Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 60 Sobre la libertad y el libre albedrío… por Byung-Chul Han
La Explotación de la Libertad…
El sujeto neoliberal como empresario de sí mismo
no es capaz de establecer con los otros
relaciones que sean libres de cualquier finalidad."
- Byung Chul Han –
Del libro Psychopolitik (2014)
La libertad ha sido un episodio.
«Episodio» significa «entreacto». La sensación de libertad se ubica en el tránsito
de una forma de vida a otra, hasta que finalmente se muestra como una forma de
coacción. Así, a la liberación sigue una nueva sumisión. Este es el destino del
sujeto, que literalmente significa «estar sometido». Hoy creemos que no somos
un sujeto sometido, sino un proyecto libre que constantemente se replantea y se
reinventa. Este tránsito del sujeto al proyecto va acompañado de la sensación
de libertad. Pues bien, el propio proyecto se muestra como una figura de
coacción, incluso como una forma eficiente de subjetivación y de sometimiento.
El yo como proyecto, que cree haberse liberado de las coacciones externas y de
las coerciones ajenas, se somete a coacciones internas y a coerciones propias
en forma de una coacción al rendimiento y la optimización. Vivimos una fase
histórica especial en la que la libertad misma da lugar a coacciones. La
libertad del poder hacer genera incluso más coacciones que el disciplinario
deber. El deber tiene un límite. El poder hacer, por el contrario, no tiene
ninguno. Es por ello por lo que la coacción que proviene del poder hacer es
ilimitada. Nos encontramos, por tanto, en una situación paradójica. La libertad
es la contrafigura de la coacción. La libertad, que ha de ser lo contrario de
la coacción, genera coacciones. Enfermedades como la depresión y el síndrome de
Burnout son la expresión de una crisis profunda de la libertad. Son un signo
patológico de que hoy la libertad se convierte, por diferentes vías, en
coacción. El sujeto del rendimiento, que se pretende libre, es en realidad un
esclavo. Es un esclavo absoluto, en la medida en que sin amo alguno se explota
a sí mismo de forma voluntaria. No tiene frente a sí un amo que lo obligue a
trabajar. El sujeto del rendimiento absolutiza la mera vida y trabaja. La mera
vida y el trabajo son las caras de la misma moneda. La salud representa el
ideal de la mera vida. Al esclavo neoliberal le es extraña la soberanía,
incluso la libertad del amo que, según la dialéctica del amo y el esclavo de
Hegel, no trabaja y únicamente goza. Esta soberanía del amo consiste en que se
eleva sobre la propia vida e incluso acepta la muerte. Este exceso, esta forma
de vida y de goce, le es extraño al esclavo trabajador preocupado por la mera
vida. Frente a la presunción de Hegel, el trabajo no lo hace libre. Sigue
siendo un esclavo. El esclavo de Hegel obliga también al amo a trabajar. La
dialéctica del amo y el esclavo conduce a la totalización del trabajo. El
sujeto neoliberal como empresario de sí mismo no es capaz de establecer con los
otros relaciones que sean libres de cualquier finalidad. Entre empresarios no
surge una amistad sin fin alguno. Sin embargo, ser libre significa estar entre
amigos. «Libertad» y «amigo» tienen en el indoeuropeo la misma raíz. La
libertad es, fundamentalmente, una palabra relacional. Uno se siente libre solo
en una relación lograda, en una coexistencia satisfactoria. El aislamiento
total al que nos conduce el régimen liberal no nos hace realmente libres. En
este sentido, hoy se plantea la cuestión de si no deberíamos redefinir,
reinventar la libertad para escapar a la fatal dialéctica que la convierte en
coacción. El neoliberalismo es un sistema muy eficiente, incluso inteligente,
para explotar la libertad. Se explota todo aquello que pertenece a prácticas y
formas de libertad, como la emoción, el juego y la comunicación. No es
