Revista Nro. 9 .. MOLOCH por Horacio Pili


“MÁS QUE POR LA FUERZA,
NOS DOMINAN POR EL ENGAÑO”
Simón Bolívar


La reforma que aún no se ha realizado en toda Latinoamérica es la cultural. Venimos desde hace 500 años repitiendo una y otra vez, con algunos matices, las mismas formulas, las cuales nos han traído hasta hoy, en donde la pobreza, la exclusión, la marginalidad y la estigmatización de las clases más relegadas son las características que definen a todas las sociedades de nuestro continente.
1492, fue el año en que se inició la colonización de América, y la fecha fundacional de la globalización. Aquellos años se diferenciaron de los actuales por la lentitud de los tiempos en la circulación, tanto de bienes como de capitales, pero en esencia sigue siendo igual ahora que antes. América aporta materias primas y Europa se queda con el plus valor potenciado por el valor agregado.
Los gobiernos que  representaron  a los latinoamericanos en los primeros 15 años del Siglo XXI, tuvieron en común, errar, en algún aspecto, el enfoque de la gestión, se abocaron solamente a lo económico y a lo social. Hubo un desperdicio en la oportunidad histórica de encarar una verdadera reforma cultural, empezando por la deconstrucción pedagógica, que nos permitiera afirmar lazos con nuestra propia y rica historia
La colonización, no solo se llevó el oro y la plata (solo de las minas de Potosí, se llevaron 20.000 Tn. de plata), sino que produjo un verdadero genocidio. Persiguieron, encarcelaron, torturaron, violaron y masacraron más de 60 millones de originarios. Invisibilizaron  idioma, arte, ciencia, filosofía, creencias, usos y costumbres. En su lugar impusieron la religión católica, el idioma español, cultura y educación metropolitana. Así pasamos a ser colonia.
Deconstruir la cultura es realizar un cambio de forma y de fondo de toda la pedagogía. Se deberían reimprimir todos los textos, desde la educación inicial hasta los post doctorados con nuevos contenidos, que fijen una nueva epistemología. Desde un aspecto formal, el cambio debería encarar un sentido totalmente opuesto al vigente. En la actualidad, y desde hace muchísimos años, los diseños curriculares se confeccionan para que el alumno se adapte a ellos. De este modo, se afecta totalmente la singularidad de la persona. Pues bien, lo que es imperativo realizar es lo inverso, diseños que se adecuen al individuo, reconociendo en ellos la libertad de elección.
Desde su infancia el niño se expresa en lo lúdico y en su grafía. Es el momento de un importante protagonismo del Equipo de Orientación Escolar, acompañando esa vocación expresada, la cual se deberá ir estimulando fuertemente. Es, en estos primeros años de su vida, durante los cuales el niño, comienza a expresar su orientación vocacional. La metodología debe ser continua, de modo tal, que acompañe al alumno en toda su vida formativa, para que su aptitud siempre sea estimulada.
En resumen, el proceso de crecimiento biológico del niño, debe llevar en paralelo una identificación temprana de su vocación, para que la misma pueda ser desarrollada firmemente.-
Se tiene en el método Montesori un muy buen ejemplo.
Respecto a los cambios de fondo, los mismos deben consistir en un rompimiento total con los contenidos eurocentristas. La Edad Moderna se caracterizó por un lado con el inicio de una carrera tecnológica que llega hasta nuestros días, pero también con la férrea decisión de ocultar todo lo referente a lo que no fuera europeo. Se puede decir que ya, desde la identificación de las etapas históricas (Antigua, Media, y Moderna) la influencia de ese pequeño continente fue decisiva. Esta división se debe a historiadores y sociólogos alemanes, quienes también adjudicaron la filosofía a Grecia, cuando en realidad, los propios filósofos griegos sostenían que los verdaderos padres de la filosofía eran maestros Egipcios. De allí la habían tomado.
