Como en los 70´, implementar fascismo colonial a medida de los EE.UU es la tarea de la derecha latinoamericana .. pero algunos, desde el propio Wall Street advierten sobre los peligros...
Bolsonaro y Trump: fascismo neocolonial
Por Héctor
Bernardo
Fuente:
http://matrizur.org/2018/10/bolsonaro-y-trump-fascismo-neocolonial/
Washington apostó a la elección del candidato
de ultraderecha en Brasil para profundizar su estrategia recolonizadora en la
región, arremeter contra Venezuela, destruir los organismos de integración
regional, reinstalar la Doctrina de Seguridad Nacional, aumentar el control
militar del territorio y poner un freno a la avanzada de China y Rusia. “Hacia donde se
incline Brasil, se inclinará toda América Latina”, aseguraba el exsecretario de
Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger. Esa premisa parece guiar la actual
avanzada neocolonial en la región.
La elección del ultraderechista Jair
Bolsonaro como presidente de gigante suramericano es una jugada clave en la
estrategia que Washington se ha trazado para recuperar el control de su “patio
trasero”.
La llegada de Bolsonaro al Palacio del
Planalto le permitiría a los halcones de Washington avanzar con la nueva
Doctrina de Seguridad Nacional (que ahora tiene como nuevo enemigo interno a
los movimientos sociales y a los líderes populares), profundizar el control
territorial con miras a una nueva arremetida contra Venezuela, intentar aislar
a Bolivia y generar un freno en el creciente vínculo de la región con China y
Rusia.
La embajada de Estados Unidos,
encabezada por Lilian Ayalde, jugó un rol clave, en el golpe parlamentario
contra Rousseff, a mediados de 2016. Ayalde había cumplido un papel similar, en
su misión como embajadora en Asunción previamente al golpe de Estado
parlamentario contra Fernando Lugo, en 2012.
Tras el golpe contra Rousseff, el
gobierno de facto de Michel Temer (un hombre de la embajada, según revelaron
los WikiLeasks) se alieno rápidamente con los intereses norteamericanos. Entre
las medidas que impulsó el golpista Temer, una de las más destacadas fue la
modificación de la ley que definía que los yacimientos petrolíferos del Presal
(una de las reservas más grandes del mundo) solo podía ser explotados por la
empresa estatal Petrobras. Temer modificó esa normativa y rápidamente Shell,
Chevron, ExxonMobil, QPI, BP Energy, Ecopetrol y CNOOC Petroleum ganaron
licitaciones para explotar ese valioso recurso natural brasileño.
Durante 2017, el Ejército de Brasil,
junto con el de Perú y el de Colombia coordinados por el Comando Sur
norteamericano, realizaron en la Amazonía brasileña, a pocos kilómetros de la
frontera con Venezuela, los ejercicios denominados Amazonlog. La constante
amenaza de Estados Unidos y sus alfiles regionales sobre Venezuela y las
bravuconadas del mandatario norteamericano Donald Trump, que aseguró que no
descarta una intervención militar (lo que tiempo después sería también
sostenido por el secretario de la OEA, Luis Almagro), fueron el marco de esos
ejercicios.
La reciente visita del jefe del
Pentágono, James “Perro Rabioso” Mattis, también marca ese alineamiento.
Durante su paso por Brasil, Mattis coordinó con el ministro de Defensa del
gobierno golpista, Joaquim Silva, la participación militar norteamericana en la
base aeroespacial de Alcántara, en Maranhão, y remarcó que esa presencia se
verá aumenta a fines de 2018.
Temer, junto a su socio argentino,
Mauricio Macri, fueron artífices principales del proceso de desintegración
regional, lo que es totalmente funcional a los intereses de Washington.
Bolsonaro planea seguir en esa línea y como bien lo señaló el ex canciller
argentino, y actual diputado del Parlasur, Jorge Taiana, en declaraciones
realizadas en El Destape Radio, “Jair Bolsonaro
está en contra del Mercosur, no cree en una alianza con la Argentina. Él más
bien cree en volver a ser el interlocutor privilegiado de Estados Unidos. De
ganar Bolsonaro, muy probablemente veríamos un alineamiento en lo político
regional fuerte con Donald Trump, especialmente en relación con Venezuela y
probablemente también a Bolivia, y en lo económico creo que también”.
