EL
DERECHO A ELEGIR por José Javier Cortez
Entre otras tantas características, según la
mitología greco-romana, los dioses insistían en el respeto por parte de los
mortales. No siempre castigaban las malas acciones, pero sí a aquellos que se
comportaban con insolencia con ellos.
Ya durante el Renacimiento, Galileo
(1564-1642) fue obligado por el Santo Oficio a abjurar de sus ideas, que
refutaban las teorías sostenidas en la física aristotélica, lo que le valió el
arresto domiciliario de por vida. EPPUR SI MUOVE.
En su novela de ficción LA MANO DE DIOS, Charles
Templeton (1915-2001) describe la relación entre dos amigos. Michael Maloney
era un alto funcionario eclesiástico y Harris Gordon un prestigioso
antropólogo. El nudo de sus intercambios es recorrido por un hecho comprobable
que pondría en juego las bases de la fe cristiana. Una vez más se cruzan las
verdades científicas con las religiosas, dando como resultado un final trágico
para el antropólogo y en contra de la ciencia.
En la mitología, en la ficción, en la vida
real (desde donde se nutren las dos anteriores), es una constante la presencia
de imágenes y mandatos divinos a los que tenemos que responder. Más arriba se
describen tres ejemplos entre miles (podríamos preguntarnos: ¿Y Giordano Bruno?
¿Y los pensadores y científicos de los siglos XIX y XX?, etc., etc.).
Aquí no entra en discusión la existencia de
la religión como tal, de los diferentes cultos, de los dogmas, de la libertad
de culto ni de la autoridad de la Iglesia sobre sus fieles. Todo lo contrario.
Lo que nos está faltando como sociedad, es el derecho a no integrarnos al
colectivo de creyentes si es que así lo deseamos.
Teniendo en cuenta los prejuicios,
padecimientos y castigos de todo orden a los que se ven sometidas diversas
minorías por no ajustarse a creencias religiosas (colectivos por la identidad
sexual, matrimonio igualitario, los partidarios de la interrupción voluntaria
del embarazo) y sabiendo que autoridades de diferentes credos, directamente o a
través de grupos de fieles que militan en contra de los derechos de las
mencionadas minorías, ejercen presión sobre las instituciones y la población en
general para conseguir su adhesión, es que nos debemos nuevas respuestas a los
dilemas de siempre.
Demás está decir que un gran número de
militantes por los derechos de las minorías son creyentes.
En una magnífica compilación de intercambios
epistolares entre Umberto Eco (1932-2016) - reconocido laico - y Carlo María Martini (1927-2012) - arzobispo
de Milán- titulada ¿EN QUÉ CREEN LOS QUE NO CREEN?, demuestran a la perfección
que la convivencia de la ética y la moral entre los creyentes y no creyentes en
un credo determinado es, no sólo posible, sino imprescindible.
Nuestra sociedad debe seguir trabajando
intensamente para desterrar conductas autoritarias que perpetúen los
desencuentros y nos permitan elegir en libertad e igualdad.
*
José Javier Cortez, Médico Clínico, Funcionario del área de salud del distrito de Coronel Dorrego, cargo que ocupó durante el gobierno del Intendente Dr. Pedro Juan Testani y Concejal 2015-2019 FPV-UC Coronel Dorrego
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