El Perdido
Mi Interior, mi Pago
Alcides, teléfono
Linda, hermosa palabra, acaso malversada por
culpa de la banalización. Y no hay peor banalización que la ignorancia. Desde
la metrópoli portuaria se asume que el interior es una unidad que guarda
idénticas características en todas las regiones del país. Nada más falso. Acaso
generalizar permite reducir el debate de modo hallar confortable aquel estatus,
estableciendo falacias que resulta muy fatigoso desandar. Unidades urbanas,
unidades rurales, climas, microclimas, zonas de riesgo, las distancias, son
incisos que merecen un análisis complejo, conceptual, que sutilmente se
prefiere omitir colocando el carro por delante del caballo prescindiendo del
necesario aporte que pueden hacer sus protagonistas. Sea para desmitificar o
para dilucidar no es conveniente arrojar sobre la mesa afirmaciones que desde
el mismo interior mueven a risa. La vida en Guisasola no guarda ningún tipo de
relación con la vida en Coronel Dorrego. Esos escasos veinte kilómetros
resultan mucho más lejanos cuando de cuestiones sanitarias se trata. Y es
lógico que así suceda. Doce mil habitantes requieren de una diversidad que en
Guisasola sería obsoleta. Lo mismo ocurre si relacionamos Coronel Dorrego con
Tres Arroyos o Bahía Blanca. En tan solo doscientos kilómetros se pueden hallar
cuatro mundos distintos, cuatro necesidades distintas, cuatro costos distintos,
en algo que se sospecha, equivocadamente, como una unidad económico-social. Y
eso sólo es posible de percibirse viviendo o por lo menos haciendo un trabajo
de campo sumamente exhaustivo. No alcanza con quince días de vacaciones para
sacar conclusiones. Los inviernos, los veranos implican compromisos adicionales
que difícilmente ingresen en las agendas de los ciudadanos urbanos,
incomprensibles desde jactancia. Y si recorremos ese trayecto de 200 kilómetros
por la ruta 3, en el medio de esas realidades urbanas, existen otras unidades
ciertamente más complejas por lo aisladas en donde emprendimientos
agroindustriales se avecinan con enormes extensiones impersonales y con Pymes
familiares conformadas por pequeños chacareros. Sociedades anónimas,
Cooperativas, Fideicomisos, grupos de inversión integran un variopinto de
intereses – que no analizaré en este momento - cuya escasa densidad poblacional
es inversamente proporcional a la potencial riqueza que genera y que
lamentablemente por motivos sectarios no nos avenimos a conciliar. Hablo de una
burguesía nacional que acompañe un proyecto de país industrialista e inclusivo.
La generalización, la globalización absuelve
dijimos. Y al porteño lo enamoran ambas cosas. Esto le permite afiliarse a un
pensamiento conveniente colocándose como la escala más alta de la evolución
social (etnocentrismo), extraño darwinismo social con el cual, incluso y para mi
sorpresa, muchos de mis vecinos están de acuerdo. Términos como “el campo” con
relación al interior absuelve de pensar en las necesidades reales que las unidades
urbanas y rurales del interior requieren tanto como Buenos
Aires. El porteño medio tiene incorporada la idea que toda inversión, pública y
privada, resulta obsoleta y ridícula debido a que tiene una concepción de país
paisaje y no de país activo y productivo fuera de las mieles que nos brinda la
tierra. En cierto sentido el porteño medio tiene esa misma visión que el español
de la conquista: Regiones como simples unidades proveedoras, no sólo de
alimentos sino también de rentas. Gentes de modestas aspiraciones al servicio
de los grandes centros de consumo, que no merecen acaso tener ni siquiera una
mísera ferretería que arrope sus necesidades corrientes. Tiránicamente el ser
urbano portuario observa al interior como su factoría, debe ser por eso que tan
rápidamente y casi sin elaborarlo adhirieron al esquema en contra de la 125.