El desmembramiento de la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur) y el vaciamiento de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac), sin dudas, serán también profundizados
por el líder de ultraderecha si llega al gobierno.
En ese contexto no es de extrañar las
denuncias que vinculan el estrecho lazo entre el Bolsonaro y el senador
ultraderechista norteamericano del Partido Republicano, Marco Rubio, quien se
ha convertido en un hombre de gran influencia en las decisiones de política
exterior de Donald Trump.
Trump, Rubio y Bolsonaro comparten un
discurso retrogrado, extraído de la época de la guerra fría. Un discurso
violento que vuelve a ver el fantasma del comunismo recorriendo la región.
El freno a la avanzada de China y Rusia
en la región también es algo que moviliza a los sectores reaccionarios
norteamericanos a apoyar Bolsonaro.
El almirante Kurt Tidd, jefe del
Comando Sur norteamericano, en un informe presentado ante el Senado de Estados
Unidos declaró: “En la última década, China, Rusia e Irán han establecido una
mayor presencia en la región. Estos actores globales ven la arena económica,
política y de seguridad de América Latina como una oportunidad para alcanzar
sus objetivos a largo plazo y así avanzar en áreas de interés que son incompatibles
con las nuestras y las de nuestros socios”.
Bolsonaro y Trump demuestran que los
discursos neofascistas pueden tender puentes de norte a sur del continente en
pos de reinstalar un proceso neocolonizador y hundir a la toda la región en una
nueva etapa de tinieblas.
“El triunfo de Jair Bolsonaro es una oportunidad para nosotros” aseguran
empresarios estadounidenses
Por Zaid Jilani, periodista graduado en Universidad de Georgia
en asuntos internacionales y maestría de administración pública en la
Universidad de Syracuse y Lee Fang es periodista y escritor, colaborador de The
Intercep y The Nation.
Fuente:
Los mercados financieros están más que
felices en pasar por alto los impulsos autoritarios y las promesas violentas
del candidato presidencial brasileño Jair Bolsonaro, con la esperanza de que
implemente políticas económicas decisivas a favor de los negocios.
Timothy Hassinger, director ejecutivo
de Lindsay Corp., el fabricante de equipos agrícolas con sede en Nebraska, se
refirió al político de extrema derecha como “considerado fuertemente como
pro-agro”, calificando a su probable elección victoriosa como “una oportunidad
de ganancias para nosotros”.
Bolsonaro sorprendió a los observadores
políticos con un fuerte 46 por ciento en la primera ronda de las elecciones del
país, y se espera que derrote fácilmente al candidato del Partido de los
Trabajadores, Fernando Haddad, en la segunda vuelta electoral del 28 de
octubre.
Muchos defensores de los derechos
humanos están alarmados por los repetidos elogios de Bolsonaro a la dictadura
militar de Brasil y una plataforma que exige un enfoque más represivo de los problemas
sociales y de la delincuencia del país, que incluye reinstaurar la pena de
muerte y hacer más difícil la investigación y procesamiento de los
policías que matan en cumplimiento de su deber.
Pero la comunidad financiera mundial
está satisfecha con su sólido desempeño, alentada por la elección de Paulo
Guedes como su principal asesor económico. Banquero de derecha, formado en
la Universidad de Chicago, Guedes de haría cargo de la política financiera,
planificación, comercio y otras actividades domésticas. El historial económico
de Bolsonaro en el Congreso brasileño fue más moderado y criticado por su falta
de educación económica, pero su elección de Guedes ha sido vista como una señal
de que abrazará el consenso neoliberal, algo que los inversionistas han estado
presionando para que se ejecute en Brasil.
Guedes ha prometido vender activos
estatales, ajustar el sistema público de pensiones, revisar el código
tributario y desregular la economía. Otro asesor de Bolsonaro, Nabhan
García, dijo a Reuter que la administración reduciría las multas para los
agricultores que violan las normas ambientales en áreas sensibles como el
Amazonas.
El año pasado, The Intercept cubrió un
acto de campaña en Deerfield Beach, Florida, en el que Bolsonaro le dijo a la
multitud: “La prensa dice que no entiendo de economía. Miren, que yo sepa,
Ronald Reagan tampoco sabía, y fue uno de los mejores presidentes de Estados
Unidos”.
