La
Rosa Blanca de Alemania
Sophie Scholl ha sido nombrada la
mujer más importante del siglo XX en Alemania. Esta noticia puede parecer poco
importante, sobre todo en un ámbito como el nuestro muy alejado de la cultura
germana, sin embargo se convierte en muy significativo si conocemos aunque sea
ligeramente lo que ella representa. Simboliza la
oposición al régimen nazi que llevó al mundo a la 2ª Guerra Mundial. Además se
trata de una oposición desde dentro, hecha por alemanes, lo cual prueba que no
todo el país estaba a favor de cuanto sucedía. Sophie nació en 1918, en el seno de una familia liberal,
completamente indiferente a todo lo que propugnaba el partido nazi de la década
de 1930. Sin embargo era inevitable que tanto ella como sus hermanos, participaran
en las típicas organizaciones juveniles del régimen. Pero una cosa era ir de
acampada y otra comulgar con ruedas de molino. La actitud del movimiento no
gustaba nada ni a Sophie ni a su hermano Hans, lo que provocó su
distanciamiento. Así se llegó a la guerra a partir del año 1939. Por aquel
entonces, tanto ella como su hermano estaban en la universidad de Munich. En un
primer momento fue su hermano, quien con otros amigos formó un grupo de
discusión política llamado “la rosa blanca”, partidario sobretodo de terminar
con la guerra y oponerse a Hitler. Sophie se unió en cuanto pudo a este grupo y
comenzaron con su campaña pacifista a pesar de todos los problemas que esto
podía causarles. Sus actividades se veían limitadas por la clandestinidad, ya
que cualquier oposición al régimen era considerada alta traición, pero
conseguían publicar panfletos y octavillas que tenían una considerable
difusión. En ellos se expresaban cosas como estas: “¡Alemanes! ¿Queréis
vosotros y vuestros hijos padecer la suerte de los judíos?, ¿Queréis que os
juzguen con la misma medida que a vuestros líderes?, ¿Queréis que seamos para
siempre el pueblo más odiado y excomulgado del mundo entero? ¡No!" Su
éxito hizo que se fuera extendiendo por otras universidades como Hamburgo, llegando
incluso a Berlín, sin embargo esto lo hacía a la vez más peligroso. Llegó así
el 18 de febrero de 1943, día en que la universidad de Munich se alzó en
protesta contra el régimen nazi. Durante los días siguientes, la actividad
frenética de Hans y Sophie hizo que tomaran menos precauciones de las debidas y
tuvieron la mala fortuna de ser reconocidos y delatados a la Gestapo. Su final
fue terrible. Fueron encarcelados, torturados y condenados a muerte en tan solo
unos días con el objetivo de dar un escarmiento. Así, tanto Sohie como su
hermano Hans fueron guillotinados el 22 de febrero en Berlín. En los días
siguientes se aplastó el movimiento, sin embargo meses después podían leerse
graffitis en las paredes de la universidad que decían: “¡EL ESPIRITU VIVE!”. Y
en efecto, en la Alemania actual, rara es la ciudad que no tiene un colegio o
una plaza en recuerdo de los hermanos Scholl.
Fuente: www.portalsolidario.net
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