Nosotros, desde nuestras vivencias, sabemos perfectamente que los excedentes
agropecuarios difícilmente se vuelquen a favor de unidades productivas locales
fomentando valor agregado en origen, por eso no pocos vecinos estábamos de
acuerdo con la medida, de alguna manera el Estado como actor redistributivo iba
a efectivizar medianamente lo que el privado nos niega. Por fuera de ese
concepto macroeconómico también veíamos con agrado desalentar impositivamente
cierta tendencia existente hacia un sistema de monocultivo mediante la
retención móvil, de forma tal reducir el gravamen de otros insumos. En lo
personal tener a Guisasola rodeado de Soja en detrimento del maíz y el girasol
lo veo más ligado a los intereses portuarios porteños que a la posibilidad de
potenciar la industria local. De acuerdo al precio actual de mercado resulta,
muy lucrativo, menos riesgoso y ciertamente más cómodo. Por aquellas épocas de
militancia, concientización y enfervorizados debates un productor “examigo”,
disgustado con el Gobierno, retrucó mis argumentos afirmando: “yo no quiero que
el Estado me regule, yo quiero al barco en la puerta de mi tranquera”, y luego
con mi guita hago lo que se me canta. Por suerte siempre existe algún productor
buenamente rebelde que apuesta por varias hectáreas de maíz con el objeto de
desarrollar proyectos productivos (chancherías + insumos) de excelencia
exportables que incluyen valor agregado. Es probable que el porteño sostenga un
profundo amor hacia la soja ya que sabe positivamente que buena parte de sus
excedentes son invertidos dentro de los límites del puerto, muy alejados de su
origen, ya sea en bienes inmuebles como en su propio circuito financiero. Así
como en tiempos de unitarios y federales existían porteños federales (Dorrego)
y unitarios en el interior (José María Paz), en la actualidad el etnocentrismo
también encuentra fronteras ideológicas difusas. Por eso es muy usual observar
vecinos del Pago más papistas que el Papa con relación a las políticas
industrialistas que nuestro Gobierno intenta desarrollar en el interior del país
rechazando de plano cualquier posibilidad que incluya la complejidad de
sostener un proceso productivo. “Coronel Dorrego vive del campo (verdad a
medias si se la perfora con argumentaciones básicas), para qué meternos en
quilombos con trabajadores, sindicatos y cuestiones por el estilo”. Por un lado desean que exista trabajo local para
evitar la emigración de los más jóvenes y al mismo tiempo detestan la
complejidad (conflictos) que traen aparejadas determinadas relaciones sociales
que emergen de dicho formato. En oportunidades, como porteño de nacimiento y
formación, observo mucho más porteñismo en Coronel Dorrego que en la propia
Capital. Considero la cuestión de ese modo debido a que de alguna manera el
porteño tiene la salvedad de ignorar algunas de nuestras realidades cosa que no
tiene el local. El hombre del Pago sabe lo de acá y lo que allá. Lo allá por
imposición de los medios y lo de acá porque lo vive. “El dolor de no ser lo que
no estoy muy seguro conviene ser”...
Cuarenta años de mi vida los transcurrí
ignorando. Y no porque no supiera ni porque no estaba informado, sino debido a
que adolecía de la praxis, de la experiencia existencial. A una década de
haberme integrado, sigo intentando incluirme, sin abandonar mis subjetividades,
aún estoy tratando de comprender las particulares que hacen a ese todo
colectivo que representa esa pequeña porción de mi interior escogido. No puedo
ni debo permitirme obviar ningún detalle. Relaciones, necesidades, ilusiones,
quebrantos, noblezas y mezquindades, todo hace a nosotros. Estimo que este tal
Alcides cae en un error que a esta altura del partido no nos puede sorprender:
el prejuicio. Creer que existen formatos sociales de vida superiores y no
distintos. Cuando la soberbia pasea de la mano con la ignorancia esta se
duplica, entonces no sólo es el pez el que por la boca muere. El Interior no es
el país paisaje, no es la naturaleza de los cuatro climas, la estática
virginidad de las fotos crepusculares. El interior no merece ser visualizado
antropológicamente como en algún texto soslayó Caparros desde la simple
observancia, porque el interior no es globalizable, no puede seguir siendo una
unidad cerrada, productora de materias primas, que sólo sirva a los fines
centralistas. Acaso por eso un primate intelectual etnocéntrico puede
considerar que en un pueblo de 800 habitantes resulta improcedente la
existencia de una ferretería que cubra las necesidades básicas de su colectivo.
