Revista Nos Disparan desde el Campanario Año V Sección "COMENTARIOS ODIOSOS" Hoy presentamos: "RESPETAR A LA COMPAÑERA Y AL COMPAÑERO" por Eddy W. Hopper
Es cada vez mayor el número de personas que comentan que otros han requerido GRATIS sus servicios, no para satisfacer necesidades básicas, sino para obtener algún beneficio secundario, directo o indirecto. Esto se da, incluso, entre compañeros y compañeras.
Por supuesto: siempre está la
voluntad del interesado en llevar a cabo o no aquello que se ha solicitado;
porque es innegable que darlo todo sin recibir nada es también un derecho
inalienable y personal. Y cada cual construye su camino de lucha.
Sin embargo, considero que la mejor
manera de respetar la dignidad del trabajador y de la trabajadora es REMUNERAR
de algún modo sus servicios; y, por supuesto acordar esta remuneración con
anterioridad a la prestación.
¿La compañera baila; y por lo demás,
baila MUY bien? Entonces, si la necesitamos para un evento cualquiera (es
decir: para CUALQUIER acto, reunión, actividad, etc.), luego de describirle la
situación y de decirle que habíamos pensado en ella, LE PREGUNTAMOS CUÁLES SON
SUS HONORARIOS; o le decimos que haremos una "vaquita" entre todos
para retribuir el tiempo que nos brindó, para nuestro beneficio individual y
colectivo. Pidámosle factura, si corresponde y la necesitamos.
¿El compañero es médico? Pues antes
de enviarle a las once de la noche una foto con "la caquita rara" que
hizo Lauti, le preguntamos cuál es el costo de la consulta; y en especial el de
la consulta NOCTURNA. Y se la pagamos, si es que no nos dice "no te
preocupes, mandame la foto de la caquita; hoy por ti y mañana por mí".
Sé que esto que digo puede caer mal
en ciertos ámbitos de apropiación de la plusvalía tanto militante como
personal.
Pero miren: si TODOS vamos a jugar a
la Comunidad Organizada, pues todos jugaremos y construiremos el mejor de los
mundos.
Ahora bien: si vos vas a jugar al
capitalista que aprovecha el trabajo ajeno y yo solo soy el que pretendo la
justicia social, entonces sentémonos y reinventemos el asunto.
Piolas somos todos: lo que parece que
faltan son idealistas.
Y aclaro: hay causas para las que
trabajo gratis, porque quiero y porque son fundamentales para salvaguardar el
nombre y los derechos de gente injustamente sometida o maltratada; y/o porque
corresponde por respeto. Ellos y ellas saben y me conocen. Es parte de mi
militancia y lo necesito.
La época -y la contemplación del Otro
en su íntegra entidad de ser digno por naturaleza- imponen el respeto por la
dignidad del compañero y la compañera.
*Eddy W. Hopper. Abogado
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