Siempre me gustó el cine italiano. Cuando no existía
internet todo era más difícil de averiguar por lo que este misterio me acompañó
hasta hace unos años. Me ponía a ver las películas y notaba que las voces a
veces no se correspondían con la gestualidad…y pensaba…que raro que esta gente
que hace películas tan buenas no pueda solucionar esto y la voz quede siempre
fuera de tiempo con la imagen.
Desde que se inventó el cine y luego se le vio el
potencial comercial y cultural se buscó que éste llegara a la mayor cantidad de
público posible. El cine mudo se solucionaba fácil, se traducían los inter
títulos y listo. Con la llegada del sonido algunos mercados tomaron dos caminos
diferentes, el subtitulo con voz original, lo que a mi gusto es lo correcto ya
que preserva la totalidad de la obra y el doblaje.
El doblaje es una voz en el idioma del mercado receptor
de la película realizada por actores más o menos talentosos. Quienes defienden
esta práctica dicen que vuelve a las obras más accesibles y comerciales para
quienes no sepan leer, ya que si uno va al cine para despejarse de todo, no
quiere andar leyendo, y más después de haber leído apuntes de la universidad toda
la semana.
Pero vamos a centrarnos en el cine italiano. El doblaje
realizado era un doblaje del mismo idioma. Se quitaba la voz original del intérprete
y se la reemplaza por la de un actor de doblaje. Otras veces la voz del mismo interprete era grabada en
estudio, por alguna razón no se usaba sonido directo.
El nacimiento de la industria del doblaje coincide con el
periodo fascista. Se buscaba la eliminación de los dialectos y la creación de
un idioma unificado, para pasarlo a algo bien simple, es como los dibujitos
animados que se doblaban en Méjico o Chile y a nosotros nos llegaban en
castellano neutro. El italiano de las películas no se hablaba casi en la vida
real, era demasiado perfecto, demasiado pulido, hablaban igual todos los
personajes, de emperadores a docentes y de concejales cocainómanos a
cosmonautas.
El doblaje obligatorio por suerte fue abandonado hace
unos años en el cine italiano, aunque sigue siendo una industria que todavía ocupa
a muchísimos actores de voz para dibujos animados y series.
*Favio Camargo. Docente, estudiante
del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur
Hace tres décadas atrás el actor oriental Eduardo D´angelo hacía en un glorioso programa cómico llamado Hupumorpo, luego Hiperhumor, un sketch titulado El Hombre del Doblaje.. Era una parodia sobre la actividad en donde la monumental y hermosa Katia Iaros, Almada, Berugo, Espalter, Soto, Redondo y Frade simulaban una película, en ocasiones los hacía con pelis verdaderas . Escuchando en la actualidad algunos doblajes que se hacen los muchachos de Hupumorpo se quedaron cortos con la ridiculización. He sacado muy buenas películas por el lamentable doblaje, porque hay veces que nos viene subtituladas. Es preferible esperar que verlas con esa suerte de cubano agusanado de Miami..
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