eficiente explotar a alguien contra su voluntad. En la explotación ajena, el
producto final es nimio. Solo la explotación de la libertad genera el mayor
rendimiento. Curiosamente, también Marx define la libertad como una relación
lograda con el otro: “Solamente dentro de la comunidad con otros todo
individuo tiene los medios necesarios para desarrollar sus dotes en todos los
sentidos; solamente dentro de la comunidad es posible, por tanto, la libertad
personal” En consecuencia, ser libre no significa otra cosa que realizarse
mutuamente. La libertad es un sinónimo de libertad lograda. La libertad
individual representa para Marx una astucia, una trampa del capital. La «libre
competencia», que descansa en la idea de la libertad individual, es solo «la
relación del capital consigo mismo como otro capital, vale decir, el
comportamiento real del capital en cuanto capital». El capital realiza su
reproducción relacionándose consigo mismo como otro capital por medio de la
competencia. El capital copula con el otro de sí mismo por mediación de la
libertad individual. Mientras se compite libremente, el capital aumenta. La
libertad individual es una esclavitud en la medida en que el capital la acapara
para su propia proliferación. Así, para reproducirse, el capital explota la
libertad del individuo: «En la libre competencia no se pone como libres a los
individuos, sino que se pone como libre al capital». Por mediación de la
libertad individual se realiza la libertad del capital. De este modo, el
individuo libre es degradado a órgano sexual del capital. La libertad
individual confiere al capital una subjetividad «automática» que lo impulsa a
la reproducción activa. Así, el capital «pare» continuamente «crías vivientes».
La libertad individual, que hoy adopta una forma excesiva, no es en último
término otra cosa que el exceso del capital.
Byung Chul Han: "Nuestro libre
albedrío está en peligro." (Entrevista)
"Sólo hay comunicación sin palabras, ruidosa, que es un problema.
Hoy en día, ni siquiera hay conocimiento, solo información. Saber es
completamente diferente de la información. El conocimiento y la verdad suenan
anticuados ahora
ZEIT Wissen: ¿En qué estás
trabajando?
Han: Estoy escribiendo un nuevo libro
sobre la belleza. Decidí hacerlo después de leer una entrevista con Botho
Strauss. Cuando se le preguntó qué extrañaba, Botho Strauss respondió:
"belleza". Él no dijo nada más, echó de menos la belleza, y lo
entendí. Entonces pensé, escribiré un libro sobre la belleza.
ZEIT Wissen: Entonces estás pensando
en la belleza. ¿Cómo se ve este pensamiento?
Han: Pensar consiste en percibir
similitudes. A menudo siento que de repente percibo similitudes entre eventos,
entre un evento actual y un evento en el pasado, o entre cosas que están
sucediendo al mismo tiempo. Persigo estas relaciones.
ZEIT Wissen: ¿Y qué crees que es la
belleza?
Han: Percibo una conexión entre las
diferentes cosas que están ocurriendo hoy o son populares hoy. Por ejemplo, la
depilación brasileña, las esculturas de Jeff Koons y el iPhone.
ZEIT Wissen: ¿Estás comparando la
eliminación del vello corporal con un teléfono inteligente y un artista?
Han: La característica común es fácil
de ver: se trata de suavidad. Esta suavidad caracteriza nuestro presente.
¿Conoces el G Flex, un smartphone hecho por LG? Este teléfono inteligente tiene
un revestimiento muy especial: si se raya, desaparecen al cabo de muy poco
tiempo, por lo que tiene una piel autocurativa, casi una piel orgánica. Esto
significa que el smartphone se mantiene totalmente liso. Me pregunto, ¿por qué
algunos rasguños importan en un objeto? ¿Por qué este esfuerzo por una
superficie lisa? Y ahí tenemos una conexión entre el teléfono inteligente
suave, la piel suave y el amor.
ZEIT Wissen: ¿Amor? Por favor
explique.
