Alejandro
Dolina habla de periodismo, de radio y de la tele. Adelanta que prepara un
nuevo libro, aunque admite: “ya no soy feliz cuando escribo”.
“Tenemos una buena
audiencia, estamos primeros en nuestro horario y estamos en una radio (Del
Plata) con buena programación. Igual, yo no me atrevería a decir que la radio
ha ganado adeptos, me parece que la televisión penetra más y en general no hay
países escuchas de radio”, asegura a 7 DÍAS. Pero los oyentes están y muchos de
ellos se animan a presenciar su programa en vivo, ya sea en el estudio que
Radio del Plata tiene en el barrio de Palermo o en cualquiera de los viajes que
el equipo de Dolina realiza dentro y fuera del país. “En Buenos Aires hay una
relación linda con la gente pero no es intensa. En cambio, cuando vamos de gira
es como un gran acontecimiento, porque nos reciben como si fuéramos una visita
querida y nosotros vamos con la alegría de visitar a alguien que queremos
mucho“, detalla, y asegura que en su último viaje por Europa “concurrieron muchos
españoles. Este año fue más notable y los medios me recibieron como algo que no
había que explicar tanto. Además, creo que hay menos argentinos en España
y es bueno porque uno no quiere convertir un acto artístico solo en una muestra
de nostalgia por la patria”, reflexiona.
Hace poco causó polémica
al cuestionar la mención a Marcelo Tinelli como personaje destacado de la
cultura. Aseguró: “No pertenece al mundo de la cultura. Hay un problema de
definición. No es que yo quiera una sociedad totalmente establecida en sus
definiciones, puede haber distintas maneras de ver las cosas, pero la cultura
no es una cosa sujeta a comicios. Es la ciencia, el arte y la filosofía de una
sociedad. La cultura popular es también lo mismo. ¿O hay un foro de menor exigencia
llamado cultura popular, destinado a las grandes masas? ¿Cómo no están las
mayorías para asimilar grandes exigencias, se reducen? Es algo
canallesco”.
Hoy, asegura que no mira
televisión y que existe una conducta patológica entre los periodistas y los espectadores.
-¿Qué le produce la
televisión argentina?
-De la televisión
argentina miro muy poco, por ahí algún noticiero, pero no estoy interesado en
los programas del corazón o de difusión de episodios de actualidad. No los veo
mucho. No soy capaz de disfrutarlos. No tengo la capacidad de divertirme con la
serie creativa de Marcelo Tinelli, por ejemplo. Miro películas, partidos de
fútbol y muchas series.
-¿Y del periodismo
actual, qué opina?
-Creo que está inmerso
en un conflicto de intereses que lo hace previsible, aburrido y desconfiado, y
esa indignación se transfiere a las personas. Creo que la cuidad de Buenos
Aires está llena de odios que se ponen de manifiesto cada cinco minutos. La
gente trae a colación los asuntos políticos en cualquier momento, cuando no
vienen a cuento, sólo para hacer pública su indignación. Eso me parece una
conducta patológica y parte del periodismo cae en esa patología que le resta
eficacia, calidad y veracidad. Hay mucha opinión y poca información. A veces
hay solo opinión, pero son opiniones interesadas que vienen de formar parte de
un grupo. Es aburrido que el tipo no tenga la gracia intelectual de permitirse
un vaivén en su pensamiento, una búsqueda de silogismos o de divertirse viendo
la falencia de los propios. La sal daña en su falta y sobra.
-Uno supondría,
entonces, que la radio es su medio preferido…
-Escucho algunas cosas
pero siempre como un sonido de fondo, mientras estoy haciendo algo. La radio en
virtud de la tecnología cambió sus soportes y puede ser que hoy encontremos
muchos oyentes on line que con la forma tradicional de la radio no había. Hay
gente que nos escucha en cualquier parte del mundo. Eso antes no pasaba y es
maravilloso, pero creo que la televisión tiene más llegada.
-¿Para cuándo un nuevo
libro suyo?
-Estoy escribiendo.
Tengo un libro planeado, pero lo digo con terror. Estoy trabajando en
dificultades porque yo sufro mucho el proceso de realización de escribir.
Siempre lo hago con la sospecha de que no me va a salir, que va ocurrir una
catástrofe o un detalle mínimo va a invalidar todo el libro. Ya no soy feliz
cuando escribo, después tampoco. Me convierto en una persona muy perseguida.
Además, todavía no he decidido cuál es la verdadera dirección que el libro va a
tomar.
-¿Y por qué escribe
entonces?