En septiembre, cuando las cifras de los
sondeos sugirieron que Haddad estaba ganando fuerza, la moneda brasileña, el
Real, cayó a mínimos históricos, pero desde entonces se ha recuperado en más
del 12 por ciento frente al dólar estadounidense.
A medida que se difundió la noticia del
desempeño de Bolsonaro, los inversores respondieron de inmediato. CNBC
destacó que “el indicador de referencia de la Bolsa brasileña, Bovespa, ganó un
4,6 por ciento” el lunes después de las elecciones, mientras que iShares MSCI
Brasil fondo de inversión bursátil (EWZ) subió un 6,74 por ciento, su mayor
ganancia diaria desde el 19 de mayo de 2017, cuando subió 6.75 por ciento”.
Varios analistas de la industria
financiera aprovecharon las ondas para exponer cuán impresionados están los
inversionistas de Wall Street con las perspectivas de una administración de
Bolsonaro conducida por Guedes.
Julia Leite, una corresponsal de
Bloomberg News que cubre Brasil apareció en Bloomberg Markets el 8 de
octubre y ofreció esta opinión. “Los mercados están reaccionando muy
bien", dijo. “Los mercados tienen una clara preferencia por Bolsonaro,
cuyo asesor económico es muy neoliberal, que quiere privatizar todo, quiere
tener un Estado más pequeño. ... Así que, para los mercados, esto es
realmente claro. Quieren a Bolsonaro”.
Leite señaló que, después de conocer
los resultados de la primera ronda electoral, Bolsonaro hizo un show con
Facebook Live presentando, no a su candidato a vicepresidente Hamilton Mourão,
sino a Guedes. “Anoche, Bolsonaro no convocó a una conferencia de prensa,
sino, un ¨Facebook Live¨, pero sentado junto a él estuvo su asesor económico en
vez de su vicepresidente”, señaló.
“Fascinante simbolismo allí, eso es
fantástico”, replicó el presentador de Bloomberg Markets, David Westin.
El comité editorial del Wall Street
Journal elogió a Bolsonaro, calificándolo de “drenador de pantano brasileño” y
minimizando su retórica violenta y antidemocrática. En un mitin el domingo
en São Paulo, dijo que “borraría del mapa a estos bandidos rojos”,
refiriéndose a sus oponentes políticos. En mitin anterior aseguró:
“Disparemos a la petralhada aquí", usando un término ofensivo
para los votantes del Partido de los Trabajadores.
El estratega de JPMorgan Chase &
Co. Latinoamérica, Emy Shayo, afirmó a Bloomberg Markets el 8 de octubre que el
mercado aprecia ciertos aspectos de un potencial gobierno de Bolsonaro. “Supongo
que lo que sabemos es que él ha nombrado a un gurú económico que el mercado
aprecia, con una política económica neoliberal, y esto es mejor que la
alternativa, al menos, de lo que el mercado sabe en este
momento. "Así que el mercado ha adoptado esta visión desde Bolsonaro,
y estamos viendo un repunte de las acciones y la moneda detrás de eso",
dijo.
Shayo también comentó sobre el
Parlamento federal brasileño, que se desvió aún más hacia la derecha como
resultado de las elecciones. “Lo que vimos, especialmente en términos de
la composición del Congreso, es un respaldo importante para los partidos de
Bolsonaro, que no tenía virtualmente representantes y ahora tendrán un número
decente de diputados, más de 50. “Y también espero ver a muchos de los partidos
que están en el centro del espectro político unirse a Bolsonaro y ayudar a
construir esta agenda urgente de reformas que Brasil necesita”.
El estratega de JPMorgan Chase también
ofreció algunos comentarios sobre lo que se espera que Bolsonaro logre en su
primer mandato, si es que es elegido. Destacó su disposición a recortar
los programas de seguridad social.
“Nuestra opinión es que esta elección
es suya para perder en este punto”, precisó. “Más allá de esto,
necesitamos ver una aclaración de sus propuestas económicas, especialmente con
respecto a la reforma de la seguridad social, y si habrá voluntad del Congreso
para votar esta agenda”.
Bloomberg Markets siguió preguntando si
esta agenda de la derecha estaría en peligro en un Congreso potencialmente
dividido.
