¿Qué es la justicia?.
De qué hablamos cuando mencionamos tan pomposo término. Tengo la leve sospecha
que el significado y el significante del vocablo han superado exponencialmente
a su tangible representación real. Cuántos de nosotros coincidimos con alguna
de sus acepciones semánticas. ¿En la actualidad el término justicia incluye a
la equidad, arropa dentro de su concepto a la distribución de la riqueza que
genera la sociedad, impulsa que el trabajo sea un derecho humano y social
inalienable, determina que ciertos privilegios constituyen un verdadero insulto
al colectivo? No me parece...
Nuestra justicia
responde y protege esencialmente a un establishment económico que no puede ni
debe ser escrutado, y para ello maneja sus tiempos legales de modo permitirse
correr convenientemente sus vendas cuando de decisiones cruciales se trata.
La justicia es un
término banalizado y como tal se lo utiliza solamente para lo particular y
conveniente, nunca se lo expone para lo universal y colectivo. ¿Nuestra actual
justicia sirve como herramienta para el logro de una sociedad justa? ¿Puede la
justicia hacerse a un lado, mantener grandes momentos de silencio, ante los
injustos factores limitantes existentes y que tiene al hombre material como
sujeto de sufrimiento?
Mediante una simple
acordada la Corte Suprema de Justicia pudo permitirse no pagar impuestos a los
ingresos elevados corriéndose del colectivo estableciendo para si un
privilegio, “vetando” omnímodamente una ley emanada del poder legislativo. ¿Desde
qué lugar la Corte tiene entonces entidad moral para administrar justicia si
una de sus medidas cardinales es establecer una prerrogativa particular que
choca de frente con el derecho y las obligaciones del resto de los
compatriotas? Discutir la discrecionalidad que ostenta el poder judicial forma
parte del dilema y necesariamente debe formar parte también del debate.
Las plumas más
“prestigiosas” de nuestro país sostienen que los hombres de a pie no estamos
preparados, desde el conocimiento, para elegir a los integrantes del Concejo de
la Magistratura y que además dicha operatoria resultaría anticonstitucional.
Esto último es cierto en tanto y en cuanto no exista una ley que la trasforme
en constitucional. Una vez subsanado el dilema, transformando dicha ausencia en
presencia, ¿será capaz la Corte Suprema de declarar constitucional esta nueva
norma emitida por el Congreso?. Con relación al primer inciso bueno es destacar
que la democracia participativa estremece al establishment de modo que no
podemos esperar otra reacción de sus personeros.
En una sociedad que
se llena la boca hablando de la justicia no se alcanza a percibir la magnitud
del término en cuanto a su contenido y continente. Para algunos la justicia
está solamente ligada a los delitos en contra de la propiedad y las personas,
para otras tiene íntima relación con los derechos adquiridos y la supuesta
seguridad de sus inversiones, sin embargo raramente observamos que se ligue a
la justicia con la equidad social, incluso cuando determinados gobiernos constitucionales,
populares, abogan por paradigmas igualitarios inmediatamente se los condenan
con eufemismos totalitarios siendo víctimas de fallos tan medievales como
tenebrosos.
Estimo que la lucha
por democratizar la justicia fue la más ambiciosa y compleja a la que se
enfrentó el kichnerismo ya que detentó reacciones y coerciones jurídicas de
toda clase y tenor. Por eso no nos debe extrañar la actual multiplicación de
fallos obstructivos y adversos, persecuciones judiciales a funcionarios,
reapertura de causas y demás herramientas que el establishment judicial posee
para limitar las acciones políticas de quien intentó discutir sus prebendas. Una
planificada venganza institucional de la que se hace llamar “Justicia”. Ninguna
buena acción queda sin castigo, afirmó el cineasta Billy Wilder, y vaya que tuvo razón, el
Partido Judicial da fe de la sentencia..
En la actualidad la percepción sobre la gravedad de un delito es un inciso estríctamente ideológico, y eso es gravísimo...
Mauriceo con sus mucamitas judiciales en minifalda tapandole sus 215 imputaciones y CANTANDO I WANT TO BREAK FREE, COMO FREDY MERCURY.
ResponderEliminarCuando asumio Alfonsin cometio dos errores cuyas consecuencias aun estamos sufriendo.
ResponderEliminarNo haber investigado profundamente los delitos economicos cometidos durante la dictadura civico/militar, como ser deuda externa, estatizacion de deuda privada, apropiacion indebida de empresas y demas.
Y no haber hechado a todos los miembros del Poder Judicial y del Ministerio Publico.
Habiendo vivido aquellos años, siempre me dio la sensacion que Alfonsin subestimo su poder politico y su poder de convocatoria popular.Incluso creo que el PJ lo hubiera acompañado como lo hizo en Semana Santa.
Saludos
Amigo, no hubo discusión más fuerte entre algunos allegados como la que tuve (y fue la última por decisión propia) sobre la democratización de la justicia, aquella muy buena intención de nuestro gobierno, por supuesto truncada por cacerolazos y demases acciones de los sátrapas de enfrente. No se realmente si algo se puede hacer al respecto pero lo veo tan inimaginable... pensemos en el laburo infernalmente intenso y prolongado por lograr Ley de Medios y como se la cargaron con una mera cautelar de un ignoto juez de la concha de la lora. En fin. Abrazo!
ResponderEliminarEN DEFINITIVA LA JUSTICIA ES EVITAR QUE SE PRODUZCA EL DAÑO, DESINCENTIVARLO, RESARCIR EL DAÑO.
ResponderEliminarY MACRI ESTA DESTRUYENDO TODO, MAS CLARA INJUSTICIA.
VA EN CONTRA DEL REPARTO SOCIAL QUE ERA JUSTO RESARCIR EL DAÑO PRODUCIDO POR DÉCADAS DE MARGINACION Y EXPROPIACION AL PUEBLO ARGENTINO E INCLUSO A LOS INMIGRANTES ALLÁ EN EUROPA.
VA EN CONTRA DEL CRECIMIENTO Y DEL DE LOS ARGENTINOS.
NO LAS MULTINACIONALES SAQUEADORAS, QUE SON CRECIMIENTO PERO COMO DE UN TUMOR ALGO DAÑINO A TODOS.
MACRI ENCARNA LA ANSESTRAL INJUSTICIA Y LA INJUSTICIA NUEVA!!!!!!!!!