Estamos viviendo
épocas en donde ningún velo queda por correr. Treinta tres años después de la
recuperación de la democracia comenzamos a entender las razones políticas por
las cuales la dictadura cívico militar ha tenido tanto éxito en nuestra Patria.
De alguna manera y del mismo modo podemos vislumbrar desde la praxis todos
aquellos procesos exclusivos (proscripción-fraude patriótico, exilios) que a lo
largo de nuestra historia se han constituido como formato político de las
clases dominantes.
Como mencionó Marx,
en el cono sur americano la historia se repite, primero como tragedia, luego
como farsa. La tragedia fue durante la dictadura, los noventa fueron la segunda
etapa, lo que Marx desconocía es que por estas latitudes somos de refritar
nuestras peores páginas teatrales.
Debemos reconocer
que hemos sido bastante cándidos en estos años pasados. Consideramos demócratas
a cualquiera que bajo el prisma de un discurso más o menos lavado decoraba sus
palabras y escritos detrás un falso republicanismo. Bastó para que llegara un
Gobierno con marcadas intenciones inclusivas para que el sistema comience a
vislumbrar aquellos nuevos viejos peligros. Demócratas que lo eran pero hasta
cierto punto, republicanos en tanto y en cuanto sus intereses no sean puestos
en discusión, liberales que no tenían empacho en amigarse con las prebendas
estatales muy a pesar de sus principios.
No veo república,
veo simple y vulgar Videlismo. Veo tipos enceguecidos, miserables a la espera que un
notorio e indiscutible caso de corrupción les otorgue credenciales que autoricen
proscripción de aquellos que todavía no se han humillado ni agachado para besarle
los pies al establishment, veo desquiciados repletos de odio esperando nuestra
desaparición y muerte.
Sabíamos que esto
iba a suceder en tanto y en cuanto el kirchnerismo manifiestó concretas
intenciones de abrir esa caja de Pandora que moraba sucia y olvidada en el
estante más lejano, acaso el de más difícil acceso: El estante de la
complicidad civil.
La implosión no
tardó en exhibir sus túnicas, cuestión que expuso de manera descarnada que
aquellos siniestros medios de comunicación que se horrorizaban en el ochenta y
tres fueron solamente plagiadores del dolor, acomodaticios que por algunos años
escondieron sus fotos y encuentros con los dictadores de entonces. Pero hubo
algo que no pudieron esconder: sus negocios. Estos pusieron blanco sobre negro
en cuanto a sus interrelaciones e intereses comunes. Y esto incluye a nuestros
actual Presidente y su grupo empresario.
Quien ordenó
reprimir a periodistas, médicos, enfermeras y pacientes neuropsiquiátricos,
quien estuvo procesado por escuchas ilegales (todos van a juicio oral menos él)
quien colocó un 0-800 inquisidor para vigilar al piberío en los colegios, quien
puso al Fino Palacios al frente de la metropolitana, quién se benefició con las
varias licuaciones de pasivos que esquilmaron a las grandes mayorías populares reviste
carácter de demócrata para la mass media tilinga y corporativa, en donde
lamentablemente debo incluir al Radicalismo orgánico. Mientras tanto quien
derogó calumnias e injurias, quien gobernó de acuerdo a un plan que
tuvo enorme apoyo popular, quien respetó a ultranza todas y cada una de la
libertades civiles como nunca ocurrió en nuestro país, quien fue atacada
hasta en sus dolores más profundos, por los medios y la justicia corporativa,
se fue aclamada por el pueblo el 9 de diciembre del 2015, pero como dictadora
para ese establishment reaccionario y perverso que no soporta que pongan en
duda sus privilegios.
No veo democracia,
veo Videlismo, una asociación ilícita institucionalizada: Insultos, degradación, mentiras, acusaciones, deseos
mortuorios, odios y operaciones. Pero también veo mucha inconsistencia y
cobardía. Uno a uno, mano a mano, no se atreven. Aún jugando en campo propio y
con referí localista no se atreven. Y no se atreven debido a que no
hay política en sus manifestaciones.
