Revista Nro. 13 ¡LA SANGRE DERRAMADA NO SERÁ NEGOCIADA! Por Pedro Caramelli Lagleyze


Rodolfo David Ortega Peña no tenía ni un pelo de sonso. Al día de hoy, si su vida no hubiera sido arrancada en esa noche del 31 de julio de 1974 por una ráfaga de balas en las calles porteñas de Carlos Pellegrini y Arenales, pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, estaría signado como un dirigente "políticamente incorrecto".
        Fue él quien al jurar como diputado un 14 de marzo de 1974 pronunció la frase del título de este ensayo: "La sangre derramada no será negociada".
        Su muerte, a 30 días de la de Perón anunciaba que ... los tiempos habían cambiado ...*; matar a un Diputado en pleno centro porteño indicaba claramente esa línea divisoria. Muerto Perón había vía libre. El FUN (factor de unidad nacional) que era Perón -vivo- llegaba a su final y se empezaba a desatar el infierno contenido.
        En esos violentos años setenta podías estar en una o en varias listas, y el "Pelado" estaba por lo menos en dos, y si no estaba primero, seguía ahí nomás, arribita; él así como su inseparable amigo Eduardo Luis Duhalde.
        Pero Rodolfo no se cuidaba mucho, decía: la muerte no duele cuando sus amigos le tiraban un: "cuidate". Tuvo la suerte de no ser un desaparecido, no fue una incógnita sin entidad* como muchos otros.
        La frase: "la sangre derramada no será negociada" evoca una consigna irrenunciable de no connivencia con el oponente. Muchos - equivocadamente- la interpretaron de un modo matemático, en donde debía existir una suerte de equivalencia numérica entre los caídos en batalla, no siendo ese el objetivo de la lucha por la liberación nacional.
        Leyendo esta frase que fue por cierto muy trillada en los años setenta en nuestro país, y que era objeto de pintadas de muros, así como se encontraba presente siempre en forma de banderas en los velatorios de los militantes de la tendencia revolucionaria, creo que hoy podríamos arriesgar otra frase con un mismo significado para nuestro presente, ello con el objetivo de separarnos -quienes militamos en el amplio campo popular- tanto de los propios como de los extraños.
        En un presente en donde la imaginación ha activado métodos de lucha distintos (aun cuando aquellos otros métodos no hayan sido abandonados totalmente), la frase podría cambiar así: las palabras pronunciadas y las acciones exteriorizadas no serán olvidadas.
        Hoy nos tenemos que masticar a un/a "Massita" que -vaya paradoja- es uno de los nuestros, igual que cuando era jefe de gabinete de Cristina. Pero yo no me olvido de una de sus "acciones exteriorizadas", cuando en el Congreso voto a favor ratificando el decreto presidencial por la modificación de la ley de medios audiovisuales, esa ley que tanto molestaba al Grupo Clarín.
        Lamentablemente a Massita lo tuve que votar obligado por no poder cortar la boleta en ese segmento, como seguro le habrá pasado a varios compañeros. Le mando mis saludos al "armador" de la boleta, aunque entiendo que de no ser así la misma iba a tener que venir con tijerita incluida.
        No sea cosa que mañana alguien -y de los nuestros- nos quiera hacer creer, por ejemplo, que Patricia, la Pato, por sus antecedentes Montoneros es justo que regrese a nuestras filas.
        Y a propósito de la Pato, increíble cómo le han pifiado en el comunicado con el objetivo de cuidar la tan -vapuleada y espiada por ellos- Re-pú-bli-ca.
        Igual soy honesto, no lo entendí; me genera esta duda: ¿cuál es el crimen de extrema gravedad institucional?, que:  ... el juez, la fiscal y las fuerzas policiales responden al poder político enquistado en la provincia de Santa Cruz ... . O,... El secuestro, desaparición y asesinato de Fabián Gutiérrez, que en 2018 confesó ante la justicia haber sido testigo de los circuitos de corrupción del kirchnerismo, ... .
        Si es el primero la cuestión giraría en torno a la división de poderes del estado y que probada esa sospechosa connivencia, efectivamente se trataría de un crimen de extrema gravedad institucional.
        Si es el segundo, hay de parte de los firmantes un malicioso adelantamiento sobre la autoría de las hipótesis delictivas descriptas: secuestro, desaparición y asesinato; y en ese caso el crimen de extrema gravedad institucional estaría siendo cometido por ellos al emitir el comunicado.
        Entendido sólo en la lógica del adversario me arriesgo a decir que le han pifiado y feo en el comunicado en general, pero en lo que más han errado es en el título del mismo.
        "Las palabras pronunciadas y las acciones exteriorizadas no serán olvidadas". HLVS.
        
        
NOTA: La ley y las armas. Biografía de Rodolfo Ortega Peña, de Felipe Celesia y Pablo Waisberg, editorial Aguilar. Pos. 30


NOTA: Palabras de Videla Jorge Rafael pronunciadas en conferencia de prensa. 





*Pedro Caramelli Lagleyze, Abogado, docente



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