Han: Esta superficie lisa en el
teléfono inteligente es una piel que no es vulnerable, que evita cualquier
lesión. ¿Y no es verdad que en lo que respecta al amor, también evitamos
lesiones en estos días? No queremos ser vulnerables, evitamos lastimar o ser
heridos de cualquier manera. El amor requiere mucho compromiso, pero nosotros
evitamos este compromiso porque nos lleva a una lesión. Evitamos la pasión, y
enamorarnos duele demasiado. Enamorarse ya no está permitido, en francés dirías
"tomber amoureux". Esta caída es demasiado negativa, de hecho, es una
lesión que debe evitarse. Veo un enlace con otra idea... Vivimos en la era del
"Me gusta". No hay un botón de "No me gusta" en Facebook,
solo hay "Me gusta", y este "Me gusta" acelera la
comunicación, mientras que "No me gusta" lo ralentiza. Del mismo
modo, ser herido ralentiza la comunicación. Incluso el arte ya no quiere
lastimar a nadie hoy. En las esculturas de Jeff Koons, no hay lesiones, ni
roturas, ni grietas, ni fracturas, ni bordes afilados, ni siquiera costuras.
Todo fluye en transiciones suaves y suaves. Todo parece redondeado, pulido,
suavizado: el arte de Jeff Koons son las superficies lisas. Una cultura de
simpatía está emergiendo hoy. También puedo aplicar eso a la política.
ZEIT Wissen: ¿Quieres decir que la
política es fluida?
Han: Los políticos también evitan
cualquier tipo de compromiso. Lo que está evolucionando es la política de
simpatía. ¿Qué político es un ejemplo de simpatía? Tal vez Angela Merkel. Por
eso es tan popular. Ella obviamente no tiene convicciones, no tiene visión.
Ella mantiene un ojo en la opinión pública, y si cambia, también cambia sus
puntos de vista. Después de la catástrofe nuclear en Fukushima, de repente
estuvo en contra de la energía nuclear. También puedes decir que está
resbaladiza como una anguila. Así que hoy, realmente estamos tratando con una
política fluida. Hay una conexión interesante entre la piel suave, el arte
suave y la política suave. En el sentido enfático, sin embargo, la acción
política requiere visión y compromiso. Debe ser capaz de hacer daño. Pero la
política fluida de hoy no hace eso. No es solo Angela Merkel, ninguno de los
políticos de hoy puede hacerlo. Son solo los secuaces simpáticos del sistema.
Reparan cualquier parte donde el sistema falla, y lo hacen con la ilusión de
que no hay alternativa. Pero la política debe ofrecer alternativas, de lo
contrario no es diferente de una dictadura. Hoy vivimos bajo una dictadura del
neoliberalismo. En el neoliberalismo, todos son empresarios de sí mismos. En la
época de Marx, el capitalismo tenía una estructura de trabajo completamente
diferente. La economía estaba compuesta por dueños de fábricas y trabajadores
de fábricas, y ningún trabajador de fábricas era un empresario por sí mismo.
Hubo explotación externa. Hoy, nos explotamos a nosotros mismos, me exploté a
mí mismo bajo la ilusión de que me estoy expresando.
ZEIT Wissen: El término
neoliberalismo se ve con frecuencia como un arma de izquierda.
Han: Eso no es correcto. El
neoliberalismo describe muy bien el estado de la sociedad actual, porque se
trata de explotar la libertad. El sistema se esfuerza por aumentar la productividad,
por lo que pasa de explotar a otros a explotarse a sí mismo, ya que esto genera
más eficiencia y más productividad, todo ello bajo la apariencia de libertad.
ZEIT Wissen: Tu análisis no es muy
alentador. Nos explotamos, no arriesgamos nada, ni en el amor ni en la
política, y no queremos ser heridos ni heridos.
Han: Lo siento, pero esos son hechos.
ZEIT Wissen: ¿Cómo puede una persona
en esta sociedad encontrar la felicidad? ¿Deberíamos estar más comprometidos
con nuestros ideales?
Han: El sistema lo hace difícil. Ni
siquiera sabemos lo que queremos. Las necesidades que percibo como mis
necesidades, no son mis necesidades. Tomemos por ejemplo Primark, la tienda de
descuento de ropa. La gente organiza autos compartidos porque no hay una tienda
Primark en cada ciudad. Luego llegan y prácticamente saquean la tienda.
