Revista Nos Disparan desde el Campanario Año V ¿Quién está a la derecha de Milei?.... por Guillermo Oglietti
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¿Es lo mismo Milei que Meloni?, ¿Trump que Bolsonaro? o ¿el uribismo colombiano que la derecha ecuatoriana? ¿Quién se parece a Bukele? Presentamos un juego de similares para encontrar las diferencias en la derecha global. Analizamos las posturas de 7 líderes conservadores (5 latinoamericanos, Milei, Bolsonaro, el uribismo, la derecha ecuatoriana de Lasso y Noboa y Bukele, más Trump y Meloni), respecto a un listado de 18 políticas económicas que nos permiten identificar sus preferencias en función de las políticas o la retórica que al respecto sostiene cada uno (véase más adelante el cuadro). La primera conclusión es que la etiqueta “derecha” describe poco y nada. Hay muchas diferencias y solo una coincidencia.
El menú de alternativas de políticas
económicas es amplio y los líderes conservadores se mimetizan con las
preferencias ciudadanas y descartan, cuando conviene, las ideológicas. Es así,
incluso para el nuevo profeta de la Libertad, Javier Milei, quien renunció al
principio del anarcocapitalismo cuando comenzó a regular los precios de las
empresas de medicina prepaga a tan solo 3 meses de haberlo liberalizado apenas
inició su mandato. Es que la gran mayoría de los ciudadanos no son
absolutamente de izquierdas ni absolutamente de derechas, sino más bien son
biconceptuales (concepto desmenuzado por George Lakoff), es decir, que sobre
algunos temas de la realidad asumen posiciones de derecha y, sobre otros, de
izquierda. Así, las diferencias que vemos entre las derechas regionales pueden
responder a la disyuntiva entre ajustarse a sus principios ideológicos o
aproximarse a las preferencias biconceptuales de su electorado. Como veremos al
finalizar, la segunda conclusión es que las derechas más jóvenes, como la de
Milei y la ecuatoriana, son más radicales que las derechas con más historia,
como la de los países desarrollados y el uribismo. Bukele no es una excepción a
esta conclusión, porque Bukele es tan biconceptual como sus electores.
Veamos los parecidos y diferencias:
Obsesión con el déficit fiscal
No todos están obsesionados con el déficit
fiscal como Milei. Para el resto de las derechas, el déficit es amor. Ni Trump,
Bukele, Bolsonaro, ni Noboa o Meloni hacen de la retórica anti déficit una
cuestión de Estado ni una prioridad. La posición de Milei es definitivamente
más extrema incluso que la del uribismo ya que este nunca sacrificaría sus
objetivos primordiales para lograr el superávit fiscal.
Ajuste del gasto
En lo que todos los líderes de la derecha
coinciden, y en lo único que concuerdan, es en reducir el gasto público. Este
es el caballito de batalla sobre el que galopa toda la derecha global, aunque
hay muchas diferencias sobre cómo lograr esta reducción del gasto. Veamos las
diferencias:
Reducción gasto social
Afortunadamente no todos ponen el énfasis en
el ajuste del gasto social, que recae sobre las espaldas de los ciudadanos de a
pie. Ni Trump, ni Bukele, ni el uribismo, quienes de ninguna forma podrían ser
considerados líderes humanistas a juzgar por sus acciones represivas y
militares, consideran que los esfuerzos de ajuste deben depositarse sobre el
gasto social. Milei, Bolsonaro, Lasso/Noboa y Meloni, por el contrario, prefieren
ajustar las políticas sociales desarmando lo poco que exista del Estado de
Bienestar en cada país.
Reducción del empleo público
Al parecer, la reducción del empleo público
tampoco es una prioridad para la derecha de los países desarrollados. Ni Meloni,
ni Trump apuntan a esta vertiente para reducir el gasto público, a diferencia
de todos los líderes latinoamericanos conservadores, para quienes los
trabajadores del Estado son más enemigos públicos que empleados.
Subsidios a tarifas
En donde más disiente la derecha es en cuanto
a los subsidios. Solo Milei y la derecha ecuatoriana se concentran en recortar
los subsidios a las tarifas u otras actividades económicas. Por el contrario,
no es un problema para el uribismo, ni para Trump, Meloni, Bolsonaro y Bukele.
