.. y por fin los disparos desde el campanario nos dieron, y fue final…

  … y luego de ocho años de que nos hirvieran a balazos desde el campanario, finalmente nos hirieron de muerte. Sabíamos que en el Pago, tarde o temprano, el dilema se resolvería así, ya ocurrió en varios pasajes de su historia con personas mucho más capaces y valerosas que uno, entonces ¿por qué, no?; aún los riesgos, creo que valió la pena esa insensatez de aventurar pensamiento crítico y multitemático de manera independiente en Coronel Dorrego - sin tabular el rostro social del afectado, en algún caso anticipándonos y adelantando tendencias que luego se transformaron en debate -, distrito cuyas estructuras y relaciones socioculturales sedimentadas desde el inicio de su historia, yermas en telarañas, no nos presenta la posibilidad del libertario oxígeno virtuoso, ruinas de conformidad que se encuentran resguardadas por una guardia Pretoriania compuesta, vaya paradoja epocal, por las cuatro cohortes apocalípticas de la modernidad: la subsumisión, la cobardía, la conveniencia y la hipocresía.

Hasta los que se exhiben como progresistas, vanguardistas, nacionales, populares o marxistas responden de la misma manera, acaso formateados por el mismo instinto de "mass-conservación" y con la misma pulsión, imitando a aquellos sectores que manifiestan un voraz y caníbal orgullo por su heráldica plutocrática neofeudal.

Varias veces nos acertaron en este tiempo en el cual ayudamos a que algunas caretas caigan, la cuestión se pudo notar desde los comienzos, las heridas fueron de diverso tenor, más o menos graves, en algún caso con inesperadas ausencias debido a la pérdida de sangre, nunca fue de frente, la fórmula fue de atrás y siempre más de uno, nunca se atrevieron a cotejar solos dentro del campo dialéctico de las ideas.

Hasta hace un par de años que veníamos esquivando tiros y menguando los efectos con una dosis de coraje, un poco de suerte y mucha mala puntería del establishment, a pesar de que “salieris”, plagiadores y cuatreros de toda ideología y profesión varias veces tomaron del sitio y de su autor extensos relatos para banalizarlos en beneficio propio, por los cuales recibieron risibles palmadas laudatorias, tanto de las progresías como del propio establishment. Incluso durante algún tiempo nos colamos sin costo público por la ventana de sus medios masivos de desinformación subsidiados y pautados con marcado éxito editorial, por lo menos así lo mostraba la repercusión callejera y el conteo puntual de cada nota en tanto cantidad y fuente de ingreso. Porque ese es otro detalle que viene bien recalcar. Este espacio nunca fue comercial ni requirió de delirantes suscripciones, jamás recibió publicidad privada, estatal, subsidios, prebendas ni dádivas, directas o indirectas, por tanto nadie tuvo la necesidad de pagar un centavo para acceder a lo que se dijo o se silenció, cuestión usual en estos tiempos acaloradamente mercantiles hasta con espacios y periodistas rentados cuyas voces no superan las veredas de sus propias casas. Todo lo que ocurrió entre sus líneas se debió a decisiones editoriales libres.

A propósito, que nadie circule por los fangos del prejuicio facilista y el sentido común. El sitio está pasando por un excelente momento en cuanto a difusión y proyección, tanto a escala nacional como internacional, si bien jamás volvimos a los tiempos del 2012/2014 en donde aparecimos imputados durante ese lapso, por fuentes especializadas en la materia, entre los primeros 20 blogs nacionales dentro de la temática política, gozamos en el presente de un constante, muy respetable y numeroso auditorio. De manera que les aviso de antemano que no vayan por ese lado, no existe frustración en ese inciso, más allá que en Coronel Dorrego, jamás pudimos lograr superar el decil de alternativa periodística polémica. Por eso cuando fue intento radial solo duró tres entregas, no eran el momento, el lugar, el tema y las formas aceptadas por el oyente acostumbrado a otros aromas y sabores por un mercado mediático que opta por otras hechuras comunicacionales y culturales; armar y salir al aire con un programa de radio que pretendía bajar una línea para la cual no existen oyentes linda con la torpeza, y cuando intentó ser libro fue estafado editorialmente por esos sellos-embustes locales Nac & Pop que nacen y mueren para tristeza de los confiados. Y por allí andan los tipos, a las risas por sus épicas proezas de chiquero, cuidados por el silencio de sus cómplices, portarretratos grouchomarxistas, los que todavía creen en involuntarias desprolijidades…  

Pero pasaron cosas, dijo el filósofo del Newman. El clima de época varió y con él hubo un cierto corrimiento ético al liberalizarse formalmente, a través de la extorsión que propone el mercado de la carencia, las fuerzas del egoísmo, la victimización y el egocentrismo. Y fue en ese momento en donde comencé a sentir que no solo los adversarios y enemigos disparaban desde el campanario, también había compañeros que a mi paso ayudaban limpiando y cargando los Winchester enemigos, mientras los quebrados miraban para otro lado y comenzaban a disfrutar de los plagios patronales, compartiendo discursos y actos sentidos con los psicópatas de turno, hijos putativos de los asesinos, de los psicópatas de ayer. 

Compañeros que conocían mis debilidades, mis desalientos a costa de confesiones militantes en momentos que familiarmente suponía que estaba en un ámbito en donde la alteridad oxigenaba de manera romántica y solidaria nuestra triste contemporaneidad política. “El prójimo me hace ser”, decía Sartre, “la libertad del otro funda mi existencia”, entonces cuál es la razón para intentar apropiarme de él. Algo de poética filosófica nunca está de más, sobre todo cuando la melancolía apremia.

De manera que ya no tenía ninguna posibilidad de seguir esquivando los disparos debido a que no solo fue vacío, también fue tristeza y en consecuencia, final. Los órganos comprometidos hablan por sí de las certezas que poseían los francotiradores en tanto mis fatigas; el corazón, la frente, mis manos y mi boca fueron los receptores de los proyectiles. Quedará en la voluntad de los que deseen recordar, hasta que Google e Internet determinen la extinción definitiva del espacio crítico, casi 3000 publicaciones desde el año 2011 a la fecha, entre propias y seleccionadas, que en su conjunto relatan un momento muy particular de la Argentina, el nuestro, acaso muy particular y único por eso, lo que nos tocó “lo” y “nos” transforma, automática y subjetivamente, en una suerte de balsa que nos permite seguir ilusionados, tal vez de manera artera, en esta dura batalla contra la injusticia de la finitud…

Es probable, cuando este 2019 nos interrogue con su crepúsculo, y sin que medien estupideces extremas de los sectores autodefinidos como populares, que nuevamente dichas fuerzas estén al frente de las decisiones colectivas, y de nuevo procurarán casi de manera voluntariosa, cual calco y copia del pasado, incluir a centenares de miles de excluidos dentro del mismo sistema perverso que más temprano que tarde los volverá a excluir por los mismos artífices del saqueo de hoy, los que se llevarán una vez más nuestros esfuerzos, esperanzas y alegrías a sus honestos paraísos fiscales extranjeros quedándonos a nosotros la tarea de levantar los embargos, ratificando la premisa de Marx y aquello que la historia se repite primero como tragedia y luego como farsa…  

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE...

… fue un honor haber logrado la gracia de vuestra atención, por suerte dicen que a donde voy aún se toca, se “juega” y se escucha blues, y que por un arte desconocido y mefistofélico se habla en dialecto poesía…