La Pelusa en el
Ombligo
Relato del año 2011,
acaso por lo antedicho no me fue demasiado complejo vislumbrar este presente
…En
memoria de Osvaldo y Leónidas Lamborghini…
Huesos sin identificación aparente
formaban colinas de residuos malolientes, por tanto, la vista resultaba tan
poco atractiva como laboriosamente olvidable. Miles de centauros habían sido
eficazmente asesinados sin que medien juicios ni alegatos; el orden, las
cantidades y las mezclas de sus cuotas daban cuenta de la eficiencia del
trabajo realizado por las fuerzas represivas defensoras del nuevo orden. Una
vez más, en la historia de la humanidad, un genocidio para atender, indignarse,
criticar y lamentarse en el futuro. Por el momento, el vocerío mediático
asentía que el derrocado gobierno debía dimitir a como de lugar. Las recetas
democráticas habían demostrado ser absolutamente inoperantes para tales fines
contra una mayoría que ostentaba amplios rangos de firmeza ideológica y
convicción político-militante. Desde los más destacados foros televisivos y
radiales la vernácula “intelligentzia” daba a conocer su descontento, según
propia percepción, por los claros signos de autoritarismo que mostraba la
saliente administración elegida por el pueblo. Se afirmaba que todo aquel que
acordaba con sus principios básicos lo hacía desde la renta o escondía amplios
indicios de interés y corrupción. Los preclaros y prejuiciosos hombres del
futuro, liberales y progresistas, no podían aceptar el regreso de la barbarie
populista. La “intelligentzia” estaba nuevamente en riesgo por una chusma imprecisa,
vocinglera, que amaba encontrar alguna redención, que gustaba de bailar y
festejar en público, en las calles con las murgas, en los barrios, en las
playas, escuchando un recital a cielo abierto o canturreando el himno con la
pasión irreverente que marca un coro tribunero. La vida es el futuro, nunca es
el hoy afirmaban los pensantes. El hoy es sólo una coyuntura que debemos
aceptar entendiendo que lo único que nos queda por hacer es trabajar
sumisamente para que el “Capital” se reproduzca exponencialmente y sus
benefactores se fortalezcan de modo puedan otorgar a nuestros hijos alguna
posibilidad o alternativa de vida. No era racional que ante la incertidumbre
por venir y la ausencia de seguridad jurídica la plebe disfrutase con
sospechosa desmesura, sin peajes, sin vergüenza, con los botones de la camisa
desabrochados, volviendo a remojar las patas en la fuente, sintiéndose
nuevamente parte de un colectivo real, de un nuevo social imaginario. Acaso la
progresía y los libres pensadores no consideraban que el paso del tiempo, es
decir el futuro, nos acercaba indefectiblemente a ese cadáver que alguna vez
seremos. Desdentados y harapientos susurrando al “Indio” en Vencedores
Vencidos, revoleando el poncho con la Sole, llorando a moco tendido mientras se
entonaban las estrofas dolorosas de El Ángel de la Bicicleta.
