El apellido “cuántico” por Dora Mabel Eulalia


Prólogo

LAS 9 REGLAS DE CARL SAGAN
Hasta sus últimos días, Carl Sagan aplicó estas reglas en su lucha contra la superstición y lo que llamaba “ciencia basura”, instando a la humanidad a mantener el espíritu crítico. “La pseudociencia llena las necesidades emocionales que la ciencia deja insatisfechas”, afirmó.
En su libro  “El mundo y sus demonios” (1995)¸ una defensa de la ciencia sobre la irracionalidad,  enumera nueve reglas del pensamiento escéptico:
  1. Confirmar la realidad (independiente de los hechos).
  2. Debatir sobre la prueba con todos los puntos de vista posibles.
  3. No confundir experto y autoridad (“En la ciencia no hay autoridades, como mucho, hay expertos”).
  4. Reconocer que siempre hay más de una hipótesis.
  5. No aferrarse a una hipótesis porque sea la nuestra.
  6. La cantidad numérica es clave para discriminar las hipótesis.
  7. En una cadena de argumentación, todos los eslabones deben funcionar.
  8. Lo más sencillo suele ser lo más probable.
  9. Las proposiciones que no pueden comprobarse ni demostrarse falsas no tienen mucho valor científico.


Desarrollo

La física clásica funciona de la siguiente manera, los “curiosos” físicos observan el mundo a su alrededor y tratan de elaborar reglas o leyes de su funcionamiento, las cuales ponen a prueba para ver si funcionan y si se observa algo inesperado en los experimentos es necesario replantear las reglas ya que significa que no se ha entendido completamente la observación inicial.
La física cuántica es justamente un set de reglas de cómo se comporta la naturaleza a escalas muy pequeñas, en términos de átomos y partículas fundamentales y requiere un nuevo lenguaje basado en matemáticas. Dichas reglas se utilizan en infinidad de aplicaciones tales como sistemas electrónicos de los innumerables dispositivos que usamos a diario.
Muchos físicos dicen que el mundo se ve diferente después de estudiar física cuántica porque con nuestra naturaleza macroscópica no estamos familiarizados con la extraña conducta de las partículas que viven en un mundo microscópico.
Una técnica muy usada por “expertos” (charlatanes mediáticos) consiste en usar términos científicos que suenen tan complicados que su público no cuestione su dominio del tema. Utilizan términos como energía, campos, vibraciones, frecuencias y resonancias, totalmente fuera de contexto o aplicados a temas desconectados, los que potenciados con un buen manejo de la palabrería inducen a la germinación de disciplinas pseudocientíficas que son un fraude a la espera de consumidores desinformados.
Si a algunas personas les gusta creer en un bienestar personal basado en el alma, el aura o algún otro concepto místico, es su decisión; pero cuando se comienza a lucrar con productos (ya sea en forma de medicinas, publicaciones, ejercicios, etc) que garantizan ese tipo de “bienestar” en base a sin sentidos utilizando lenguaje y conceptos científicos fuera de contexto, se está abusando de la ignorancia de las personas desinformadas y se está cometiendo fraude.

Desde hace un tiempo han aparecido en las redes sociales y medios de comunicación tradicionales agrupaciones que hablan de “medicina cuántica” contándole a la gente que su alma, su espíritu y su energía vital puede conectarse con el universo y por una “módica” suma ofrecen salud y bienestar a través de libros con trabalenguas. Su medicina se basaría en “la alineación y balance de energías gracias a la conexión que cada uno tenemos con el universo y la energía oscura a través  de la llamada energía sutil …..”  Esta afirmación cumple con todas condiciones descritas de las clásicas estrategias de estos charlatanes que intentan dar una base científica al fraude.
Este es sólo uno de los muchos negocios armados para engañar a la gente mintiéndoles acerca de la física cuántica y como la aplican, es todo un engaño para sacar dinero abusando de su vulnerabilidad por problemas físicos o psicológicos.
Cualquier persona que haya recibido educación primaria y/o secundaria y tenga ganas de pensar y recordar un poquito, puede saber que el cuerpo humano funciona en base a una serie de proceso químicos los cuales involucran intercambio de energía, que no es una energía cósmica, ni mágica, ni “sutil”. La energía se define como la capacidad para realizar un trabajo y no tiene nada que ver con aura mística o un espíritu.
Es importante mencionar que la física cuántica sí puede y es utilizada para tratar enfermedades, pero estas modernas técnicas son llevadas a cabo por físicos y médicos con muchos años de estudio e investigación, no por alguien que lo “aprendió” leyendo libros de Chopra o viendo videos en YouTube.
Si nos encontramos en una situación en la que no sabemos si el que habla es un experto o un charlatán podemos salir de la duda con estos dos pasos:
Pedirle que nos explique cómo funciona su método/invención/producto en lenguaje simple.
Pedirle que explique en lenguaje simple las palabras usadas en la explicación.
Un experto “real” va a poder responder a estas peticiones utilizando palabras que su interlocutor pueda entender y se va a esforzar en hacerlo.



“La pseudociencia es siempre peligrosa porque contamina la cultura y, cuando concierne a la salud, la economía o la política, pone en riesgo la vida, la libertad o la paz” – Mario Bunge


* Dora Mabel Eulalia, Profesora de Física y Química, Analista de Sistemas y Editora

Comentarios

  1. Clarísimo.
    HAY demasiados chantas fomentando el obscurantismo medieval, en pleno siglo XXI.
    Buen aporte para poner luz sobre este tema!

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    Respuestas
    1. Lo peligroso es que han vuelto a tener aquel poder político inquisidor

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