“No estoy muy preocupado por
esto. Al principio, de hecho, el Congreso está fragmentado, pero tiende a
unir las fuerzas con un presidente que se elige especialmente en el primer
mandato. Algo que no hemos visto en Brasil desde hace ocho años. Así
que, al principio, menos Bolsonaro debería tener un apoyo decente, muy, muy
decente. Hemos visto a la oposición reunir alrededor del 30 por ciento de
los votos. Esto es significativo. Pero creo que, al menos, espero que
tenga un margen de maniobra para poner en marcha las reformas, que es lo que
Brasil necesita urgentemente”.
Sin embargo, no todos están a
bordo. Algunos economistas brasileños cuestionan el compromiso de
Bolsonaro con la visión neoliberal que representa Guedes, citando sus propias
declaraciones como prueba. A principios de este mes, en una entrevista con
la TV Bandeirantes, el candidato contradijo a sus asesores económicos y dijo
que estaba en contra de la privatización de la compañía eléctrica estatal
Electrobras y las operaciones centrales de la compañía petrolera
Petrobras. “Imagina que tienes un gallinero en tu casa y vives de
él. Cuando se privatiza, no tienes la garantía de comer un huevo duro”.
Agregó: “China no está comprando en Brasil,
está comprando Brasil. ¿Vas a dejar Brasil en manos de los
chinos?”. Al mediodía del día siguiente, las acciones de Electrobras
cayeron el 14 por ciento.
“El mercado cree lo que
quiere. Pero durante 30 años, tuvo una postura estatista. Eso no
cambiará de la noche a la mañana”, advirtió el economista Sergio Vale al
periódico conservador Estado de São Paulo.
The Economist calificó a Bolsonaro
como “la última amenaza de América Latina”, y agregó que “sería un presidente
desastroso”, citando preocupaciones por los derechos humanos.
En CNBC’s Squawk Box, los expertos
advirtieron que los críticos están demasiado centrados en las amenazas
explícitas de Bolsonaro para el retorno en Brasil de una dictadura
militar; más bien los observadores deberían ver sus políticas económicas
como el verdadero barómetro de la libertad. “Usted va a leer mucho sobre qué
amenaza para la democracia es este individuo”, dijo Michelle Caruso-Cabrera,
colaboradora de CNBC. “Pero lo que me sorprende es que la gente está muy
preocupada por la falta de libertad política y el regreso a una dictadura
política en Brasil, pero no han querido reconocer que ha habido una dictadura
económica en Brasil durante décadas”.
Los otros invitados coincidieron en que
la candidatura de Bolsonaro representaba la “libertad económica”. A principios
de este mes, la firma brasileña de inversiones XP Investimentos encuestó a 187
inversionistas institucionales que, en promedio, calificaron a Bolsonaro
como el más liberal de los cuatro principales contendientes.
El presentador de la CNBC Joe Kernan
preguntó si sería justo comparar al oponente de Bolsonaro, Fernando Haddad, tan
“a la izquierda” como el senador Bernie Sanders, Michelle Caruso-Cabrera
estuvo de acuerdo en que era apropiado, y señaló que ambos creen en la atención
médica de un solo pagador. “Absolutamente”, dijo ella.
La falta de acceso a servicios de salud
pública de calidad es siempre el problema más citado en las encuestas. El
setenta por ciento de los brasileños está en contra de las privatizaciones,
según una encuesta de Datafolha del pasado diciembre. A principios de este
año, una encuesta financiada por el gobierno descubrió que solo el 14 por
ciento de la población apoya la reforma de la seguridad social. La opinión
popular obligó al presidente Michel Temer y al Congreso a poner muchas medidas
impopulares en el estante hasta después de las elecciones. Se espera que
vuelvan a plantearlos durante la sesión este año, pero Temer dijo a los aliados
el domingo que no espera poder impulsar la reforma de la seguridad social con
el Congreso actual. Los intentos anteriores significaron llevaron a los
trabajadores a la calle en protestas masivas.
“Nuevamente, el mercado está
subestimando los riesgos futuros” advirtió Paulo Leme, ex presidente de Goldman
Sachs en Brasil, en una entrevista al Estado de São Paulo. “El
mercado está cayendo en un nuevo error al subestimar la dificultad de gobernar”…
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