Dólar
Blue, Euro red, Pesos White
algo
de inocencia cambiaria
y un poco de política
En el marco de nuestra coyuntura el dólar ilegal cotiza más que el euro. Hasta el momento no se tienen noticias de que
exista un mercado paralelo del Euro, por lo tanto debemos tomar la cotización
oficial de este como verdadera, aceptada quizás, por lo menos nadie se atreve a
realizar negocios especulativos con esta moneda. ¿Cuánto es la brecha, dentro
del mercado internacional, entre ambas
monedas?. Si en todas las plazas del mundo la cotización del euro está por
encima a la del dólar ¿qué nos mueve a pensar como lógico que sea a la
inversa?. ¿Por qué esa misma presión que existe sobre el dólar no se manifiesta
sobre el euro? ¿El Euro está caro o barato?. Demás está decir que no poseo los
conocimientos financieros adecuados para teorizar sobre el asunto, pero
ciertamente llama la atención que dentro del sistema monetario sea sólo una, de
las dos variables cambiarias más importantes, la que se constituya como
tangible fuente de especulación. Es probable que no existan las cantidades
suficientes de billetes euros para fomentar prácticas de ese tenor y su
cotización sólo se exponga a modo de dato adicional. Lo cierto y más allá de
estas cuestiones, dignas de técnicos o tecnócratas librecambistas, resulta
cuando menos curioso que a nadie le interese ahorrar en la moneda europea, o
cuando menos adquirirla para viajar al viejo continente, acaso su cotización
con relación al dólar sea tan ficticia como aquel uno a uno que tanto sedujo a
la clases medias durante los noventa. Saber que Argentina es el país con mayor
cantidad de billetes dólares per capita luego de los Estados Unidos no sólo
habla del amor hacia la dependencia que tienen nuestros ahorristas medios,
también señala el escaso interés que tienen nuestras empresas y bancos que
cotizan en la bolsa de comercio para desarrollar programas de inversión y
seducir de ese modo a los ahorristas, para que esos montos, hoy volcados a la
moneda americana, direccionen sus confianzas hacia papeles que tengan a la
producción y al crecimiento económico como resultante final. La complejidad de
entender lo conveniente que significa poseer una burguesía nacional que
sostenga una visión política abarcativa e inclusiva fronteras adentro. Tampoco
podemos esperar que eso se manifieste de manera espontánea y altruista. En la
actualidad existe una incertidumbre que supera cualquier tipo de voluntarismo
político: la continuidad del incipiente modelo industrialista. Este proyecto
socioeconómico populista, ejecutado a largo plazo, inclusivo, que se está
desarrollando desde el año 2003 quedaría para nuestra desgracia nuevamente
trunco como ocurrió en el 55 si la salida se manifiesta por calles
conservadoras. Visto el panorama, aun dentro de las filas del propio
oficialismo, no se vislumbra la firmeza que presentan Cristina y su mesa chica
para continuar con el modelo. El kirchnerismo duro está en las bases y no en la
mayoría de sus dirigentes. Acaso estas bases puedan torcer cierto enamoramiento
liberal que se percibe en tipos como Scioli, Ortubey o Massa, aunque lo dudo,
sus visibles intentos de construcción política se encuentran relacionados con
los sectores más reaccionarios al modelo.
Tomemos un ejemplo sencillo y acaso menor.
Macri, coherente a sus intereses e ideología, expuso públicamente que de
arribar al gobierno eliminaría Fútbol para Todos, sopretexto de direccionar
esos fondos a cuestiones más importantes (¿?). Estupendo ya lo sabemos y me
parece sana su sinceridad. El tipo se expresó por un formato determinado. Habló
de política. ¿Qué piensan Scioli y Massa sobre el tema?
También sabemos que Macri eliminaría las
retenciones, la Ley de Medios, la ley de quiebras que benefició a las fábricas
recuperadas, acotaría la AUH y la asignación para embarazadas, reduciría el rol
del estado a su mínima expresión, se volcaría hacia otros socios
internacionales, volvería al mercado de capitales y terminaría con los juicios
por la verdad, indulto mediante. Son definiciones políticas concretas que
encierran un modelo, un proyecto de país. De modo que en cierto sentido afirmar
que el Pro no propone políticas es una falacia. La dificultad que encuentra
Macri es que no halla cuadros políticos históricos y prestigiosos que se
afilien a tales paradigmas, debido a eso observa a los espontáneos conocidos,
sospechosas figuras apolíticas “del común”, como alternativa de construcción.
Nobleza obliga asumir que el resto no se expide. Ni el Fap, ni el Radicalismo,
ni la izquierda dogmática, ni la coalición cívica, ni el peronismo federal se
expresan tan claramente como lo hace el Pro sobre dichos incisos.
La política de presión sobre el dólar blue
(intento de devaluación intempestiva, no gradual) tiene sus representantes y su
proyecto de país. A ese modelo no le interesa la prosecución de un Capitalismo
con una moderada intervención estatal de carácter inclusivo, aspira a un
Capitalismo financiero en donde las fuerzas del mercado determinen las suertes
de las personas. La viabilidad como sujeto y objeto, no como instancia racional.
Un sistema en donde las personas tienen la misma identidad de ajuste que
cualquier variable económica.
¿Cuánto es la inflación en este momento en
España, en Grecia, en Francia o en Italia? Sospecho que dicho tópico no es
problema lo cual de inmediato desprende una pregunta ¿Es la inflación el
principal problema económico de las sociedades modernas? ¿No será que la baja
de consumo producto de la desocupación equilibra el mercado entre la oferta y
la demanda?
La desocupación permite que los costos de producción
desciendan ya que reduce el gasto laboral. Cuando ciertos empresarios hablan de
bajar el costo laboral para ser competitivos no se refieren a eficientizar la
producción mediante la inversión, del sofisma resulta que la verdadera
intención es planchar los salarios de modo dicha variable impacte lo menos
posible en el costo total. Y no hay mejor modo para planchar los salarios que
por medio de la desocupación.
Las sociedades deben hacerse responsables de
sus decisiones, de las causas y de los efectos. En la actualidad Europa
privilegia sus equilibrios financieros, inflación inclusive, a costa de la
suerte de las franjas más sensibles. Los pueblos son los que diseñan sus
estrategias de supervivencia. Hay pueblos que lo hacen buenamente desde la solidaridad
tratando de ampliar derechos aún a costa de menguar sus propias rentas
familiares, hay otros que lo hacen bajo el paradigma del individualismo sin
ceder absolutamente ni un ápice sus privilegios. Así las cosas. En el medio
existen dirigentes sindicales que no tienen empacho en boicotear un acuerdo de
precios mediante un bloqueo que afecta directamente el bolsillo de sus
representados sopretexto de lograr un centenar de afiliados más, mientras los
dirigentes del sector agropecuario amenazan con no comercializar su producción
sojera. No se dan cuenta que no le están haciendo daño a un Gobierno sino a sus
compatriotas, esos mismos que dicen defender. Acaso muchos de nuestros
dirigentes políticos y gremiales no están a la altura del momento y se hallan muy
comprometidos con el paradigma individualista. Es lo que hay, nosotros también
somos responsables que ellos ocupen el lugar de poder (poder de daño)
que tan discrecionalmente ostentan.
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