Recientemente se publicó un artículo sobre una niña: cuando escuchó que Primark
estaba abriendo una tienda al lado de C&A en Alexanderplatz [Berlín], gritó
de alegría y dijo: si hay un Primark aquí, entonces mi vida es perfecta. ¿Es
esta vida realmente una vida perfecta para ella, o es una ilusión generada por
la cultura del consumidor? Echemos un vistazo a lo que está sucediendo aquí,
exactamente. Las niñas compran cientos de vestidos, cada uno de los cuales
cuesta unos cinco euros, lo que en sí mismo es una locura, porque la gente
muere por esta ropa en países como Bangladesh si se derrumba una fábrica de
ropa. Estas chicas compran cien vestidos, pero apenas los usan. ¿Sabes lo que
hacen con ellos?
ZEIT Wissen: Muestran estas prendas
en YouTube, en Haul Videos.
Han: Exactamente, ellos anuncian!
Hacen masas de videos en los que tapan la ropa que han comprado y juegan a ser
modelos. Cada video de YouTube es visto medio millón de veces. Los consumidores
compran ropa y otras cosas, pero no las usan, las anuncian y estos anuncios
generan un nuevo consumo. En otras palabras, este es el consumo absoluto que
está desconectado del uso de las cosas. Las empresas han delegado la publicidad
a los consumidores. Ellos mismos ya no anuncian. Es un sistema perfecto.
ZEIT Wissen: ¿Deberíamos protestar
contra esto?
Han: ¿Por qué debería protestar si
llega Primark y hace que mi vida sea perfecta?
ZEIT Wissen: "La libertad habrá
sido un episodio", escribe en tu nuevo libro, Psychopolitik
[Psicopolítica]. ¿Por qué?
Han: La libertad es lo opuesto a la
compulsión. Si subconscientemente ves la compulsión a la que estás sujeto como
libertad, ese es el fin de la libertad. Por eso estamos en una crisis. La
crisis de la libertad es que percibimos la compulsión como libertad, por lo que
no es posible la resistencia. Si me obligas a hacer algo, entonces puedo luchar
contra esta compulsión externa. Pero si ya no hay un oponente que me obliga a
hacer algo, entonces no puede haber resistencia. Por eso elegí el lema para el
comienzo de mi libro: "protégeme de lo que quiero", la frase que hizo
famosa la artista Jenny Holzer.
ZEIT Wissen: ¿Entonces tenemos que
protegernos de nosotros mismos?
Han: Si un sistema ataca mi libertad,
debo resistir. Sin embargo, lo pérfido es que el sistema de hoy no ataca a la
libertad, sino que la instrumentaliza. Por ejemplo: cuando hubo un censo en la
década de 1980, hubo manifestaciones. Incluso había una bomba en una oficina
del gobierno. Las personas salieron a las calles porque tenían un enemigo en el
estado que quería tomar información de ellos contra su voluntad. Hoy,
entregamos más datos sobre nosotros mismos que nunca antes. ¿Por qué no hay
protesta por eso? Porque en comparación con entonces, nos sentimos libres. En
ese momento, la gente sentía que su libertad estaba siendo atacada o reducida,
y por eso tomaron las calles. Hoy, nos sentimos libres y entregamos nuestros
datos voluntariamente.
ZEIT Wissen: Tal vez porque los
teléfonos inteligentes pueden ayudarnos a llegar a donde queremos ir.
Consideramos que el beneficio es mayor que el daño.
Han: Tal vez, pero en su estructura,
esta sociedad no es diferente del feudalismo medieval. Estamos en servidumbre.
Señores feudales digitales como Facebook nos dan tierra y dicen: aranla, y
puedes tenerla gratis. Y lo aramos como locos, esta tierra. Al final, los
señores feudales vienen y toman la cosecha. Esta es una explotación de la
comunicación. Nos comunicamos unos con otros, y nos sentimos libres. Los
señores feudales ganan dinero con esta comunicación, y los servicios secretos
la vigilan. Este sistema es extremadamente eficiente. No hay protesta contra
eso, porque estamos viviendo en un sistema que explota la libertad.
