Grandes Mujeres de la Historia. Rosa Luxemburgo
Róza Luksemburg, más conocida por su nombre castellanizado Rosa
Luxemburgo (Zamosc, Imperio ruso, 5 de marzo de 1871 – Berlín, Alemania, 15 de
enero de 1919), fue una teórica marxista de origen judío. Militó activamente en
el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), hasta que en 1914 se
opuso radicalmente a la participación de los socialdemócratas en la I Guerra
Mundial, por considerarla un "enfrentamiento entre imperialistas".
Integró entonces el grupo internacional que en 1916 se convirtió en Liga Espartaquista, grupo marxista que sería el origen delPartido Comunista de Alemania (KPD).
Al terminar la guerra fundó el periódico La Bandera Roja, junto con el alemán Karl Liebknecht. Sus libros más conocidos, publicados en
castellano, son: Reforma o Revolución (1900), Huelga de masas, partido y sindicato (1906), La Acumulación del Capital (1913) y La revolución rusa (1918), en el cual critica
constructivamente a la misma y sostiene que la forma soviética de hacer la
revolución no puede ser universalizada para todas las latitudes. Tomó parte en
la frustrada revolución de 1919
en Berlín, aun cuando este levantamiento tuvo lugar en contra de sus
consejos. La revuelta fue sofocada con la intervención del ejército y la
actuación de los freikorps o 'cuerpos libres' (grupos de excombatientes nacionalistas de
derecha), y a su término cientos de personas, entre ellas Rosa Luxemburgo,
fueron encarceladas, torturadas y asesinadas. Tanto Rosa Luxemburgo como Karl Liebknecht poseen una gran carga
simbólica en el marxismo. Actualmente,
un domingo a mediados de enero se celebra cada año en Berlín el día de Rosa
Luxemburgo y Karl Liebknecht, en recuerdo del asesinato de los dos dirigentes
comunistas el 15 de enero de 1919.
Luchas e ideas de Rosa Luxemburgo
Rosa Luxemburgo fue asesinada el 15 de Enero de 1919, apenas dos
meses después de salir tremendamente envejecida de la cárcel de Breslau, con
sólo 48 años, el gobierno contrarrevolucionario de la socialdemocracia alemana
decidió que aquel cerebro teórico del marxismo tenía que dejar de pensar. Desde
1898 Rosa, instalada en Alemania, es un miembro destacado de la socialdemocracia alemana (SPD), en cuyas publicaciones colabora, y
de las que como el Vorwärts o la prestigiosa revista teórica:
"Die
Neue Zeit" será redactora. Ese año había presentado Eduard Bernstein las
conclusiones revisionistas del marxismo, que al año siguiente recoge en el
libro "Las
premisas del socialismo", originando la consternación consiguiente. El
pensamiento neokantiano, antimaterialista de Bersteín, le llevan a considerar
el socialismo como una cuestión moral. Junto
a las nociones etéreas de la justicia y la igualdad, combina los conceptos de
la economía marginalista de Jevons y Böhn-Bawerk, lo que implica asimismo
el abandono de la teoría marxista en torno a los principios del "valor-trabajo"
y de la "explotación
capitalista" (extracción plusvalía); pasando así a fustigar el
edificio teórico marxista sobre la crisis económica, la malsonante dictadura
del proletariado y el socialismo como necesidad histórica. "Si reina la necesidad, ¿para qué la acción?"
se pregunta Bernstein, que no oculta sus intenciones de simpatizar con los
ideales de la burguesía, máxime cuando la conquista del poder no tiene sentido,
ante la bondad de las reformas sociales sucesivas y acumulativas. Para llegar a
la conclusión de que el "objetivo
final" del socialismo, la revolución, no es nada y que el
movimiento de las reformas es el todo. La réplica antirrevisionista, iniciada
por el joven socialista Parvus, en la Gaceta Obrera de
Sajonia, tiene su más destacada exponente en Rosa Luxemburg que, con su libro
"¿Reforma
social o revolución?" (1899), defiende las conclusiones de Marx acerca de la
agravación de las contradicciones del capitalismo y la inevitabilidad de la
revolución socialista, a la vez que critica sin contemplaciones el intento de
introducir "el virus burgués"
en la socialdemocracia tanto en el terreno teórico como práctico. Argumenta que
el abandono del objetivo revolucionario del socialismo marxista significa el
abandono de los medios de lucha, dado que éstos al ser desviados de la meta
final, perdían también su carácter revolucionario. Con ello, Rosa Luxemburgo
demostró cuan erróneas eran las afirmaciones de Bernstein sobre la estabilidad
de la pequeña producción, destacó el carácter de clase del Estado burgués,
combatió las ideas sobre la transformación pacífica del capitalismo en
socialismo. La preocupación de Rosa por la dialéctica entre el objetivo final y
los medios afines, le conducen a relativizar el carácter irreversible o
perdurable de las reformas bajo el capitalismo, así como el papel de la lucha
parlamentaria (reformas políticas) y sindical (reformas económicas), en cuanto
que ambas formas de lucha son sus dos caras. Mucho más circunspecto será Kautsky, el dirigente teórico de la socialdemocracia alemana, en
su folleto "Bernstein y el programa socialdemócrata", en el funámbulo
esfuerzo de mantener en teoría el ideal revolucionario aunque en la práctica el
partido haga concesiones al oportunismo. La solución práctica contra el
reformismo llega de la mano de la Revolución Rusa de 1905, en la que la
huelga de masas es experimentada a escala gigantesca. A finales de aquel año,
Rosa marcha a Polonia, donde también se producen huelgas y levantamientos
obreros, siendo apresada y puesta en libertad gracias a la nacionalidad
alemana. En su libro "Huelga de masas, partido y sindicatos" (1906), analiza la
experiencia rusa y polaca, y a partir de lo cual sitúa a la huelga como nueva
forma de lucha proletaria. Hasta entonces dominaba la concepción de la huelga
en la mitología anarquista, ya refutada por Engels en el célebre folleto "Los bakuninistas
en acción" (1873), a raíz del desconcierto cantonalista español.
Ahora Rosa teoriza la huelga de masas, en cuanto respuesta al vacío
teórico-práctico dejado por el fracaso de la Comuna de París y la crítica al insurreccionalismo
inviable, planteado por Engels en el célebre prólogo de 1895 a "La lucha de clases
en Francia" de Marx. En los trabajos “La acumulación del
capital” (1913) e “Introducción a la economía política”, Rosa Luxemburgo disertó en torno a las leyes generales del capitalismo y la teoría
de la reproducción. Consideraba que la acumulación del capital sólo
puede darse ampliando la esfera de explotación del medio no capitalista (es
decir, los campesinos y los artesanos). De ahí que llegara a la conclusión de
que el capitalismo tenía que sufrir automática e inevitablemente bancarrota al
desaparecer el medio no capitalista. Como corolario de dicha tesis, se definía
el imperialismo cómo política de lucha de los estados capitalistas por los
restos del medio no capitalista en el mundo.
Fuente: Filosofía en Costa Rica
Comentarios
Publicar un comentario