Nos Disparan desde el Campanario ... La dialéctica en tiempos fascistas... por Gustavo Marcelo Sala


Es muy fatigoso dialogar con personas que a partir del segundo renglón hay que pedirles disculpas por la extensión y la calidad del lenguaje que se utiliza en la argumentación. Hay que reconocer que no solo me pasa con gente de derecha, también me pasa con compañeros del campo nacional y popular. Se ve que no solo el tweet ha ganado como formato dialéctico, sino que además me temo que concluir a partir de premisas, distinguiendo las verdaderas de las falsas analizando causas y efectos no forma parte de la arte de la erística moderna...

Scalabrini afirmó que los medios de comunicación, y el periodismo sobre todo, son las armas más eficaces y más poderosas que tiene el establishment para dominar pacíficamente a las masas más débiles, porque es un arma que penetra hasta la intimidad del cuerpo social y cuanto más permeable es ese cuerpo social más facilmente es dominarlo, pues no opera con opiniones como muchos suponen sino mediante la manipulación diestra de la información. Por tanto el grado de indefensión formativa e informativa es mayor para el ciudadano corriente que desea saber pero que no posee el tiempo material por la exigencia y la explotación del modelo socio-económico.
Ese ciudadano espera y confía que le digan la verdad, pero lo patético es que no solo no sabe que no se la dicen, sino que ni siquiera sospecha lo que le ocultan. Si uno repasa los sitios de los medios hay temas extremadamente relevantes y noticias notables que ni siquiera son rozadas y que en la mayoría de los casos se trata de noticias que impactan directamente en el núcleo del poder real y sus representantes. Son sitios que mientras engordan a la gente con comida chatarra, le adelgazan su curiosidad, su inteligencia y su capacidad crítica, sus aromas y sus sabores.
Si bien el término comunidad nos aúna, entendiéndose que somos comunes a un paradigma, el vocablo sociedad ha tenido más exísto dentro del sistema capitalista porque nos relaciona individualmente: Somos socios.
Sucede que el término comunidad ha sido absolutamente bastardeado, y con toda intención por la mass media capitalista. Louise Mitchel, la heróica comunera de París, debe estar a las risas viendo como medio centenar de pelotudos que tienen en común estar asociados a un streaming se autodefinen como integrantes de una comunidad porque de modo banal comparten a diario la vulgaridad y la procacidad.
Por eso es necesario cuidarse de los que en la actualidad se nos presentan como voceros progresistas a este fascismo gobernante, advirtiendo que su deseo es simplemente reemplazarlo por el suyo, no combartirlo ni destruirlo, no siempre tener un enemigo común nos une, el enemigo de mi enemigo bajo ningún concepto es mi amigo, así nos fue aceptando esos términos, son notorios los casos de dirigentes que oficiaron como topos, va de suyo y queda claro que es otro enemigo, pero que ataca por otro flanco, en otro momento y con otras armas.

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