-Lo que se llama
vocación artística no tiene que ver con lo feliz que uno sea cuando lo hace
sino que es inevitable. El poeta hace poesía no porque se pone contento, al
contrario, a veces necesita ponerse triste y en contacto con su opinión. La
mejor manera de conversar consigo mismo es en la relación artística. Además, el
que escribe una novela no sabe qué importancia puede tener una frase, puede ser
inútil y uno está lleno de malos presentimientos.
-¿Tiene ya una fecha de
publicación?
-Los de la editorial
tienen una fecha estimativa, yo tardo mucho, no antes de un año. Si no, serán
dos años y tendré un año más de sufrimiento.
-¿Y cómo seguirá su gira
con “La venganza será terrible”?
-Tenemos muchas
presentaciones. Ya viajamos por Paraná, Mendoza y San Juan. Estamos por ir en
lo que resta del año a Neuquén y hasta pensamos ir a Montevideo.
Fuente:
Infonews
Historia Mínima
Este fin de semana largo
anduve por Buenos Aires. Ante cada arribo a la ciudad tengo por costumbre tomar
un taxi en la propia terminal de ómnibus de Liniers. Reconozco que tengo mala suerte. Hasta ahora la experiencia no ha sido grata. Esta vez no fue la excepción. Seis y media de la mañana de un
sábado fiambre en el cual la gran “massa” de clase media está disfrutando su
feriado. Por esas horas algunos vendedores ambulantes ya preparaban sus cajones
y petates para vender en las veredas del barrio su carga de ilusiones diarias.
Verduras de toda clase y especie, productos autóctonos y cientos de variedades
hacen que la muchedumbre promueva algún tipo de incomodidad para el transeúnte desprevenido.
- ¿Viene
del interior? – me pregunta el hombre sexagenario -
-
Coronel
Dorrego
-
¿Y
eso?
-
Cien
kilómetros antes de Bahía Blanca en la línea de la Ruta 3
-
¿Otra
vida, no?
-
Usted
lo dijo, ni mejor ni peor, otra. Acaso no se cuecen habas, pero no dude que se cuecen
otras verduras.
-
Hablando
de verduras, mire esta porquería.
En ese momento sospeché
que en breve me estaría arrepintiendo de haber hablado de habas.
-
Bolitas,
paraguayos y peruanos. Todos muertos de hambre. Toldería pura. Miré los autos
que tienen. Mire ese “marrón” con un Audi. Encima si uno los mira parece que
se le cagan de risa. Esta es la política de este gobierno.
-
Noto
que usted no comulga con el oficialismo sin embargo en su discurso le da la razón
a Berni. Vale decir, pone por delante de una supuesta contravención o delito
una característica lindante con la xenofobia. Vaya paradoja. Siendo yo
kirchnerista no comulgo con Berni, sin embrago usted si. Mire que en otras
ciudades grandes y medianas del país esto no sucede y la presidenta es la
misma. Me temo que aquí en Capital Federal hay cuestiones que es necesario
estudiar con mayores precisiones. El país no es lo que sucede acá mi amigo. Le
pregunto. ¿A usted le molesta lo que hacen, o los autos que tienen?
-
Las dos
cosas. Yo hace 30 años era Gardel y mire donde estoy
-
¿Cantaba
Tangos?
-
Nooo
viejo. Yo manejaba una PYME con 70 empleados
-
Pero Gardel
no tenía ninguna PYME
-
Oiga
no me cargue
-
Yo no
lo cargo, simplemente utilizo sus argumentos para refutarlo
- Usted
me está cargando
-
No. Es
usted el que me está cargando y yo apenas si alguna vez hice mímica en el coro del
primario.
-
¿Por
qué me dice eso?
-
Porque
desde que salió de Liniers y luego del embotellamiento producto del desorden de
los vendedores ambulantes, y en el marco de la conversación, me está paseando
por Villa Devoto cuando como le mencioné voy a Plaza Irlanda.
-
No me
di cuenta, le pido mil disculpas
-
Yo sí
me di cuenta… Y si bien no es la primera vez que observo que gente del rubro
pretende abusar de un supuesto desconocimiento urbano del cliente, no
estigmatizo, simplemente se lo informo a quién se equivocó, se dispersó o me
quiere timar. Haber vivido en Buenos Aires durante cuarenta años hace que la
conozca a la perfección. De manera que retome por Joaquín V. González, agarre
Juan B. Justo, luego Gavilán y doble en Franklin.
-
A la
orden y disculpe. ¿Qué radio le pongo?
-
La que
quiera. El dueño de casa es usted…Eso sí, vaya calculando el excedente por un paseo no deseado
Juaaa! Terrible conversa. Cuánto tachero facho abunda en esta ciudad.
ResponderEliminarHabría que preguntarle en que exacto momento y bajo qué política se cayo esa Pyme. Yo ya lo se...