a otra cosa. Porque, parafraseando a W. Benjamìn: "SINO, HASTA NUESTROS MUERTOS CORREN PELIGRO".-

 

 

II    10 de Noviembre

 

Ayer, unos periodistas supuestamente oficialistas se escandalizaban por el resultado de una encuesta donde diversos sectores del pueblo expresaban descontento con las medidas del gobierno supuestamente populares, por ejemplo El congelamiento de precios. Uno de ellos salió a atacar a los encuestados, por "derechizados". Es una vieja estrategia reaccionaria culpar al pueblo por sus posiciones cuando no coinciden con las posiciones de los gobiernos incluso progresistas. Pero esto supone algo previo: que las medidas gubernamentales son inspiradas por el Eterno, es decir: verdaderas, por lo tanto, intocables. Los periodistas no pueden ver una sencilla verdad: Que el pueblo, los que votamos en el año 2019, eses casi 50% de los argentinos, esperábamos un gobierno peronista. Así nomás, con sus luces y sombras, pero peronista. El congelamiento de precios no es una medida peronista en sí. La usó Macri incluso, siendo neoliberal, en el último tramo de su gobierno. La usamos en 1973 con el gobierno revolucionario de Cámpora, con el pueblo en la calle defendiéndola como herramienta revolucionaria, una más entra tantas. El problema es el contexto en la cual se usa. Al revés de lo que dice el periodista, un peronista jamás desestima lo que el pueblo expresa, porque esa expresión es lo que guía su práctica política; a mí y a millones de argentinos nos desencanta un gobierno que no asume su condición de "maldito", de crítico del orden nacional e internacional impuesto por un imperio en decadencia como es hoy EE.UU, que ha perdido, o cuando más, empatado sus batallas en el siglo XX, y en éste, con su salida vergonzosa de Afganistán. No entiende que hoy con las armas no se gana ninguna guerra, las bayonetas, ya lo decía Napoleón, no sirven para sentarse sobre ellas. Como decía Hernández .Arregui, el imperialismo no sólo vence, sino convence. Pero era otro imperialismo, hoy no vence, y convence solo a políticos flojos de cincha instalados en el propio gobierno popular. El FMI es el hijo problema que parió en 1945, hoy desprestigiado, que ha perdido casi todos sus clientes.

Bercovich, un economista capaz muy lúcido, no peronista, puso en claro que desde dentro del gobierno se apagaron las luces y que eso es el costo por abandonar una postura crítica, la doble maniobra del gobierno: para dentro, no pagar la deuda, para la hinchada peronista, y para afuera, con los ricos, negociar. "Va a haber un acuerdo con el FMI". Santoro, el vocero del gobierno, un pibe honesto, alfosinista, verborràgico, en una entrevista con éste periodista encubre ésta doble postura del gobierno y acude a un viejo slogan socialdemócrata: "La correlaciòn de fuerzas". Un "realismo" derrotista propio del "revisionismo" marxista del siglo xx, que "aconsejaba" aceptar el capitalismo, y hacer algunas "reformitas" para que sea digerible a las masas. Un enunciado abstracto que no dice de qué fuerzas se trata y qué lucha está en juego. Uno supone que en ésta "correlación" estamos los laburantes, los pobres, los desocupados. Ahora pregunto: ¿Qué "fuerza" ejercemos? ¿Por qué no aclara en esa "correlación" el lugar de los oprimidos?  A no ser que se refiera a que en esa correlación el gobierno sea el protagonista contra el FMI. ¿Pero el "gobierno" qué es? ¿NO somos acaso ese 50% por ciento que lo transformó en tal?  Otra vez lo abstracto  que Marx denunció con todas sus fuerzas en el Capital como herramienta de la burguesía para someter a los explotados). ¿Puede haber una "correlación de fuerzas" entre los ricos y los pobres? Evidentemente Santoro está perdido. El tipo este quiere decir que hay que bajarse los leones con el FMI. Ahora bien: ¿Cuál es la diferencia con el macrismo?. El pueblo (lo que ellos llaman "gente de a pie", claro, no anda en los autazos en que andan ellos) no es boludo: ninguna diferencia sustancial. ¿Entonces para qué votar?. Unos tienen leones de algodón argentino y los otros importados de yanquilandia.

 

 

III      13 de Noviembre

 

Quizá disienta con algunos compañeros que parecen haber olvidado la crítica profunda que hicimos en los setenta a la "partidocracia", incluso el "partido justicialista". En todo caso, era cuando más, una táctica entre otras para enfrentar los militares liberales encaramados en el aparato del Estado. Incluso, una trampa posible para encorsetar al peronismo al estrecho marco partidocrático manejado por la burguesía. De hecho la partidocracia, aún hoy, legalizada y propuesta como "única solución" a las injusticias sociales, las cuales no dejan de aumentar, no solo se construyó para eso, sino para consolidar su poder. Entonces te dice: "Tenés que votar", no hay otra.

Y millones de argentinos no van, y hay enojo, decepción, entre peronistas incluso. ¿Pero, tan difícil es aceptar lo que hace 40 años era moco de pavo? ¿Un peronista diciendo "Tenès que votar"? ¿No es más propio de nuestra condición aceptar la rebeldía del pueblo ante un sistema que no responde a sus necesidades? El peronismo se realiza cuando transgrede el marco miserable de la democracia burguesa. Perón, su compañera, Cámpora y la JP, Néstor y Cristina, son un claro ejemplo de eso. ¿Se pagan costos? Por supuesto. Pero no hay otra si se pretende que los oprimidos, los trabajadores, los dominados, tengan una vida digna. La tortilla y el huevo de Perón.... Pero, ¿quién se acuerda de eso?

