Revista Nro. 12 Pastel y rocas... por Favio Camargo


Siempre me gustó el cine italiano. Cuando no existía internet todo era más difícil de averiguar por lo que este misterio me acompañó hasta hace unos años. Me ponía a ver las películas y notaba que las voces a veces no se correspondían con la gestualidad…y pensaba…que raro que esta gente que hace películas tan buenas no pueda solucionar esto y la voz quede siempre fuera de tiempo con la imagen.
Desde que se inventó el cine y luego se le vio el potencial comercial y cultural se buscó que éste llegara a la mayor cantidad de público posible. El cine mudo se solucionaba fácil, se traducían los inter títulos y listo. Con la llegada del sonido algunos mercados tomaron dos caminos diferentes, el subtitulo con voz original, lo que a mi gusto es lo correcto ya que preserva la totalidad de la obra y el doblaje.
El doblaje es una voz en el idioma del mercado receptor de la película realizada por actores más o menos talentosos. Quienes defienden esta práctica dicen que vuelve a las obras más accesibles y comerciales para quienes no sepan leer, ya que si uno va al cine para despejarse de todo, no quiere andar leyendo, y más después de haber leído apuntes de la universidad toda la semana.


Pero vamos a centrarnos en el cine italiano. El doblaje realizado era un doblaje del mismo idioma. Se quitaba la voz original del intérprete y se la reemplaza por la de un actor de doblaje. Otras veces  la voz del mismo interprete era grabada en estudio, por alguna razón no se usaba sonido directo.
El nacimiento de la industria del doblaje coincide con el periodo fascista. Se buscaba la eliminación de los dialectos y la creación de un idioma unificado, para pasarlo a algo bien simple, es como los dibujitos animados que se doblaban en Méjico o Chile y a nosotros nos llegaban en castellano neutro. El italiano de las películas no se hablaba casi en la vida real, era demasiado perfecto, demasiado pulido, hablaban igual todos los personajes, de emperadores a docentes y de concejales cocainómanos a cosmonautas.
El doblaje obligatorio por suerte fue abandonado hace unos años en el cine italiano, aunque sigue siendo una industria que todavía ocupa a muchísimos actores de voz para dibujos animados y series.





*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur



Comentarios

  1. Hace tres décadas atrás el actor oriental Eduardo D´angelo hacía en un glorioso programa cómico llamado Hupumorpo, luego Hiperhumor, un sketch titulado El Hombre del Doblaje.. Era una parodia sobre la actividad en donde la monumental y hermosa Katia Iaros, Almada, Berugo, Espalter, Soto, Redondo y Frade simulaban una película, en ocasiones los hacía con pelis verdaderas . Escuchando en la actualidad algunos doblajes que se hacen los muchachos de Hupumorpo se quedaron cortos con la ridiculización. He sacado muy buenas películas por el lamentable doblaje, porque hay veces que nos viene subtituladas. Es preferible esperar que verlas con esa suerte de cubano agusanado de Miami..

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