Por pragmatismo político o por prioridad productivista, estos 5 países son
capaces de ir contra la doctrina liberal y evitar el desguace de las políticas
que crean trabajo, inversión o producción, mientras que la derecha ecuatoriana
y Milei, por el contrario, dan la vida por el dogma.
Recorte del gasto en salud
Al parecer, para los conservadores la salud es
un gasto y no una inversión. Con las excepciones de la derecha de Colombia y
Bukele, todos los conservadores parecen considerar que la oferta de salud
pública debe reducirse, incluida la europea Meloni, que en este aspecto
disiente de la mayoría de sus colegas europeos.
Recorte a la educación
En cuanto a la educación pública, Trump,
Bolsonaro y la derecha de Ecuador están a favor de ajustarla. Son países donde
la educación de calidad ha sido desde siempre un lujo para la élite porque el
mercado así lo resuelve y solo puede educarse quien puede pagarlo. A este grupo
se suma ahora la argentina de Milei, que sostiene el mismo criterio a
contramano de la larga tradición de la escuela pública en Argentina. Por el
contrario, ni los colombianos, ni Bukele, ni Meloni tienen a la educación como
uno de sus blancos preferidos para reducir el gasto público.
Recorte a las pensiones
La única derecha latinoamericana que no
propone reducir las pensiones es Bukele, que coincide en este aspecto con
Meloni y Trump. En cambio, ajustar las pensiones, es decir, la calidad de vida
de los mayores, es un eje para Milei, Bolsonaro, el uribismo y la derecha de
Ecuador.
Inversión pública
La inversión pública, un componente importante
de las erogaciones del Estado, son parte activa de las políticas de Meloni,
Trump y Bukele, mientras que, por el contrario, las derechas sudamericanas
menosprecian este instrumento y coinciden en el objetivo de reducir la
inversión pública, a pesar de los déficits de infraestructura que padece el
cono sur.
Proteccionismo
Donde las derechas latinoamericanas más se
diferencian respecto de sus pares europeos es en el comercio internacional. El
modelo de globalización de libre mercado que promovió el Consenso de Washington
de los 90s, fue sentenciado a muerte en el mismo tribunal que lo parió, con
Trump a la cabeza de la cruzada antiglobalizadora y Meloni acompañando este
liderazgo de cerca. En cambio, la derecha Latinoamericana adscribe, sin
matices, a las versiones más globalizadoras del comercio internacional. No
perciben los cambios tectónicos en la geopolítica global. La asimetría de
políticas, entre el proteccionismo del norte y el librecomercio en el sur, es
el fertilizante que nos conduce de retorno al modelo de colonia proveedora de
materias primas y consumidora de bienes industriales que rigió desde 1942.
Soberanía monetaria
Solo Milei tiene la ocurrencia de abandonar la
moneda nacional. Hay otros 3 países dolarizados en la muestra, es decir, países
que tuvieron esta ocurrencia en el pasado: Ecuador, que se dolarizó en 1999,
Italia que abandonó la Lira al unirse al euro en el mismo año y El Salvador que
se dolarizó en 2001. La derecha ecuatoriana no ha demostrado intenciones de
volver a la moneda propia. Meloni sostuvo una retórica contra el euro cuando
era candidata, pero no ha movido fichas desde que alcanzó el gobierno. Bukele
no parece conforme con la dolarización a la que considera una debilidad y, dado
que carece de moneda propia, al menos apunta a la competencia de monedas, en
especial, apostando por el Bitcoin.
Moneda competitiva
Bolsonaro, el uribismo y Trump comparten la
preocupación sobre la pérdida de competitividad que genera una moneda propia
apreciada. Meloni tiene poca capacidad de influencia sobre las políticas
cambiarias del Banco Central Europeo, pero su rechazo al aumento del tipo de
interés del Banco Central Europeo puede interpretarse de la misma forma que una
preferencia por una moneda europea más competitiva. Los restantes líderes
conservadores latinoamericanos, entre ellos Milei, toman al tipo de cambio como
una variable que define el mercado sin percibir la importancia que esta
variable tiene sobre las capacidades productivas de un país y el bienestar de
sus ciudadanos.
