Revista Nro. 9 Quien apostó rebeldía recibirá reformismo por Gustavo Marcelo Sala


Quien ante la crisis (económica heredada y sanitaria coyuntural) esperaba medidas revolucionarias de Alberto Fernández pecó de optimista y al mismo tiempo no lo escuchó con profundidad y atención previo a los comicios. Además el mismo Alberto lo especificó en decenas de entrevistas realizadas, curiosa y mayoritariamente, con interlocutores y medios que lejos están de nuestro ideario y paladar político. Ergo, lo tuvimos que ir a buscar a territorios hostiles. Ya era toda una señal de cómo serían sus recorridos dialécticos. Acaso estaba pidiendo que le den una oportunidad, estaba jurando que él no era lo mismo, metafóricamente que él no era 678 (cosa remarcada vilmente y muy dolorosa para muchos de nosotros) pero que a la vez los votos de Cristina eran imprescindibles para cortar con aquel modelo de saqueo macrista.
Alberto Fernández es un socialdemócrata reformista que milita dentro del peronismo, cuadro político al cual jamás se le ocurriría modificar las reglas del capitalismo. En todo caso dosificar sus egoísmos de mercado para tratar de lograr mayor inclusión y equidad modificando algunas partidas presupuestarias sobre la base de prioridades. Por lo menos así lo entendí cuando lo voté ya que aún bajo esos parámetros y asumiendo nuestros disgustos actuales esto es mucho más humano que el proyecto plutocrático al cual enfrentó. Acaso por eso uno trata de ser medianamente comprensivo en la crítica.
Lo que se vive políticamente dentro del campo nacional y popular es postkirchnerismo, una suerte de luto y desamparo en el grueso militante. Bueno es comenzar a entender que existió en el medio, desde el 2003 hasta la fecha, nada menos que 17 años, un quiebre generacional que impactó directamente en la lectura e interpretación no solo de aquel proceso de 12 años, sino además de la transición alfonsinista, del menemismo, de la democracia como concepto y del propio período plutocrático encabezado por Macri. Allá por el 2013 insistíamos desde estos espacios sobre comenzar a pensar el kirchnerismo en términos históricos. De hecho la propia Cristina en su discurso de fines del 2018 dentro del Foro Mundial de Pensamiento Crítico de Clacso reclamó la creación de nuevas cosmogonías debido a que:

1.  El neoliberalismo es una construcción política.
2.  Esta construcción política genera sus propias categorías de pensamiento.
3.  Tenemos que generar las nuestras.
4.  Una de las categorías de pensamiento que debe ser superada es la de izquierda versus derecha, porque está perimida.
5.  Por lo tanto debemos reformular la categoría “Pueblo”.

Es probable que bajo estos parámetros Cristina esté mucho más de acuerdo con Alberto que con sus entusiastas militantes. Tal vez esta visión huidiza del conflicto y las pulsiones son las que le estén dando forma a esas nuevas cosmogonías. Lo cierto es que sería muy provechoso que el kirchnerismo, repasando sus viejas hojas de ruta y a partir de la comprensión de su historia entienda que al pueblo, hablo de esa categoría incluyente, híbrida y compleja, no le agrada que le reiteren el pasado que ya sabe, sino está más interesado en saber lo que le sucederá en el presente y en el futuro inmediato…


*Gustavo Marcelo Sala – Editor -


Comentarios

  1. Donde hay que firmar

    ResponderEliminar
  2. Excelente lectura Gustavo, ahora una pregunta: ¿Es posible construir con la base que componemos un frente político que en un futuro mediano gane elecciones en todos los niveles prescindiendo de los "Lista 2"? O los probables líderes futuros de esa base (La Cámpora & asoc.) con su gran falencia federal "estén mucho más de acuerdo con 'la liga de gobernadores' que con sus entusiastas militantes"
    PD: muchas gracias por Volver Mejor a los alrededores del campanario

    ResponderEliminar
  3. Te respondo con una frase del Negro Dolina: "La única manera de que no haya heterodoxias ni herejías es quedándose solo…" Creo que estamos de acuerdo, y me parece que los militantes debemos ser más honestos intelectual y políticamente. Me hubiera gustado algo de mayor revulsión, pero Alberto no me habló de eso, de manera que lo voté sabiendo que como dice Rivera, por el momento, La revolución es un sueño eterno, y no tengo derecho a exigírsela a alguien que nunca me habló de ello. La prioridad era darle batalla al poder real con el poder popular. Por eso hasta me parece muy desleal correrlo por izquierda. Hasta ahora el gobierno no pudo implementar política alguna, solo está tratando de cerrar el tema de la deuda heredada y enfrentar la pandemia.

    Abrazo y gracias
    Gustavo Marcelo Sala

    ResponderEliminar
  4. Gustavo, no estoy cuestionando al gobierno, estoy preguntando como ve a "Unidad Ciudadana" a futuro; reconociendo que su visión de los hechos políticos del último lustro me es muy útil.
    Nuevamente gracias por su aporte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta coyuntura mortal nos corrió el arco a todos, de manera que es muy arriesgado y hasta deshonesto hacer presunciones. Hay que salvar vidas y ese debe ser el paradigma. Lo que si creo es que al ser mortal ameritaría un prudencia que gran parte de los actores políticos y sociales opositores no tienen. Abrazo

      Gustavo M. Sala

      Eliminar

Publicar un comentario