No era posible… “Me tienen harto con la
dictadura” afirmaba alguien que durante un buen tiempo estuvo dentro de un
nicho tan conveniente como incómodo; hasta que por fin pudo salir del closet, gritar
libertad, y defender lo que siempre fue de su interés. No se puede mentir a
tanta gente durante tanto tiempo pensó; es hora de descollar y tomar la posta
que me dejara el bueno de Bernardo. El gasto es un deseo indecoroso de los
bárbaros en manos de los bárbaros y síntesis de progreso en manos de la
ilustrada burguesía. El gasto es gasto en manos de la barbarie suburbana que se
atreve a considerarse similar a la tierra que habita dejando sin billetes a
nuestros cajeros y necesidades cotidianas. Sin embargo es consumo inteligente
en manos de los que no se juegan la asignación a la quiniela, sino que se
juegan el sudor y el hambre de los que no pueden esconder la pelusa en el
ombligo a las patas de un caballo en las coquetas pistas de San Isidro… Me tienen
harto con sus pañuelos blancos, sus ausencias, sus portarretratos baratos y sus
lágrimas políticas… ¿Por qué no cuidaron a sus hijos, a sus nietos?... Los
hijos de Ernestina son nobles y débiles, por eso desean perjudicarlos… Papel
Prensa es mojón de nuestra mejor historia sentenciaba la “Naranja Mesiánica”,
publicitaria oficial del Apocalipsis… Hay que matar a esa yegua rezan los
blogs… reteneme ésta… Se murió el tipo, es hora de ir por todo… Un certero y
televisivo bofetazo seguido de una mentira operada vale como argumento para
erosionar, desgastar, ocultar, engañar. El 24 de Diciembre la chusma inmigrante
tomará el Parque Rosedal del porteño barrio de Palermo afirmaba convencido y
con adusta dicción un económico correveidile, parlante muy bien patrocinado de
una radio del Sur Bonaerense basado en sus pesquisas electrónicas de cabecera.
- ¿Qué riesgo corre el pajero? – Afirmaba con sorna el escritor Oriental
Eduardo Galeano – A lo sumo, recalcarse la muñeca… La pelusa en el ombligo no
es signo ilustre para el burgués bien pensante. La Academia de Letras tendría
que revisar ese perimido concepto que sostiene la existencia de lo Nacional y
Popular. - Me harta esta banda supuestos intelectuales que se niegan a trabajar
a favor de la intolerancia y el fastidio colectivo. Parece que estos tipos no
comprenden que el miedo es una excelente noticia y que generalizar
comportamientos absuelve de todo pecado cometido. La solución final… el
exterminio… No era posible reiterar errores del pasado. Bradbury por un lado,
Ellos, Gurzos y Zarpos por el otro, como fuente de inspiración para que todo
testimonio de la época se transforme en cenizas; los renovados y débiles
oligopolios junto a sus dispuestos esbirros se encargarán gustosos de templar
el horno hasta los F451 grados de eficacia. Mientras los mogotes de huesos
postergaban su duermevela en las afueras de los centros urbanos, la
rejuvenecida sensibilidad de la progresía, tanto liberal como de izquierda,
reinstalaban con alborozo la idea de libertad como insoslayable paradigma de la
modernidad. Una idea concluyente. A los conocidos incluidos y excluidos
económicos se sumaban los visibles e invisibles sociales como nuevas categorías
establecidas por la “intelligentzia” gobernante. Los que tienen siempre la
palabra, pletóricos de albaceas y los que nunca podrán expresarse debido a que
la voz volvió a detentar matrícula y propiedad determinada. La ley de Servicios
Audiovisuales resultará una anécdota risueña en las mesas de la Sociedad Rural
mientras que la Asignación Universal por Hijo dejará de motorizar vicios
indecentes.
Esos
hijos de puta se iban a terminar chupando y jugando la guita de las
retenciones. Hay que eliminar el subsidio y anular trompas…, total,… no se
publican estadísticas que tomen en cuenta a los que están sometidos al abandono
y al silencio. - Mientras no exista normativa podemos seguir esclavizando
golondrinas - Continuar con aquel modelo hubiera resultado suicida - No se
podía continuar desperdiciando una coyuntura internacional tan favorable – El
mundo “tiene hambre”... es la nuestra…
y murieron a
millares,
los mejores
murieron,
por una vieja
ramera desdentada
por una
civilización llena de remiendos…
el encanto de la
bella boca sonriente,
los vivaces ojos,
yertos bajo el párpado de la tierra
por dos gruesas de
estatuas destrozadas
por unos pocos de
miles de estropeados libros...
Ezra
Loomis Pound
"Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento, y muera el que no piense como yo"
ResponderEliminarPaul Valéry,