Revista Nos Disparan desde el Campanario Año V SUMPLEMENTO LITERARIO TELAM. Los 336 ejemplares digitalizados… por AHIRA
Gráfica: Tapa del ejemplar Nro. 1
Ahira recuperó los 336 números del
Suplemento Literario Télam. A partir del lunes 5 de diciembre de 2011, surge
oficialmente el Suplemento Literario Télam (SLT), un espacio dedicado a la
literatura dentro de la Agencia de Noticias que tuvo una duración de siete
años. Por decisión del por entonces presidente de Télam, Carlos Martín García,
se dio curso a este proyecto que traía una novedad en la historia de la Agencia
de Noticias y que iba a ser de alto impacto en la escena cultural a nivel
nacional. En lo personal, crear y dirigir los 336 números del SLT fue un
desafío tan apasionante como enriquecedor y una tarea de mucha responsabilidad
en mi vida profesional.
Mi labor involucraba conocer
novedades, contactar y tratar con los autores, seleccionar contenidos actuales
y, al mismo tiempo, revisar la tradición, administrar los materiales según
pautas graficas de diseño, crear las secciones, estudiar el mercado
periodístico y literario para aportar originalidad, cumplir con los tiempos
apresurados de una publicación semanal.
El primer lanzamiento fue el 21 de
noviembre de 2011 en versión digital, y desde el 8 de diciembre el suplemento
empieza su vida en papel, cada jueves junto al Reporte Nacional, el periódico
de la Agencia.
El suplemento en papel se imprimía en
los diarios de todo el país que contrataban previamente el servicio de Télam,
no tenía un costo extra y las tiradas dependían de cada medio gráfico.
Una de las premisas fundamentales del
SLT fue incorporar nuevas voces al circuito literario junto con las ya
consagradas. El espíritu de dar a conocer los escritos de nuevas personalidades
y el concepto de diseñar una zona propiamente literaria se basaban en una
propuesta particular: acompañar la ya conocida sección de Cultura de la agencia
que cubría el mercado literario, una tarea que realizaba en ese momento Mora Cordeu.
Luego, la continuó con alta eficacia Julieta Grosso, a cuyo equipo fui
incorporado luego del cierre de SLT.
El suplemento tenía gran llegada
entre los lectores, a tal punto de que en varias ocasiones recibí devoluciones
en las que ellos se mostraban interesados por los contenidos que se publicaban.
En otras oportunidades me hacían propuestas, sugerencias, pedidos que desde el
SLT se intentaban sumar. Era un suplemento que pretendía llegar a franjas
diversificadas de lectores y que se proponía como una alternativa pública y
gratuita frente a la desaparición continúa y acelerada de muchos medios
culturales. Por estas razones, se ponía especial énfasis en dar con los
materiales justos para cubrir los focos de interés de todo el país.
El título se acortó a las siglas
“SLT”, que fueron elegidas como homenaje al TLS (The Times Literary
Supplement), el prestigioso suplemento literario surgido en 1914 del diario
inglés The Times, que se convirtió en una publicación independiente y de
renombre en el ámbito literario internacional. La composición general de SLT
estuvo en manos del escritor y diseñador gráfico Rodolfo Luna, con la
colaboración de José de Luca.
El suplemento constaba de cuatro
páginas, era a color, se imprimía en papel prensa, combinaba imagen y texto de
acuerdo con el diseño general, usaba tipografías con serif en los títulos y en
el cuerpo de la nota, preferentemente Janson. En la portada que contenía título
e ilustración artística, la nota principal se veía destacada además por la
iluminación de la predominancia del color blanco. Por lo general, las
contratapas de cada número incluían reseñas de poesía y obras teatrales.
Desde su inicio, SLT contó con la
colaboración de destacados escritores, poetas, columnistas, cuyos textos
resultaron valiosas intervenciones en el tejido socio cultural. Entre los
varios nombres de quienes dejaron su paso por el suplemento están los de Lucila
Carzoglio, Vicente Battista, Claudia Piñeiro, Guillermo Saccomanno, María José
Sánchez, Juan Martini, Mario Goloboff, Juan Pablo Bertazza, Leonardo Oyola,
Gustavo Nielsen, Dolores Pruneda Paz, Sebastián Basualdo, Daniel Freidemberg,
Jorge Boccanera y Leonardo Huebe.
Con afán de dotar al suplemento de
diversidad temática, estilística e ideológica y de abarcar problemáticas literarias
federales, las secciones, que aparecían en la web y en formato papel, daban
lugar a numerosos temas y a diversos géneros discursivos. Los lectores podían
encontrase allí con ensayos de reflexión, textos poéticos, cuentos,
entrevistas, reseñas de novelas, estudios sobre piezas dramáticas, trabajos de
teoría y crítica literarias, que abarcaban diferentes aspectos de la literatura
y la cultura. Las novedades de la coyuntura aparecían en las tres páginas
internas, en el margen superior que algunos medios cortaban para adaptar el
tamaño de tabloide.
Algunas de las secciones más
conocidas fueron:
"La poética", a cargo de
Guillermo Saccomanno, donde se exploraban aspectos relacionados con la creación
de poetas contemporáneas.
"Los Jueves de Claudia
Piñeiro", una sección en la que la escritora compartía reflexiones
literarias y relatos autobiográficos.
"El Punto de Vista" de
Vicente Battista, donde el escritor ofrecía su visión sobre la coyuntura y
expresiones culturales en general.
"El Cronista accidental", por
Juan Martini, una sección dedicada a la crónica y al periodismo narrativo,
explorando historias y personajes de la actualidad y la historia.
"Milanesa napolitana", por
Gustavo Nielsen, que ofrecía reseñas y análisis de libros y autores
contemporáneos.
"Todos bailan", por Daniel
Freidemberg, que se ocupaba de la poesía argentina.
"Relecturas", por Mario
Goloboff, una sección dedicada a revisitar obras clásicas de la literatura e
identificar los fundamentos de su vigencia en el presente.
"Diálogos", con Jorge
Boccanera, en la que el escritor compartía entrevistas y conversaciones con
personalidades del ámbito cultural.
"Tiempo recuperado", por
Luis Soto, una sección donde el escritor publicada sus ficciones.
Estas secciones, junto con otras
colaboraciones y espacios fijos, contribuyeron a enriquecer el contenido del
SLT y a consolidarlo como un espacio de referencia fundamental en el ámbito
literario nacional.
Lamentablemente, en julio de 2018
durante el gobierno de Mauricio Macri, Hernán Lombardi, Titular del Sistema
Federal de Medios y Contenidos Públicos ordenó el cierre del suplemento y
despidió a sus trabajadores, poniendo fin a esta etapa creativa de promoción de
la literatura desde Télam. El personal de planta de la Agencia fue
reincorporado por la justicia y puesto a realizar otras tareas.
Frente a nuevas iniciativas de
invisibilización y operaciones ideológicas de borramiento, la incorporación de
estas páginas a AHIRA es un acto político de resistencia no sólo porque permite
a los lectores acceder públicamente a un valioso material de otra forma
inubicable, sino también porque sigue construyendo memoria sobre la huella
inicial que su aparición dejó para siempre en el panorama cultural argentino.
AQUÍ LOS 336 EJEMPLARES
DIGITALIZADOS
Para leer y o Descargar
Fuente: Archivo Histórico de Revistas
Argentinas
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