Revista Nos Disparan desde el Campanario Año V … CAPITALISMO La creencia de que una única forma de gobierno es la mejor para todos es en sí misma una especie de tiranía… por Ricardo Dudda
Gráfica: El Lobo y la Grulla
Artista: Ernesto Griset
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El nuevo libro del filósofo John Gray, "The New Leviathans", es un collage filosófico y un resumen de sus ideas más célebres, pero tiene también reflexiones originales sobre el futuro de la democracia y el capitalismo.
A John Gray hay que leerlo en un día
soleado. Por ejemplo, al final de su último libro, The New
Leviathans. Thoughts after Liberalism, escribe: “El verdadero Leviatán es
el animal humano. Hobbes creía que estaba impulsado por la autoconservación:
los seres humanos siguen adelante hasta que el mundo los detiene. No vio que la
pulsión de muerte está dentro de ellos. Nada es más real que la nada en el
interior de los seres humanos. Solos entre los seres vivos, saben que su vida
está limitada por la muerte. La conciencia de su mortalidad les impulsa a
buscar la inmortalidad en las ideas. Matar por las palabras da sentido a sus
vidas. En esto ejercen el privilegio del absurdo, al que no pueden renunciar”.
Es una visión tremendamente deprimente (y posiblemente cierta): parece sacada
de Los demonios de Dostoievski. The New Leviathans no es
un gran libro. Es una especie de best of de sus ideas clásicas: la
crítica al mesianismo, la arrogancia y el optimismo patológico en política, la
cautela ante el racionalismo y la ciencia y los intentos de perfeccionar un ser
humano imperfecto, la necesidad de alcanzar acuerdos de mínimos para garantizar
la convivencia en paz, una visión escéptica del progreso y la razón. Y, más
recientemente, su crítica al hiperliberalismo, que considera una perversión
dogmática del liberalismo clásico, que era un proyecto de coexistencia y mutua
tolerancia entre distintos. En el libro rescata algunas de sus opiniones
antiguas. Alguna tiene cierto valor, como su crítica a Fukuyama en 1989, que
resulta especialmente reveladora y premonitoria: “Todas las pruebas sugieren
que estamos retrocediendo a una época que es históricamente clásica, y no
avanzando hacia la vacía y alucinante era post-histórica proyectada en el
artículo de Fukuyama. La nuestra es una época en la que la ideología política,
tanto liberal como marxista, tiene una influencia rápidamente menguante sobre
los acontecimientos, y fuerzas más antiguas, más primordiales, nacionalistas y
religiosas, fundamentalistas y pronto, quizá, maltusianas, se enfrentan entre
sí.” En 2024 parecen palabras obvias si uno observa la “internacional
nacionalista”, el fundamentalismo religioso y las guerras territoriales
post-imperialistas; en 1989 era una visión más heterodoxa. The New
Leviathans no es un libro sistemático. Va saltando de una idea a otra, es
un collage filosófico, un tercio de la obra son breves perfiles de disidentes
soviéticos (supuestamente, para exponer los excesos del mayor Leviatán
totalitario del siglo XX, la URSS). El más interesante es el de Jozef Czapski:
un disidente polaco homosexual que acabó en el Gulag y dio clases a los presos
sobre En busca del tiempo perdido de Proust (en español el libro se
publicó en Siruela con el título Proust contra la
decadencia. Conferencias en el campo de Griazowietz). Pero también hay
algunas reflexiones más contemporáneas, especialmente sobre China y el triunfo
del capitalismo global (es, realmente, un libro multifacético). Gray recoge la
crítica ya clásica al optimismo noventero sobre China: los occidentales
pensábamos que la prosperidad en China ayudaría a democratizar al país, y no
ocurrió eso. “En lugar de que China se parezca más a Occidente, Occidente
ha acabado pareciéndose más a China”, escribe. “En ambos casos, el sistema
económico imperante es una versión del capitalismo de Estado. En ambos, la
riqueza está fuertemente concentrada en pequeños grupos con una poderosa
influencia política”. Es una tesis parecida a la de Quinn Slobodian
en Crack-up Capitalism (Slobodian es autor de una interesante
historia del neoliberalismo, Globalistas), que piensa que la lógica de la
Guerra Fría se está invirtiendo: en vez del capitalismo democrático
extendiéndose hacia el Este, el autoritarismo capitalista del Este está
extendiéndose hacia Occidente. Tanto Slobodian como Gray señalan una
tendencia interesante. En la Guerra Fría muchos teóricos pensaban que China
acabaría adoptando las ideas occidentales de la democracia liberal. En su
lugar, está ocurriendo un proceso contrario. Hoy, según Slobodian, hay
pensadores occidentales que envidian la combinación de autoritarismo y
capitalismo desregulado de China, Hong Kong o Singapur. Y según Gray, el
pensamiento occidental que ha llegado a China no es el que esperaban o deseaban
los pensadores liberales. “La intelectualidad china tiene un conocimiento del
pensamiento occidental superior al de muchos universitarios occidentales”,
escribe. “El estudio de los clásicos occidentales se promueve activamente en
las universidades chinas, donde a menudo se enseñan en sus lenguas originales.
También se estudia de cerca a pensadores occidentales modernos, como Hobbes y
Leo Strauss, pero muchos intelectuales chinos consideran que Schmitt es quien
más tiene que enseñar.”
Gray cree que la idea schmittiana del
Estado soberano como protector de un único pueblo ha servido al régimen chino
para justificar la represión de los tibetanos y los uigures. “En 2020”,
escribe, “el profesor de Derecho de Pekín Chen Duanhong invocó a Schmitt en un
discurso en Hong Kong en apoyo de la ley de Seguridad Nacional [que garantiza
el intervencionismo chino en los asuntos domésticos de Hong Kong], argumentando
que ejercer la autoridad soberana de China para extinguir las libertades liberales
en la antigua colonia británica no era más que el Estado asegurando su propio
futuro. Schmitt proporciona una plantilla para el proyecto de construcción
nacional de Xi”. Son ideas que me recuerdan al libro Capitalismo,
nada más, donde Branko Milanovic distingue entre el modelo de capitalismo
político, representado por China, con fuerte influencia política y altos
niveles de corrupción, y el modelo de capitalismo liberal meritocrático, el
modelo occidental, que tiende hacia la concentración de riqueza y la
desigualdad. Milanovic piensa que esto es un ejemplo del triunfo del
capitalismo, que domina el mundo en diferentes versiones. Su pronóstico es que
ambos sistemas están, de alguna manera, convergiendo: el capitalismo occidental
se está volviendo plutócrata, y las élites económicas controlan el poder
político; en el capitalismo político las élites políticas corruptas se están
convirtiendo en élites económicas.
La solución de Gray ante el giro
autoritario global es un cauteloso acuerdo de mínimos: “Si el Leviatán es un
artificio humano, la política es un arte necesario. La tarea de la época no es
atar a los nuevos Leviatanes, como se intentó en la era liberal tardía, sino
acercarlos a lo que Hobbes creía que el Leviatán podía ser: un recipiente de
coexistencia pacífica.” Su visión es, quizá, demasiado cínica. Gray piensa que
“La creencia de que una única forma de gobierno es la mejor para todos es en sí
misma una especie de tiranía”. De acuerdo. Es verdad que el proyecto de
“exportación” de la democracia liberal fracasó. Pero eso no convierte a la
democracia liberal en un mal modelo. La tiranía también prevalece en el mundo
cuando dejamos de creer en un universalismo de valores y derechos.
Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es
periodista y miembro de la redacción de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre
alemán' (Libros del Asteroide, 2023).
Fuente: Letras Libres
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