ZEIT Wissen: ¿Cómo lidias con eso
personalmente?
Han: Como todos los demás, me siento
incómodo cuando no estoy conectado, por supuesto. Yo también soy una víctima.
Sin toda esta comunicación digital, no puedo hacer mi trabajo, como profesor o
como escritor. Todos están involucrados, integrados.
ZEIT Wissen: ¿Qué papel juegan las
tecnologías de Big Data?
Han: Uno importante, porque Big Data
no solo se usa para vigilancia, sino particularmente para controlar el
comportamiento humano. Y si el comportamiento humano está siendo controlado, si
las decisiones que tomamos al sentirnos libres somos totalmente manipuladas,
entonces nuestro libre albedrío está en peligro. En otras palabras, Big Data
desafía nuestro libre albedrío.
ZEIT Wissen: Usted escribió que Big
Data da lugar a una nueva sociedad de clases.
Han: La sociedad digital de hoy no es
una sociedad sin clases. Tomemos, por ejemplo, Acxiom, la compañía de datos:
divide a las personas en categorías. La última categoría es
"residuos". Acxiom intercambia datos de unos 300 millones de
ciudadanos estadounidenses, que son casi todos ellos. A estas alturas, la
compañía sabe más sobre los ciudadanos estadounidenses que el FBI,
probablemente incluso más que la NSA. En Acxiom, las personas se dividen en
setenta categorías, y se ofrecen en un catálogo como productos minoristas, y
usted puede comprar uno para cada tipo de necesidad. Los consumidores con un
alto valor de mercado están en el grupo de "Estrellas fugaces".
Tienen entre 26 y 45 años, son dinámicos, se levantan temprano para salir a
trotar, no tienen hijos, pero podrían estar casados, y tienen un estilo de vida
vegano, como viajar, ver a Seinfeld en la televisión. Así es como Big Data está
generando una nueva sociedad de clases digital.
ZEIT Wissen: ¿Y quién está en la
clase de "desperdicio"?
Han: Aquellos con un valor de
puntuación pobre. No pueden obtener crédito, por ejemplo. Y así, junto con el
panóptico, la prisión ideal de Jeremy Bentham, tenemos un
"ban-opticon", como lo llamó el sociólogo Zygmunt Bauman. El
Panóptico supervisa a los internos del sistema que están incluidos, mientras
que el banopticon es una medida que identifica a las personas como indeseables
y excluye a las personas que están fuera del sistema o que son hostiles al
mismo. El panóptico clásico se usa para la disciplina, pero el ban-opticon
garantiza la seguridad y la eficiencia del sistema. Es interesante que la NSA y
el Acxiom estén trabajando juntos, es decir, el servicio secreto y el mercado.
ZEIT Wissen: ¿Es posible que la clase
de "desperdicio" alcance una masa crítica con el tiempo, de modo que
ya no pueda ser controlada?
Han: No. Se esconden, se avergüenzan,
están en la prestación por desempleo, por ejemplo. Constantemente se les hace
sentir miedo. Es una locura la cantidad de miedo que viven los solicitantes de
empleo aquí. Están encarcelados en este ban-opticon, por lo que no pueden salir
de su prisión de miedo. Conozco a muchos buscadores de empleo, son tratados
como residuos. En uno de los países más ricos del mundo, en Alemania, las
personas son tratadas como escoria. Su dignidad es quitada. Por supuesto, estas
personas no protestan, porque están avergonzadas. Se acusan a sí mismos, en
lugar de responsabilizar a la sociedad o acusarla. Ningún acto político se
puede esperar de esta clase.
ZEIT Wissen: bastante deprimente.
¿Dónde terminará todo esto?
Han: En cualquier caso, no puede
continuar así, debido a los recursos naturales, si no otra cosa. El petróleo
durará tal vez otros 50 años. Vivimos bajo una ilusión aquí en Alemania. Hemos
subcontratado en gran medida la producción. China ahora fabrica nuestras
computadoras, nuestra ropa, nuestros teléfonos móviles. Pero el desierto se
está acercando más y más a Pekín, y apenas se puede respirar allí debido al
smog. Cuando estuve en Corea, vi que estas nubes de polvo amarillo viajan hasta
Seúl. Tuviste que usar una máscara facial porque las partículas finas dañan tus
pulmones. La forma en que se desarrollan las cosas allí es muy dramática.
