GRANDES MUJERES DE LA HISTORIA: LAS SOLDADERAS
Las soldaderas,
indígenas provenientes en su mayoría del campo, formaron parte de los
revolucionarios mexicanos y combatieron al lado de los hombres, pero
conservando al mismo tiempo sus tareas domésticas. Estas mujeres desempeñaron
un papel fundamental en la Revolución Mexicana, como lo escribe Elena
Poniatowska, gran escritora mexicana, en su libro Las Soldaderas: “Sin las
soldaderas, la Revolución Mexicana no habría existido…”. Numerosas
mujeres-soldado ocuparon puestos de primer plano en la acción política e
intelectual de la época. Algunas de ellas pagaron su compromiso con duras penas
de prisión o incluso con su vida. Algunas grabaron su nombre en la historia
como María Pistolas, Petra Ruiz, Carmen Serdán o Hermila Galindo, quien
organizó el primer congreso feminista de Yucatán en 1916.
“Petra Herrera fue
soldadera, pero comenzó a ser generala porque pretendía ser hombre. La
historia no la menciona porque Villa, nunca le dio su lugar porque era
simplemente, una mujer,” .Las soldaderas son mostradas como mujeres leales,
enamoradas y fieles a sus soldados como la mayoría en el norte de México.
Manuela Oaxaca, una de estas, fue soldadera por amor más que por la guerra. Se
casó con un señor de apellido Quinn le dejaría un hijo que se convertiría años
después en el famoso actor, Anthony Quinn. Como ella, muchas fueron víctimas de
soldados quienes las enamoraban, usaban y dejaban con uno que otro hijo sin
hacerse responsables de sus actos.“La Revolución Mexicana no trajo justicia más
que para los que la traicionaron, traer la guerra para traer paz es una gran
mentira,” dijo Poniatowska. Por ellas la Revolución se mantuvo viva y fecunda,
como la tierra, las enviaban por delante a recoger leña y a prender la lumbre,
y la alimentaron a lo largo de los años. Sin las soldaderas los hombres
llevados de la leva hubieran desertado”.Y a pesar de que ellas fueron olvidadas
todavía en las escuelas primarias de México las niñas cantan todos los 20 de
noviembre, “Yo soy rielera y tengo a mi Juan, él es mi encanto y yo soy su
querer cuando me dicen que ya se va el tren adiós mi rielera ya se va tu Juan,”
concluyó Poniatowska con la canción celebre de la revolución mexicana.
Fuentes: Mi Méjico
de Ayer y Bordezine.com
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