El énfasis, la euforia, los medios, la turba
moralista, los archiconocidos de siempre coparan la escena en breve con otra consigna.
La inocente ilusión introducida en nuestras medulas
(sin anestesia) impregna con el soma de la dulce mielina nuestras conexiones
nerviosas más íntimas, empujándonos una vez, una y otra vez mas. a cargar
contra aquella armada insensible, en una lucha continua decorada por calurosos
debates, irrefutables hechos y evidencias, obtenidos con tremendo esfuerzo y
análisis.
No voy a caer en esa trampa, hoy solo me limitaré a relatar imágenes rescatadas de confusos entre-sueños y volcarlas sin filtro.
Seguirán las marchas de un frente o del otro y las
pancartas y la efímera sensación de una victoria.
Así funciona nuestro intelecto y un impulso
optimista concluye que el conflicto Vicentin se va a abrir como un sol entre
las nubes calentando el frío patiecito de nuestro invierno de aislamiento (así
se veía en mi sueño).
Porque es así, que no hay más vueltas, que así
pensamos, porque así debe ser, porque así lo soñaron y nos los contaron en
otros tiempos fervientes lideres desde agitados palcos y balcones.
La empresa pantalla de vergüenzas delictivas, una
vez intervenida florece, se renueva brindando trabajo y bienestar a muchos.
Los malandras juzgados, sentenciados, con sus
riquezas congeladas sujetas a ser confiscadas para facilitar el cobro de
acreedores, mientras expertos contadores forenses rastrean el dinero y obtienen
la repatriación del monto en su mayor parte.
Y ese Viejo de barbita que miserablemente mostraba
su excitación, desbordando baba por un costado de la comisura de sus labios al
sentenciarte a la marginación declarando que era una ilusión pensar que te
merecías un teléfono celular, un buen pago ,o unas vacaciones; hoy vencido, exponiendo sus debilidades al tenue golpeteo de tristes gotas escasas en una
ducha fría de prisión, contempla atormentado el dilema de si será prudente
agacharse para levantar el jaboncito del piso o pasar otro día oliendo su
sobaco al extracto ahumado de sudor almizcle de zapato Viejo o perro mojado.
Sin embargo mientras la lucha continúa y el
resultado no sea tangente con las imágenes de mi sueño seria de vital
importancia implementar ya sin demora una comisión de expertos para analizar
todas las entramadas filosas aristas de este polígono y desarrollar planes,
medidas estructuras legales y preventivas que impidan la continuidad de esta
práctica impune en secuencia repetida (ya en demasiadas oportunidades) de esta
mala farsa delictiva con formato empresarial.
Es cierto , no es posible que se impida el
cometimiento de un delito, la justicia actúa a posteriori y así debe ser pero
si se pueden crear condiciones, marcos legales, resortes policiales que impidan
un hurto descarado de tal magnitud.
Dejo para los expertos y los analistas continuar el
buen trabajo de aportar cifras, descubrir nuevos desfalcos e irregularidades,
descuento que será bandera y desvelo de la cofradía de los puristas de la
honestidad pura exigir sin descanso el esclarecimiento de todas las oscuras
avenidas de la fraudulenta fuga del dinero “V” (incluyendo allanamientos,
destrucción de muros, y excavaciones).
No pienso ni por un segundo en brindar análisis, cifras,
citas y reportes contundentes porque no se lo merecen. Sigan bailando
alegremente desnudos de vergüenza ciudadana en la pandemia, por la propiedad
privada de los Capone y de los Singer.
Porque ya pasó muchas veces, porque nos robaron
mucho, porque nos sacaron tanto, por los chicos que están esta noche pasando hambre,
porque como dijo el innombrable que los acobija y engordó a estos
tramposos con créditos fáciles sin compromiso: “¿Cuántos jardines de infantes
se podrían haber hecho?”
Y les bajo línea chorlitos: ¿Cuántos hospitales,
cuántas escuelas? ¿Cuántos comedores para chicos, cuánto para la ciencia? ¿Cuánto
para la educación, la investigación, las obras publicas…?
*Javier
Martín Miró. Ingeniero agrónomo, autor del libro Javier, Paco y el Loco y otros
cuentos. En 1991 emigró a Sydney, Australia, en donde desarrolla su actividad
profesional como Biosecurity Officer
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