Incluso si funciona bien por un poco más, ¿qué clase de vida es? O simplemente
mire a las personas que ponen todo tipo de sensores en sus cuerpos y miden la
presión arterial, el azúcar en la sangre y los porcentajes de grasa durante
todo el día, ¡y ponga estos datos en la red! Se llama auto-seguimiento. Estas
personas ya son zombies, son títeres cuyas cuerdas están siendo arrastradas por
poderes desconocidos, como dijo Georg Büchner en la muerte de Danton.
En este punto, vale la pena mencionar que nuestra conversación en Café
Liebling con frecuencia corría el riesgo de descarrilarse. Hubo un flujo
constante de músicos callejeros en nuestra mesa que, sin pensarlo dos veces,
empujaron sus instrumentos de manera preocupante cerca del equipo de grabación
y tocaron sus corazones: un saxofonista con éxitos de Glenn Miller, un acordeón
con canciones de París, un cantante y guitarrista con un coro de "Que
Sera". Pero Byung-Chul Han habló con gran concentración, casi se podía ver
cómo se formaban sus pensamientos hasta que se convirtieron en oraciones, que
luego alinearon con precisión. En estos momentos, su atención estaba totalmente
centrada en sus pensamientos, no en las personas a quienes los presentaba.
Tampoco el entretenimiento lo descarriló en lo más mínimo.
ZEIT Wissen: Profesor Han, en Corea
del Sur estudió metalurgia por primera vez. ¿Cómo es que el futuro técnico en
metal Byung-Chul Han se convirtió en un filósofo y crítico del sistema vocal?
Han: Soy un fenómeno de la
tecnología. Cuando era niño, me encantaba juguetear, en las radios y otros
aparatos electrónicos y mecánicos. En realidad quería estudiar ingeniería
eléctrica o mecánica, pero resultó ser metalurgia. Realmente era un técnico y
entusiasta entusiasta.
ZEIT Wissen: ¿Y por qué te detuviste?
Han: Porque una vez, cuando estaba
experimentando con químicos, hubo una explosión. Todavía tengo las cicatrices.
Casi muero, o al menos podría haber sido cegado.
ZEIT Wissen: ¿Dónde fue eso?
Han: En casa en Seúl. Yo era un
estudiante. Pasé todo el día jugueteando, fresando, soldando. Mis cajones
estaban llenos de cables, metros y productos químicos. Yo era una especie de
alquimista. La metalurgia es alquimia moderna, en realidad. Pero me detuve el
día de la explosión. Todavía jugué, pero no con alambres o soldadores. Pensar
también es una especie de retoques. Y pensar puede conducir a explosiones.
Pensar es la actividad más peligrosa, tal vez más peligrosa que las bombas
atómicas. Puede cambiar el mundo. Es por esto que Lenin dijo: "¡Aprende,
aprende, aprende!"
ZEIT Wissen: ¿Quieres lastimar a la
gente?
Han: No. Intento describir lo que
está presente. Es difícil ver a través de las cosas. Por eso trato de ver más,
de aprender a ver. Anoto lo que he visto. Es posible que mis libros se
lastimen, porque muestro cosas que la gente no quiere ver. No soy mi análisis
lo que es despiadado, sino el mundo en el que vivimos; Es despiadado, loco y
absurdo.
ZEIT Wissen: ¿Eres una persona feliz?
Han: No hago esa pregunta.
ZEIT Wissen: ¿Quieres decir que esta
pregunta no debería hacerse?
Han: En realidad es una pregunta sin
sentido. La felicidad no es un estado al que aspiro. Tienes que definir el
término. ¿Qué quieres decir con felicidad?
ZEIT Wissen: Sencillamente: disfruto
estando en el mundo, me siento como en casa en el mundo, disfruto del mundo,
duermo bien.