 

 

IV     13 de Noviembre II

 

Quizá me ayude un poco esto para apoyar lo que escribí hace un ratito. Aníbal Ponce, un gran marxista argentino que lamentablemente murió joven en un accidente México, donde se exilió aseguró que "La rebelión es legítima". Puede no ser legal, entonces. También fue el que inventó la categoría "El hombre nuevo", que hizo suya el Che. Cuando dije que el peronismo se realiza en la transgresión del Amo democrático, el que te dice cómo es la cosa y no te atrevas a desobedecer, uso categorías lacanianas malentendidas, esquivadas, por psicoanalistas moralizados. Lacán no era ningún moralista. Introdujo dos categorías para escándalo de sus discípulos: Lo Posible y lo Imposible. Lo Posible, para ser bien claro, es la realidad mentirosa en que vivimos. "Esto es lo que hay". A lo que tenemos que resignarnos. Es brava esta idea: nadie quiere admitir una cosa así. Bueno, para convencerse, vean "Truman, historia de una vida", y sabrán qué es el psicoanálisis. Lo Imposible es lo que está más allá de la realidad, lo Posible es el conformismo, o sea, la insatisfacción neurótica que tan bien describió Freud en sus "histéricas". Lo obtenido no es lo buscado. Vos quietito, pórtate bien, no transgredas. Generaciones de malos psicoanalistas diabolizaron el término, derivándolo al incierto mundo de la perversión. Pero viene el loquito francés y dice: El síntoma es transgresión, y algo más: es la huella del Inconsciente, lo "reprimido", que llamó Verdad. Y dijo: "Ame su síntoma". O sea, su rebelión, su no conformidad con la realidad que le imponen.

Tiene dos caras: una de sufrimiento y otra entonces, de Goce, realización del Inconsciente. Estamos viviendo hoy en estado de gran tensión, especialmente los peronistas: votamos, no votamos. Si no votamos, quedamos en falta con el gobierno. O sea, con una variante del Amo. Pero, mandando a votar, incitando, acaso rogando a votar a un gobierno que muestra inconsistencias, que no transgrede, que no se anima a enfrentar el Amo capitalista, o el Democrático, nos condena, aunque no lo sepa, a lo Posible, sin acceso a lo Imposible, que es "Donde es preciso que Yo venga a ser". A la realización de los deseos y goces más legítimos de la comunidad de argentinos.

 

V    15 de Noviembre

 

Julio Escalona, un notable intelectual venezolano, economista y ex guerrillero de los 50, haciendo una crítica profunda de su activismo radical, dijo que la guerrilla lo que hizo fue poner piedras en el camino a la radicalidad que reside en el pueblo. Que la revolución verdadera es que el pueblo piense con su propia cabeza. ¿Pero cómo interpretar ese pensamiento? Se sabe que cuando asumimos una posición radical, molesta. Hasta te pueden decir: "Sos extremista". He visto como militantes de izquierda que asumen posiciones radicales se transforman en parias. Lo que se espera es "un buen tono", que seas "moderado", "equilibrado". El "centro" es lo correcto: La "Mediocritas" aristotélica, un verdadero cinismo de un pensador esclavista. Ahora bien, cuando asumimos esa "razonable" posición en la vida, propia de "un equilibrio mental", que los psicólogos aplauden, uno ve que tiene un costado siniestro: millones de compatriotas son empujados a la miseria y el desconsuelo. Nos ponemos dialoguistas, de "centro", se llega a acuerdos razonables, nos damos la mano con los que nos odian sin contemplación y hasta desean nuestra muerte. Mientras tanto, abajo, muy abajo, crece la angustia, la bronca, y....la radicalidad. Parece que después de las elecciones, el "acuerdismo" se aproxima. Como el gobierno se horroriza ante la posibilidad de asumir una posición radical, acorde a la radicalidad del pueblo, las urnas hablan claro, ("El peronismo será revolucionario...o no será", cuidado con esta frase, plantea el problema del Ser, nada menos), estimula la radicalidad de las derechas, que no tienen problemas en serlo, porque saben que al serlo ponen obstáculos a la radicalidad popular. Tomarían las armas, incluso, si fuera posible, lo hicieron antes. Entonces, lo que dice Escalona puede ser interpretado más o menos así, y tomando la frase de Eva Perón: El peronismo será revolucionario porque el pueblo en su esencia lo es. La radicalidad al residir en el pueblo debe ser asumida por el peronismo... o éste no será nada.

 

 

VI     17 de Noviembre

 

Espectacular marcha peronista en Plaza de mayo. Es de esperar que no sea traicionado el pueblo por el gobierno. No es propio del peronismo hablar de diálogo político con el enemigo. El sueño de la "Unidad nacional" es un sueño reaccionario. Hay que aceptar que el conflicto es permanente. La lucha es para siempre, y lleva generaciones ganarla. Hernández Arregui lo dijo claramente: "Una generación no es nada en la lucha de liberación nacional. Empezó en 1955. Y no ha terminado. Hay una revolución inconclusa y un país interminado”.

Clausurar, negar esta lucha, es simplemente reaccionario, un llamado a la unidad nacional, es desactivar, negar, la lucha.

 


*Carlos Baffoni. Psicoanalista

 


Comentarios

  1. Tiene razón. ¿Correlación de fuerzas?.. Si vas a esperar los números para hacer la revolución, olvidate... Nunca se hubiera hecho revolución alguna

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