Revista Nos Disparan desde el Campanario Año II Nro. 43 El peronismo como “síntoma” del Capital por Carlos Baffoni
Pintura de Daniel Santoro
Hace un momento subí una nota de Bercovich, un periodista que siendo del FIT, parece peronista. La pregunta surge: ¿Dónde está el peronismo realmente? El "hecho maldito" que mal-dice al Capital, que es una especie de síntoma de éste, para hablar simplemente, el grano en el culo del Capital. El psicoanálisis en mi opinión debe salir de gueto donde se instaló, como todo síntoma, tiene una cara de sufrimiento y otra de lo que Lacàn llamaba "plus-de goce", que no es sexual, sino que es distancia, separación, denuncia, transgresión.
Es
incómodo hasta para el mismo sujeto, que pide al médico psiquiatra, o el mal
psicoanalista que....”lo erradique”, lo saque del medio, así puede seguir con
su vida "normal". Pero junto por el inodoro donde termina el síntoma,
se va junto con él la Verdad del sujeto: sus rebeldías, su transgresión a los
mandamientos morales, sociales, políticos, religiosos, parentales, cuya
"verdad" es sólo la del Amo, con sus diversas caras.
Éste
es el verdadero Lacàn, un subversivo, al que hasta sus propios discípulos
negaron, y niegan. Como yo no tengo el prejuicio de la normalidad, y fui un
"subversivo" desde mis 20 años, estoy como pez en el agua con el Dr.
Lacàn. Y con el peronismo, síntoma del Capital.
Y
como estoy acostumbrado a lidiar con las resistencias de mis propios
analizantes a conciliarse con su Verdad, por más traumática que sea para su
narcisismo, y también con las propias, creo captar, como muchos peronistas de
verdad que pagan su precio de serlo, que el peronismo es el síntoma ahora del
gobierno que no quiere asumirse peronista. No sólo del Capital y sus sirvientes
ocasionales, sino del mismo gobierno. No es novedad, ya pasó. Siempre pasa. Con
Menem fue espantoso. La neurosis del personaje llegó al punto tal de que siendo
el presidente se peleó con otros para sentarse al lado de Bush, el Amo de
turno.
Claro,
cuando uno no se hace cargo de la Verdad, hermana de lo Real, ésta retorna e
irrumpe traumáticamente en el "Yo", o sea la realidad, la mentira en
que vivimos.
La
inflación desenfrenada, pobreza, indigencia, desigualdad intolerable, son el
retorno de lo "reprimido", como decía el maestro vienés, verdad según
el maestro francés, sin pelos en la lengua.
Cuando
se asume que el peronismo es el hecho maldito del Capital se lo eleva a la
dignidad del síntoma, se da la posibilidad de un saber-hacer en el terreno de
la realidad. "Mejor que decir el hacer", pagando el precio que hay que
pagar (los neuróticos odian pagar su precio para liberarse de sus amos), es la opción
del peronismo. El 17 de octubre es el día de la conmemoración de ese particular
síntoma que es el peronismo en la realidad impuesta por el Capital.
Se
observan las dudas obsesivas, lo hacemos tal día, el 18, el 17 no por esto, por
aquello, el día de la madre, que el gobierno por un lado, la CGT por
otro....Que en tal lado, cuando el peronismo nació (como un hijo no deseado,
in-esperado) hasta por su mismo padre, en la Plaza de Mayo. Millones de hijos
sumergidos, negados por una Patria infame, una Madre abandonante de sus propios
hijos. Adoptados como tales por un General sin hijos propios. El 17 de Octubre
se conmemora, se recuerda el día de esa adopción. De millones de hijos ilegítimos
de antes y de ahora, que reclaman ser tenidos en cuenta, que se honre sus
vidas, que se acepten sus reclamos, escuchen sus angustias, sus soledades, y la
alegría de ser reconocidos como hijos legítimos de la Nación.
*Carlos Baffoni. Psicoanalista
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