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El caso Mattiotti - 1973




El socialista Giacomo Matteotti ha pasado a la Historia por su asesinato en el momento crítico del inicio del fascismo italiano y por sus consecuencias, pero sin negar la importancia histórica de este hecho se olvida su protagonismo político y su intenso compromiso en el complejo y agitado universo del socialismo italiano y de la política italiana de las primeras décadas del siglo XX. En este artículo nos centraremos en su vida y sus acciones hasta ese momento. uestro protagonista nació en 1885 en el seno de una familia acomodada en una localidad de la provincia del Rovigo en el Véneto. Eso le permitió estudiar, licenciándose en Derecho en Roma. Allí entró en contacto con el socialismo. Su compromiso le llevó a tener muy pronto un destacado protagonismo entre los socialistas. En la Gran Guerra fue uno de los más firmes partidarios de la neutralidad, lo que le terminaría causando problemas, ya que sería encarcelado en Sicilia.
Como apuntábamos, Matteotti fue un combativo socialista, apodado “La Tempestad”. En 1919 entró en el parlamento italiano, siendo reelegido en 1921. Donó parte de su salario como diputado a un orfanato de niños.
La Italia de la posguerra, como es sabido, sufrió una intensa inestabilidad económica, social y política. Matteotti destacó en esos momentos por su firme posición frente al pistolerismo y la violencia política de los escuadristas y de los camisas negras. No se cansó de denunciar los hechos que protagonizaba el pujante fascismo italiano. Pero, además, fue muy consciente de la necesidad de que la izquierda se uniera y dejara de enfrentarse entre sí. Debemos recordar no sólo las intensas diferencias entre socialistas, comunistas y anarquistas, sino, también las propias del socialismo italiano. El Partido Socialistas arrastraba una larga historia de conflictos internos. Al terminar la Gran Guerra. el PSI se había convertido en la principal fuerza política italiana, pero su acción estuvo paralizada por la falta de apoyo para llevar a cabo su labor revolucionaria final. En 1921, el Partido sufrió una nueva y muy profunda crisis por el abandono de un gran número de militantes decepcionados. Fue el momento en que se creó el Partido Comunista. Turati fue expulsado por sus posiciones políticas, ya que no casaban con el creciente radicalismo del PSI. En ese momento fundó el Partido Socialista Unitario con Matteotti como secretario, y también con Modigliani y Treves.
Desde las filas del Partido Socialista Unitario se erigió como un adalid contra Mussolini, una vez que alcanzó el poder después de la Marcha sobre Roma, ocurrida en octubre de 1922. Matteotti, con una valentía poco comparable entre el resto de políticos contrarios a lo que estaba ocurriendo, siguió denunciando los intentos de Mussolini de imponer una dictadura.
El 30 de mayo de 1924, Matteotti se dirigió a los diputados en el parlamento para protestar sobre cómo se habían realizado las elecciones en el mes anterior, en las que consiguió revalidar su acta de diputado. Aquel discurso constituye uno de los momentos cumbres de la Historia parlamentaria italiana. En medio del rugir de los diputados fascistas, Matteotti fue explicando y denunciando todos los abusos cometidos en los comicios. Para el socialista estas elecciones habían sido un fraude. Al terminar fue consciente de que su vida estaba sentenciada, y así lo comunicó a sus compañeros socialistas en la cámara. El 10 de junio sería secuestrado, y el 16 de agosto su cuerpo, en un avanzado estado de descomposición, fue encontrado en un bosque a las afueras de Roma.
Sin lugar a dudas, Matteotti tiene un lugar destacado en la Historia de Italia, del socialismo y de la de la lucha contra el fascismo.

Fuente de Origen: Andalán



















Riphagen, el carnicero holandés - 2016



Andries Riphagen, el carnicero holandés fue uno de los sujetos más despreciables de la Historia. Un usurero sin escrúpulos que se ganó la confianza de cientos de judíos para delatarlos a los nazis y quedarse con sus bienes y joyas. La previa estancia de Andries Riphagen en EEUU le permite conocer en directo los manejos de la mafia, lo que le vale el apodo de ‘Al Capone de Amsterdam’. Con la llegada de los nazis pasa a trabajar para la Oficina Central para la Emigración Judía, cuya misión es rastrear las propiedades de los judíos para requisárselas. Pero Riphagen obtiene suculentos ingresos adicionales prometiendo a judíos adinerados que les guardarán joyas y piezas de valor hasta finalizar la guerra y chantajeándolos o denunciándolos a los nazis para quedarse con el botín. Fue un hombre que durante la ocupación nazi de los Países Bajos, se ganaba la confianza de los judíos para robarles sus pertenencias y posteriormente denunciarlos a los nazis para que fueran enviados a los campos de concentración. El actor Jeroen van Koningsbrugge lo encarna realizando un trabajo impecable, agregaría como crítico polizón, descomunal. Le aporta mucho carisma y conseguirá poner de mala forma a los espectadores. La película, pensada como miniserie de 3 capítulos, se enfoca como un thriller dramático que sirve para describir la inmundicia humana de los que se aprovechan de la dificultad de los demás. Por desgracia, pasa en todas las guerras y en todas las crisis. Es un film que te hace sufrir pero que a la vez resulta artísticamente soberbio. Por fuera que el anecdotario nos relata de su estadía a partir de 1948 y por algunos años en Argentina, habiendo tenido contacto con el poder político de entonces, es bueno recalcar que muchos criminales nazis y colaboracionistas de estos tuvieron la oportunidad de emigrar hacia tierras americanas, de norte a sur, aprovechándose de salvoconductos una vez finalizada la contienda, instalándose en aquellos destinos en donde tenían mejores y mayores conexiones. De hecho Riphagen las tenia con un integrante de la CSJ de aquella época, el Dr. Rodolfo Valenzuela, quien luego seria secretario de Perón,  relación que le permitió frecuentar a las más altas autoridades nacionales. Luego viajó por el mundo afincándose indistintamente en Alemania, Suiza y España. En ninguna documentación consta que sus periplos hayan estado relacionados con la operatoria denominada ratlines. La órdenes para su extradición por crímenes de guerra recién se libró en 1988, Riphagen había muerto de cáncer 15 años antes en Suiza.   










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