GRANDES MUJERES DE LA HISTORIA: Eva Perón - LOS ALTOS CÍRCULOS (Mi Mensaje)

GRANDES MUJERES DE LA HISTORIA: 

Eva Perón, a 93 años de su nacimiento



7 de mayo de 1919 – 26 de Julio de 1952




LOS ALTOS CÍRCULOS (Mi Mensaje)

"Me rebelo indignada con todo el veneno de mi odio, o con todo el incendio de mi amor -no lo sé todavía-, en contra del privilegio que constituyen todavía los altos círculos de las fuerzas armadas y clericales. Tengo plena conciencia de lo que escribo. Sé lo que sienten y lo que piensan de esos círculos los hombres y mujeres humildes que constituyen el pueblo. Todos los pueblos de la humanidad. Yo no los condeno personalmente. Aunque personalmente me combatieron y me combaten como enemiga declarada de sus propósitos y de sus intenciones. En el fondo de mi corazón, yo no deseo otra cosa que salvarlos con mi acusación, señalándoles el camino del pueblo por donde llega el porvenir de la humanidad. Yo sé que la religión es el alma de los pueblos y que a los pueblos les gusta ver en sus ejércitos la fuerza pujante de sus muchachos como garantía de su libertad y expresión de la grandeza de su Patria. Pero sé también que a los pueblos les repugna la prepotencia militar que se atribuye el monopolio de la Patria, y que no se concilian la humildad y la pobreza de Cristo con la fastuosa soberbia de los dignatarios eclesiásticos que se atribuyen el monopolio absoluto de la religión. La Patria es del pueblo, lo mismo que la Religión. No soy antimilitarista ni anticlerical en el sentido en que quieren hacerme aparecer mis enemigos. Lo saben los humildes sacerdotes del pueblo que me comprenden a despecho de algunos altos dignatarios del clero rodeados y cegados por la oligarquía. Lo saben los hombres honrados que en las fuerzas armadas no han perdido contacto con el pueblo. Los que no quieren comprenderme son los enemigos del pueblo metidos a militares. Ellos desprecian al pueblo y por eso desprecian a Perón, que siendo militar abrazó la causa del pueblo aún a costa de abandonar en cierto momento su carrera militar. Yo veo no sólo el panorama de mi propia tierra. Veo el panorama del mundo y en todas partes hay pueblos sometidos por gobiernos que explotan a sus pueblos en beneficio propio o de lejanos intereses. Y detrás de cada gobierno impopular he aprendido a ver ya la presencia militar, solapada y encubierta o descarada y prepotente. En este mensaje de mis verdades, no puedo callar esta verdad irrefutable que se cierne como la más grande sombra cubriendo los horizontes de la humanidad. Es necesario que los pueblos destruyan los altos círculos de sus fuerzas militares gobernando a las naciones. ¿Cómo? Abriendo al pueblo sus cuadros dirigentes. Los ejércitos deben ser del pueblo y servirlo. Deben servir a la causa de la justicia y de la libertad. Es necesario convencerlos de que la Patria no es una geografía de fronteras más o menos dilatadas sino que es el pueblo. La Patria sufre o es feliz en el pueblo que la forma. En la hora de nuestra raza, en la hora de los pueblos, la Patria alcanzará su más alta verdad. Es necesario que los ejércitos del mundo defiendan a sus pueblos sirviendo la causa de la justicia y de la libertad. Solamente así se salvarán los pueblos de caer en el odio contra "eso" que antes se llamaba Patria, y que era una mentira más ¡una bella mentira que inventó la oligarquía cuando empezó a vender la dignidad del pueblo, es decir la dignidad augusta y maravillosa de la Patria!"

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