Revista Nro. 19 Dime cómo construyes y te diré qué piensas por Favio Camargo


La vivienda ha sido un problema para el ser humano desde que abandonó África y comenzó a caminar hacia el frio para “dar la vuelta al mundo”. Mientras se estaba en una temperatura cálida cualquier cosa servía para protegerse un poco de los elementos como la lluvia y el viento. Pero a medida que se avanzaba hacia el frio se precisaba más protección. El hombre aprendió a usar pieles y con huesos hizo agujas que le sirvieron para coser estas pieles y con un par de estacas y varas en forma de horquilla protegerse en toldos. Se cree que hasta que no aprendimos a trabajar las pieles de los animales para construir viviendas y ropa no pudimos avanzar hasta la zona de Siberia y luego cruzar por la zona de Bering hacia lo que hoy se llama Alaska y de ahí recorrer este continente en el que vivimos. La sedentarización de la especie que vino con el Neolítico hizo que pensáramos en hacer viviendas más resistentes y permanentes que un toldo de píeles. Y los materiales fueron apareciendo. La madera, la piedra, el adobe, el ladrillo cocido más tarde…. Cada pueblo fue adaptando sus técnicas de construcción a los materiales que tenía a su disposición.  Hace miles de años las viviendas de uso personal se construían con lo que se tenía a mano. Recién con la aparición del ferrocarril y el camión comenzaron a usarse de forma masiva cosas “traídas de lejos” en las casas….cemento, tejas, diversas maderas y metales. El barro fue un material importantísimo para las viviendas de la zona en la época que vinieron nuestros antepasados por acá a asentarse en lo que hoy es el pueblo. Los pueblos nativos de la zona vivían en casa de tipo toldo, aunque otros que eran más sedentarios construían en piedra. Ya sea utilizado en la técnica constructiva conocida como “quincha”, que son paredes de barro reforzadas con varillas de madera (ver ilustración) o en forma de ladrillos de adobe ( que son ladrillos de barro secados al sol pero sin cocinar) y también ladrillos cocidos asentados con barro en lugar de cemento. El uso del cemento es más reciente de lo que muchos creen en la zona, 100 años más o menos. Lo que un gobierno hace con las viviendas de los sectores populares es una de las cosas que más lo pintan frente a los demás. El Peronismo tuvo una arquitectura característica con sus casitas de Barrios Obreros, que todavía podemos ver en Dorrego. Cuando trabajaba de gasista fui a una que todavía tenía el calefón original, creo que Simplex, de esos que tienen una palanca tipo heladera Siam para subir y bajar la temperatura del agua…imagínense si se usaron buenos materiales…
Como no recordar esa gilada (¿Puede un docente decir “gilada” se preguntará usted...en aislamiento social y preventivo obligatorio?… pues la respuesta es SI!!!) de que “lagente” quemaba el piso parquet; material que es casi imposible de quemar sin ahogarse, porque son maderas impermeabilizadas con brea de un lado y con pintura del otro….es como querer hacer un asado con botellas de plástico…pero si  le creen a majul….
Los gobiernos que podemos encasillar como “neoliberales”, hacen viviendas sociales (cuando las hacen) que marquen bien que eso es una vivienda social, como para discriminar y decir…ah...ahí vive un pobre…. En los países que antes llamaban “comunistas” las viviendas eran en su mayoría torres de mono-bloques. Algunos dicen que era por un tema ideológico y otros que era por la necesidad de dar una respuesta rápida a millones de personas que precisaban viviendas. El paisaje de la RDA que pasaban por los medios eran esas enormes torres grises de mono-bloques, aunque en los pueblos las casas eran de diseños más lindos, casitas alpinas con techo a dos aguas. En Coronel Dorrego, el municipio ha hecho 20 casas en 20 años…más o menos…eso dice mucho también no?
Nota: Pueden ver si les interesa el tema un documental que se llama “El barro, las manos, la casa”.




*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur


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