Han: Empecemos con el último. No
duermo bien Anteayer, en un simposio sobre la buena vida con el filósofo
Wilhelm Schmidt, abrí con una pieza musical: las variaciones de Goldberg. Bach
compuso las Variaciones Goldberg para un Conde que sufría de insomnio grave. Le
recordé a la audiencia la primera oración de En busca del tiempo perdido de
Marcel Proust. En inglés, dice: "Durante mucho tiempo, me fui a la cama
temprano". Pero en francés, en realidad es: "Longtemps je me suis
couché de bonne heure". Bonheur es la felicidad. Entonces, la traducción
correcta sería: "Durante mucho tiempo, me fui a la cama feliz". Le
dije a la audiencia que dormir bien es un signo de una vida buena y feliz. Yo
mismo sufro de insomnio.
ZEIT Wissen: ¿Qué haces cuando no
puedes dormir?
Han: ¿Qué hago? Yo sólo me acuesto
allí. En el otro punto: ¿me gusta estar en el mundo? ¿Cómo te puede gustar
estar en este mundo falso? Eso no es posible, y entonces, no soy feliz. A
menudo no entiendo el mundo. Me parece muy absurdo. No puedes ser feliz en lo
absurdo. Para la felicidad necesitas muchas ilusiones, creo.
ZEIT Wissen: ¿Disfrutas ...?
Han: ¿Qué?
ZEIT Wissen: ¿Qué disfrutas?
Han: No puedo disfrutar del mundo.
ZEIT Wissen: ¿Un buen pedazo de
pastel?
Han: Yo no como pastel. Podía disfrutar
de una buena comida, pero la comida en Berlín, en Alemania, es un problema. Los
alemanes no parecen apreciar la buena comida. Tal vez venga del protestantismo,
esta hostilidad hacia la sensualidad. En Asia, la comida tiene un valor
totalmente diferente, mucho más alto. La gente gasta mucho dinero en ello, a
diferencia de Alemania. Tomemos, por ejemplo, a Japón: la comida es un culto,
una estética. Especialmente la increíble frescura de la misma! El arroz
fragante también podría hacer feliz a alguien.
ZEIT Wissen: Eso suena como un grano
de felicidad. Has vivido en Alemania durante 30 años. ¿Cómo lo toleras?
Han: Yo no diría tolerar. Me gusta
vivir en Alemania. Me encanta la tranquilidad aquí, que no tendría en Seúl.
Particularmente me encanta el idioma alemán, sus palabras también. Cualquiera
que lea mis libros puede ver eso. Tengo un lenguaje aquí en el que puedo
filosofar muy bien. Sí, hay cosas que me hacen feliz. Comida no tanto, pero
Bach interpretada por Glenn Gould. A menudo escucho a Bach durante horas. No sé
si me hubiera quedado en Alemania tanto tiempo sin Bach, sin la Winterreise de
Schubert, sin el Dichterliebe de Schumann. Durante mi licenciatura en
filosofía, solía cantar mucho, especialmente las canciones de Schumann y
Schubert, y también tomé muchas lecciones de canto. Cantar Winterreise
acompañado por el piano, eso es muy bonito...
ZEIT Wissen: ¡Así que hay belleza!
Pasas mucho tiempo hablando mal del mundo.
Han: Tal vez. Realmente hago que mis
estudiantes se desesperen, porque les cuento todos estos problemas en mis
conferencias. Cuando dije en la conferencia anterior a la última, hoy vamos a
pensar en soluciones, algunas de ellas aplaudidas. ¡Al final! ¡Ahora nos va a
liberar de la desesperación!
ZEIT Wissen: Qué hermosa. Las soluciones
son un tema que también queremos discutir con usted.
Han: Quería pensar en soluciones,
pero luego solo describí más problemas.
ZEIT Wissen: Oh bien. Entonces, ¿qué
otros problemas hay?