Pero gracias al coraje y al amor por el terruño de muchas personas no sólo
existe una ferretería, además existe otra, también existen 3 minimercados y
otras tantas despensas, un par de kioskos, dos carnicerías, una farmacia, dos
peluquerías, dos casa de ropas, varios talleres mecánicos, una combi cuyo
servicio incluye los 365 días, un remis, dos panaderías, un taller de
reparación de herramientas agropecuarias, dos empresas de servicios
agropecuarios, una Biblioteca Popular, una Unidad Sanitaria, una Jardín de
Infantes, Educación primaria y secundaria, un Geriátrico, un centro de
jubilados, una Iglesia católica, una Iglesia Evangelista, un Club, una
Cooperativa de Servicios Eléctricos, una agrupación, Los de Fierro, que lleva
la cultura tradicionalista a todos los rincones del país, una veterinaria, un
gimnasio, un terceto de bares, un locutorio, una heladería, dos gomerías, docentes,
empleados públicos, una oficina de correo, un destacamento policial, un
cementerio, plomeros, electricistas, oficiales constructores, obreros... y tuvimos y tenemos cantantes, guitarristas y poetas, ¿oyó hablar de Karen Arranz? ¡de
qué mierda habla Alcides, ¿de viabilidad?, de qué mierda habla ese tal Alcides
Acevedo mientras nosotros, acaso con discusiones y desacuerdos, al igual que en
todos lados, seguimos peleando la vida como a nosotros nos gusta, perdiendo y
ganando, jugando diría, porque de eso se trata, seguir jugando el juego que
tanto nos seduce y tanta pasión nos despierta: el juego de la identidad...
Un enorme abrazo y con toda mi gratitud a Antonio El Mayolero
Otro abrazo para Antonio, con cuyo posteo de ayer me puse al tanto aunque al tal Alcides lo leo comentando barrabasadas habitualmente, y otro para Ud., Gustavo.
ResponderEliminarY si bien aún hay Dorregos en la metrópoli, lamentablemente hasta la vanguardia progresista capitalina exhibe permeabilidad al medio. Es complejo zafar de las anteojeras cuando están en oferta permanente. De modo análogo, en colonias y pueblos del interior también abundan globalizadores que se nutren del relato y acaban funcionales a los intereses del Puerto...
Un pajuerano que orgullosamente elige serlo a diario.
Saludos.
Mire señor Antonio, le voy a contestar.
ResponderEliminarCuando estudiaba ingeniería tenía yo varios compañeros que eran del interior, de lo que se conoce comunmente como "Pampa Gringa".
Nunca dejaban de recordarme lo afortunado que yo debía sentirme de haber nacido en un lugar donde "todo" estaba al alcance de la mano, hablo de insumos y recursos tecnológicos de cualquier tipo.... y de too lo demás.
Yo les contestaba: no chicos, acá se pueden conseguir muchas cosas pero Buenos Aires es la periferia del mundo, ni se compara con vivir en Europa y Estados Unidos.
¿Entienden?
Pero bueno, usted señor Antonio que vive en el "campo" sabrá mejor que yo lo difícil que debe ser lidiar con la falta de recursos materiales y humanos (que en Buenos AIres también existen) y que con el ingenio criollo y atando con alambre no alcanza, no le echen después la culpa Menem, deben entender que el mundo existe más allá de sus ombligo.
Firmado: Alcides Acevedo
Disculpe Alcides que no le conteste; usted debería entender que la gente del interior no acostumbra discutir con terceros en casa ajena.
ResponderEliminarEn lo que a mi respecta Antonio, no se preocupe proceda.... mi casa es su casa...
ResponderEliminarSe agradece Gustavo, pero soy de San Mayol y allí nos educaron en ciertos códigos. No se ofende el techo ajeno con discusiones de terceros. Y allá el dueño de casa podía llamar seriamente la atención a los "discutientes" y cortés pero firmemente acompañarlos hasta la puerta, y que la siguieran en otra parte.
ResponderEliminarMuy buen post, con algunas frases que, anticipo, chorearé como corresponde a todo bien nacido en un pueblo chico, en mi caso Tres Lomas.