La Edad Media para el conocimiento europeo, se caracterizó por el feudalismo, cuando en realidad en  ninguna parte el mundo este sistema económico y social existía. Por el contrario, fue el Imperio Otomano, en esos tiempos, quien, junto a las culturas medio orientales y orientales, marcaron el rumbo del mundo, desde lo cultural, comercial,  filosófico, religioso y tecnológico. Demás está decir que el poder económico de todos ellos, era fastuoso. Fueron los chinos e hindúes, quienes le aportaron el Know Haw, el capital, la materia prima y la tecnología a los ingleses para desarrollar la revolución industrial. Los ingleses, luego de haber obtenido todo esto, sometieron a los pueblos del Oriente en su beneficio, hasta la aparición de Gandhi y el despertar de China después de 400 años.
Johannes Gutenberg, supuesto creador de la imprenta en 1440 (Siglo XV), fue un muy buen imitador, ya desde el Siglo V los chinos imprimían libros y papel moneda.
Europa antes de 1492, era un  territorio encerrado entre el Océano Atlántico y los límites del Imperio Otomano. Su afán por dominar el camino de la seda, los obligo a navegar el  Atlántico, y sin planearlo descubrieron estas tierras de América, con las consecuencias ya conocidas.
La realidad histórica indica que las corrientes inmigratorias de hace más de 50.000 años, y que poblaron, lo que hoy es Alaska, Canadá y EEUU, eran de origen Mongol, Coreano y Japonés, por su parte Centro América y Latinoamérica se pobló con  grandes navegadores de piraguas provenientes de la Polinesia y la Melanesia. Aun hoy en estos territorios hay evidencias culturales y científicas de lo que se expone. En lo cultural, los originarios del Amazonas y los originarios de las islas Fiyi, Papúa, Nueva Guinea, etc. tienen en común, cortarse una falange en señal de duelo por la pérdida de una familiar. En México hay templos donde las esculturas de las deidades están con la lengua afuera, que es el saludo de los polinesios fundacionales.
En lo científico, el ADN de originarios americanos es en un 80 % oriental. Por lo tanto se debe decir que América es el extremo oriente del oriente.  No es de manera alguna occidental. Esta última denominación nos  la impusieron con la colonización.
Y así con estos pocos ejemplos, queda palmariamente demostrado lo consistente de la dominación que ejerce Europa sobre nosotros.
Siglos de sometimiento y exclusión. América es tan milenaria como las culturas fundacionales de la humanidad, como la Egipcia, Semita, China e Hindú. Nuestras culturas mesoamericanas (Imperio Azteca) e Incaica, dejaron su impronta, la cual fue arrancada por los colonizadores a fuerza de sangre y reducción. Esto último llega a nuestros días, donde la exclusión, y la explotación del hombre de trabajo, han tomado una performance tal, que no ha dejado más que pobreza y hambre en vastas franjas de la población, en  la mayoría de nuestros pueblos.-
A esta altura de la nota, Ud. amigo lector, se preguntara qué relación hay entre esta y el título.
Hace 4000 años los fenicios adoraban al dios Moloch, a quien, le ofrendaban en sacrificio el primogénito. Las familias ricas compraban un recién nacido primer hijo a una familia pobre para darlo en ofrenda y de esta manera proteger al suyo.
Hoy, el mundo está en medio de un capitalismo salvaje, que a ungido al dinero como un Dios, por quien, se sacrifican vidas de personas valiosísimas de clases postergadas. Sigue existiendo MOLOCH
La verdadera reforma de fondo que debe hacer la pedagogía, es que junto a los aspectos formales reconozca al  individuo en un contexto de comunidad, para que se le permita ser libre pensador y artífice de su destino, en un contexto de inclusión e igualdad de oportunidades.



*Horacio Pili Instructor de Formación Profesional, Sub jefe de área Centro de Formación Laboral N° 401 Tres Arroyos.






Comentarios

  1. Me hizo recordar al libro La Máquina del Tiempo de Herbert G. Wells, texto del que luego se hicieron un par de películas. Los Moloch, humanoides del futuro que se alimentaban de seres humanos subsumisos y obedientes, resignados a su destino, mantenidos por aquellos antropófagos a semejanza de un feedlot. El capitalismo tiene esas reglas, las reglas Moloch. Acaso la única que nos queda es esperar la llegada de un viajero en el tiempo que nos libere, tal vez el mejor viajero es la formación.

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