Han: Hoy no hay lenguaje, hay falta
de voz y desamparo. El lenguaje está siendo silenciado. Por un lado, existe
este inmenso ruido, el ruido de la comunicación, por otro lado, existe esta
enorme falta de palabras, una ausencia de palabras que es diferente del
silencio. El silencio es muy elocuente. El silencio tiene un lenguaje. La
quietud también es elocuente, y puede ser un lenguaje, también. Pero el ruido y
la ausencia de palabras son sin lenguaje. Sólo hay comunicación sin palabras,
ruidosa, que es un problema. Hoy en día, ni siquiera hay conocimiento, solo
información. Saber es completamente diferente de la información. El
conocimiento y la verdad suenan anticuados ahora. El conocimiento también tiene
una estructura temporal diferente, abarca el pasado y el futuro. Y la
temporalidad de la información es el presente, ahora. Saber también viene de la
experiencia. Un maestro tiene conocimiento. Hoy en día, vivimos con el terror
de lo amateur.
ZEIT Wissen: ¿Qué piensas de lo que
está sucediendo en la ciencia? ¿No crea conocimiento?
Han: Los científicos ya no
reflexionan sobre el contexto social del conocimiento. Ellos están haciendo una
investigación positiva. Cada conocimiento tiene lugar dentro de una relación de
poder, y las relaciones de poder, nuevas capacidades, generan nuevos
conocimientos, un nuevo discurso. El conocimiento siempre está incrustado en
una estructura de poder. Simplemente puede hacer una investigación positiva sin
reconocer que está bajo el hechizo de este poder y sin reflexionar sobre la
contextualidad del conocimiento. Esta reflexión sobre la contextualidad ya no
tiene lugar. La filosofía también se está convirtiendo en una ciencia positiva.
No se refiere a la sociedad, solo a sí misma. Se está volviendo ciego a la
sociedad.
ZEIT Wissen: ¿Te refieres a toda la
vida académica?
Han: Más o menos. Lo que sucede ahora
es Google Science, sin una reflexión crítica sobre nuestra propia actividad.
Las humanidades deberían pensar críticamente sobre su propia actividad, pero
esto no está sucediendo. Muchos están haciendo investigación de emociones, por
ejemplo. Me encantaría preguntarle a un científico que participa en esta
investigación: ¿por qué haces lo que haces? No piensan en su propia actividad.
ZEIT Wissen: ¿Qué sugieres?
Han: Esto es sobre la relevancia
social que tienen las humanidades. Tenemos que entender claramente el trasfondo
social de nuestra propia investigación, porque todo el conocimiento está
integrado en las relaciones de poder del sistema. ¿Por qué la investigación de
emociones se está haciendo tan intensamente hoy? Tal vez porque las emociones
ahora son vistas como una fuerza productiva. Las emociones están siendo
utilizadas como herramientas de control. Si influye en las emociones, puede
controlar y manipular el comportamiento humano en un nivel subconsciente.
ZEIT Wissen: Ahora pareces un teórico
de la conspiración. ¿Es posible crear un mejor sistema con más inteligencia?
Han: La inteligencia viene de
intel-legere, leyendo entre, diferenciando. La inteligencia es una actividad de
diferenciación dentro de un sistema. La inteligencia no puede desarrollar un
nuevo sistema, un nuevo lenguaje. La mente es completamente diferente de la
inteligencia. No creo que las computadoras muy inteligentes puedan copiar la
mente humana. Puede diseñar una máquina totalmente inteligente, pero las
máquinas nunca inventarán un nuevo lenguaje, algo completamente diferente,
creo. Una máquina no tiene mente. Ninguna máquina puede producir más que su
entrada. Este es precisamente el milagro de la vida, que puede generar más que
su entrada y puede emitir algo completamente diferente de su entrada. Eso es
vida. La vida es espíritu. Así es como es diferente de una máquina. Pero esta
vida está en peligro cuando todo está automatizado, cuando todo está gobernado
por algoritmos. Una máquina humana inmortal, como la imaginaron los
posthumanistas como Ray Kurzweil, ya no sería humana. Tal vez lograremos la
inmortalidad eventualmente con la ayuda de la tecnología, pero perderemos la
vida. Alcanzaremos la inmortalidad a costa de la vida.
Fuente: Bloghemia
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