ResponderEliminarLamentable, la ceguera es total, aunque entiendo que el señor Antonio procede de Capital... y considera a los "aldeanos" muchas veces más centrantrlistas que a los porteños... muy curioso.
ResponderEliminarEncima Antonio dice que apoyó al 125 para "descentralizar" y dar impulso a la "burguesía nacional"... no viejo, la 125 y las retenciones son para subsidiar el transporte, la electricidad y el gas natural en Capital y GBA ¿no te habías enterado?
¿Cuánto pagás la electricidad? ¿te llegó el gas por red?
Como sea, es imposible que en un pueblito de 800 personas haya 2 ferreterías... salvo que se pasen la mayor parte del día tomando mate y durmiendo la siesta.
Bueno, es insensato discutir con un peronista, debe quedar claro, no tengo nada contra los pueblerinos, si se ganan la vida y desarrollan industrias mejor para ellos, los felicito... ahora: no pidan poner "fábricas" en medio de la nada... eso ya lo probó largamente Argentina con pésimos resultados ¿hace falta más mentira?
Firmado: Alcides Acevedo
Trate de ubicarse Alcides: le dije que no discuto en casa ajena. El dueño de casa es Gustavo Sala, porteño de nacimiento. Yo atiendo en otra parte, pero comprendo su confusión. Trate de serenarse y dirijase a quien corresponda.
ResponderEliminarCordialmente: Antonio (el Mayolero), del blog Del Fusilado.
El concepto del país terciarizado.
ResponderEliminarY le vuelve a pifiar. A mi no me molesta que el gas y la luz en la metrópoli se encuentren con mayor subsidio que aquí, ingreso indirecto que en su mayoría se vuelca al consumo (iva) y todo consumo que roce a la industria nacional significa trabajo y más consumo etc, etc, etc..
Qué será la nada. El concepto del país paisaje. Simples trayectos entre unidades productivas de materias primas y o servicios turísticos. Estos son los mismos tipos que luego hablan de aluvión zzologico cuando los migrantes les hacen caso y van a Buenos Aires.
Ni siquiera sabe leer. El tipo está en la mesa contestándole a uno lo que dijo otro.
"debe quedar claro, no tengo nada contra los pueblerinos, si se ganan la vida y desarrollan industrias mejor para ellos, los felicito"... Frase que pinta de cuerpo entero al sujeto. Los varios países que existen en la Patria mi estimado Antonio...
Ah bueno... perdón por la confusión... es que no los conozco...
ResponderEliminarNO entendí lo de los subsidios y el IVA.... acá se habló de la 125 y la descentralización y demostré que era todo lo contrario, así como usted SEÑOR GUSTAVO encuentra lógica a que el gobierno invierta el dinero que saquea en el interior en la metrópoli... con esa misma lógica poner una fábrica en un pueblito es una locura.
Hay que construir sobre bases sólidas, no sobre fantasías, de lo contrario nunca se va a salir de la ciclotimia económica que viene destruyendo al país desde hace décadas.
Si ustede cree que una fábrica de zapatillas es una gran cosa, allá usted.... vea cómo son las fábricas de zapatillas en el resto del mundo y si hay alguna fábrica de zapatillas en Estados Unidos o Europa, espero que entienda lo que dije.... y no conteste que por culpa de no tener "fábricas de zapatillas" están inmersos en la peor crisis económica de "toda la historia".... (eso según la fantasía Nac & Pop)
Firmado: Alcides Acevedo
Además mi amigo Alcidez usted mismo critica lo que propone.
ResponderEliminar"encuentra lógica a que el gobierno invierta el dinero que saquea en el interior en la metrópoli"
(Usted afirmó ese supuesto a modo de crítica. Demás está decir que en lo personal no comparto la idea. Mi pueblo tiene hoy GLP, secundario tradicional y para adultos, cuestiones anheladas desde hace años y que recién encontraron respuesta hace muy poco tiempo) Ni el gas ni la educación son dilemas recientes en la historia de la humnidad. sigamos...
Pero a la par afirma que su modelo ideal circula por ser solamente productor y exportador de materias primas. (¿Usted habló de saqueo verdad?
