Revista Nro. 9… El secreto de la felicidad por Favio Camargo




No se escape que no me he puesto a currar con la autoayuda. Esto es una nota de Historia o algo que se le parece bastante.
En una película de esas que fueron posibles con la apertura democrática titulada “Otra historia de amor”, uno de los personajes le dice al otro.
-¿Cómo vas a ser feliz? Te traicionaste más de una vez.
Mas o menos así va la cosa con la Socialdemocracia.
Muy lejos queda Phillip Schiedemann asomándose por el balcón gritando: “la monarquía podrida se ha derrumbado…soldados…trabajadores…el káiser ha abdicado…viva la república….todo por el pueblo…todo para el pueblo”. Su discurso estaba en casa en un disco de vinilo pequeño que sonaba como una sartenada de rabas. Más cerca queda Felipe González entrando a la OTAN de rodillas o el SPD alemán armando a todos los bandos en la guerra civil yugoslava con el armamento de las fuerzas armadas de la ex RDA. Cuando Moreno se ralla y comienza a decir que el neoliberalismo y la socialdemocracia son lo mismo no está tan equivocado. Desde los 80 la socialdemocracia es un sello de goma que agrupa a personas que sienten culpa de asumirse como  neoliberales. Originariamente la SD intentó crear una economía mixta. Empresas estratégicas en manos del Estado y fuerte protección social a quienes se caían del sistema por una razón u otra. Algo que era equidistante a la inutilidad genocida del marxismo que lleva al hambre por su incapacidad de producir y la deshumanización absoluta del liberalismo que es muy eficaz produciendo pero muy malo repartiendo y considera a las personas como números o como cosas. Si bien sus orígenes son anteriores al 1900, la SD se hace realmente fuerte luego de la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945). Abandona la idea de la lucha de clases y propone la cooperación entre las clases, con un sistema impositivo progresivo se crea una red de contención que permite darle a todos los seres humanos un piso mínimo de dignidad. Educación y salud públicas, acceso a la vivienda, protección al niño, seguridad social, derechos laborales. Se creía que podía humanizarse al capitalismo e ir desde abajo construyendo una sociedad socialista, pero sin desconocer la propiedad privada y la economía de mercado.  Actualmente los partidos que se dicen socialdemócratas están más cerca de cavallo y de martinez de hoz que de Palme y de Brandt.
Cosas que pasan.







*Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur

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