Financiarización de la economía
Otra gran diferencia entre los líderes
conservadores latinoamericanos con Trump y Meloni (quien incluso aplicó un
impuesto a las ganancias extraordinarias de la banca similar a Bolivia), es que
estos últimos, hacen hincapié en la producción y menos en la financiarización
de la economía. Los líderes conservadores latinoamericanos, sin distinción,
parecen más concentrados en facilitar los negocios financieros que en la
producción y el empleo. La preferencia por la financiarización en lugar de la
producción es otro atributo de que debe tener cualquier colonia que se precie
de serlo.
Privatizaciones
Otro de los aspectos donde hay grandes
coincidencias es con respecto a las privatizaciones, todos, a excepción de
Bukele, están a favor de ellas. No hay lugar reservado para el Estado en la
economía, ni siquiera, en los sectores estratégicos, como la banca, la
infraestructura y la energía.
Reducción de impuestos a las empresas
Con la excepción de Meloni, toda la retórica
de estas derechas está a favor de reducir la carga tributaria de las empresas,
lo que implica recostar la carga pública sobre los ciudadanos de a pie.
Flexibilización laboral
Solo Trump y Bukele no hacen declaraciones
contundentes a favor de la flexibilización del mercado de trabajo, en parte,
porque éste ya está lo suficientemente desregulado gracias a una legislación
proempleador o por la existencia, de hecho, de un mercado de trabajo
mayoritariamente informal y en consecuencia, desregulado. El resto de líderes
conservadores, incluyendo a Meloni, se muestran a favor de políticas que quiten
protección o derechos a los trabajadores.
Precio de los alquileres
Cuatro líderes de la derecha, Bukele, Meloni,
Bolsonaro y el Uribismo, no están a favor de liberalizar el funcionamiento del
mercado inmobiliario, mientras que si lo están Milei, la derecha ecuatoriana y
Trump, cuyo patrimonio proviene del sector de los bienes raíces.
Precios de la energía
El precio del combustible es una variable
determinante de la competitividad y el desempeño económico de los países y la
visión de cada líder de la derecha al respecto nos permite aproximar cuál es el
grado de inocencia que los caracteriza. La mayoría está a favor de alguna forma
de regulación de este precio fundamental de la economía, y esto incluye, por
supuesto, al proteccionista Trump, a Meloni, a Bukele y al uribismo. Por el
contrario, la posición más naïve y libremercadista la sostienen Milei,
Lasso/Noboa y Bolsonaro.
Reflexión final
Por el momento Milei se posiciona como el más
radical de las derechas latinoamericanas y adopta el pleno de 18 posiciones
liberales en las 18 políticas analizadas. La derecha ecuatoriana es la segunda
más radical y asume 17 políticas liberales de las 18 bajo análisis. Bolsonaro
sigue en esta lista con 13 de 18. Podría inferirse que las derechas
latinoamericanas más jóvenes, con menos historia, son más radicales que las
derechas con tradiciones más largas, como la colombiana que tiene 10 posiciones
liberales de las 18 posibles. La excepción a la regla parece ser Bukele, que se
coloca muy distante al primer pelotón de radicales, con 5 opciones liberales de
las 18 posibles junto a Meloni, incluso una menos que Trump, que tiene 6 de 18.
Quizás este resultado no sea una excepción. Quizás Bukele no sea un líder de la
derecha sino un líder tan biconceptual como sus electores.
Guillermo
Oglietti es doctor en Economía Aplicada por la
Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), postgraduado del Instituto Torcuato Di
Tella de Buenos Aires y licenciado en Economía por la Universidad Nacional de
Río Cuarto (UNRC, Argentina). Dirigió el Centro Interdisciplinario de Estudios
sobre Territorio, Economía y Sociedad de la Sede Andina de la Universidad
Nacional de Río Negro en Argentina. A lo largo de su vida académica, se ha
concentrado en problemáticas del desarrollo económico como la inmigración, la
inversión extranjera, la relación ahorro-inversión y la enfermedad holandesa en
los países latinoamericanos. Recientemente, ha orientado sus trabajos al área
de la economía del turismo, las finanzas y la economía urbana. Actual
subdirector de CELAG.
Fuente:
https://www.celag.org/quien-esta-a-la-derecha-de-milei/
Fuente
Revista Sin Permiso
Link de
Origen: https://www.sinpermiso.info/textos/quien-esta-a-la-derecha-de-milei
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