En ese caso,¿qué diferencia existe entre lo que le critica a este gobierno y lo que usted mismo propone con relación a no sostener un desarrollo industrial y por ende social en el interior del país? ¿Acaso su saqueo resultaría más generoso que el del gobierno?
La producción primaria no tiene capacidad para absorber mano de obra. Y esto no se debe a que son malos, sino a que la tecnología ha permitido reemplazar la fuerza laboral. Su política lo único que va a crear es mayor desocupación local y mayor inmigración hacia las metrópolis. Hoy Coronel Dorrego presenta un menú de carreras a nivel terciario cosa que hasta hace 6 o 7 años no tenía. Preguntarse por las causas es un buen ejercicio para entender el presente.
"no viejo, la 125 y las retenciones son para subsidiar el transporte, la electricidad y el gas natural en Capital y GBA ¿no te habías enterado"?
ResponderEliminarUsted no demostró nada. Además de esa frase suya sale la respuesta.
¿Usted cree que solamente se subsidia el transporte con las retenciones?
Lo del IVA deviene en lo siguiente: la política de subsidios favorece el consumo y por esa vía se recauda más en concepto de IVA. Ergo: Lo que gasto y no pago en gas, luz, transporte lo consumo. Me parece bárbaro. Esa política favorece el empleo, tanto de los sectores servicios como los de las Pyme. ¿A qué se debe la baja en el desempleo? No le crea al Indec y su 6.7 % si quiere creale a las consultoras que hablan del 9%. ¿Usted cree que es magia?
No me venga con la parte por el todo y la fabrica de zapatillas. Aunque sería muy interesante el apunta a relacionar el trabajo local con la producción local. Leyó el PEA 2020. La idea base y en eso se trabaja es agregarle valor a las materias primas en origen, de modo desde el mismo origen (Localidades del interior) partan, tanto al mercado interno como al externo, con valor agregado.
Poco me importa que hace EE.UU con sus zapatillas, pero sí que sé lo que hace cuando de proteger su trabajo local se trata.
Y bueno, no entendiste nada... ese pueblo donde ahora vivís antes era tierra mapuche, vino entonces el Gral Roca, después el ferrocarril y por último los inmigrantes.
ResponderEliminarEso respondía a un modelo y una lógica económica, y sí: la gente de esos lugares está condenada a emigrar, así como los trajeron se van a tener que ir. Lo siento mucho.
Inventar actividades artificiales sólo traerá más sufrimiento a la larga, para ustedes y para el país todo.
Eso de agragar vaolr en origen es un chiste, siempre y cuando no responda a una lógica estrictamente técnica y económica, si no es así no se va a sostener.
Te digo algo: el día de mañana vamos a tener que llegar a un arreglo económico con China (por decir algo) lo más probable es que el gobierno entregue la producción de zapatillas de "una", ¿por qué? porque se lo piden los chinos y es de la más elemental lógica económica.
No digan que no les avisaron.
Firmado: Alcides Acevedo
ResponderEliminarSobre el primer párrafo no me voy a extender. La linealidad histórica habla por usted y lo absuelve, me cuesta colocarme en su sintonía.
Ahora bien... usted dice
Inventar actividades artificiales sólo traerá más sufrimiento a la larga, para ustedes y para el país todo.
¿Cuáles son las actividades naturales y cuáles las artificiales para el partido de Coronel Dorrego? Por favor detalle, nos interesa su razonamiento. Sobre todo a quién más les interesa este intercambio es a los Radicales y a los liberales del Pago.
¿Cómo hace para agregarle valor (trabajo) en origen sin una estrategia productiva que eficientice los costos?. Le reitero la pregunta ¿Dónde instalaría una maltería si la cebada se produce en en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires?.
En esos términos no existe lógica económica. Nadie le va a pedir nada a nadie. Las cosas no son de ese modo. Lo que si existen son los gestores liberales que sacrifican la producción nacional, el trabajo nacional, el valor agregado nacional, a favor de los intereses financieros, locales e internacionales. 1976-1983 y 1989-2002. ¿Cuántos años tiene hombre? No le pido que lea, sólo que tenga memoria
¿Cuales serán las actividades naturales en un territorio que mas que mapuche, fue pampa? ¿La caza y la pesca?¿El trabajo de soguería?
ResponderEliminar