Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 60 CRÍTICA Y AUTOCRÍTICA… por Eduardo Schiel

 

Nota destacada y leída en el programa La Mañana de Víctor Hugo Morales por la AM 750 



Imagen: TeleSur


En todos los órdenes y actividades de la vida el motor para superar contingencias pasa por el análisis crítico y autocrítico de la realidad. Hoy frente a la catastrófica derrota del 19 de noviembre, con pronóstico impredecible, por supuesto se merece una profunda y honesta autocrítica.

No me refiero – solamente - al resultado electoral, que sólo es el producto de graves desviaciones y renunciamientos endémicos previos.

La gravedad del abismo está graficado en la pérdida de premisas, conceptos, valores y derechos que consideramos intangibles desde el punto de vista histórico, social e incluso institucional, o sea, consagrados en nuestras leyes, pactos, tratados internacionales y en nuestra Constitución Nacional.  La vigencia de todos ellos estaba hasta ahora fuera de cualquier discusión política electoral.

Tal vez  nuestro ADN más nítido como sociedad  es la educación pública, gratuita,  libre, laica y democrática. La misma que ahora se pone en riesgo planteando volver a la sociedad “exitosa” justamente de hace cien años donde ésta no existía.

La educación pública y gratuita en todos sus niveles nos destaca como sociedad a nivel regional y mundial y nos ha permitido sobresalir en distintos campos del saber, de la ciencia y la tecnología, siendo asimismo un potente componente de integración e  igualación social dentro de un capitalismo salvaje excluyente e individualista.

Idénticos valores y derechos conquistados a lo largo de la historia con la salud pública que nos permitió saltear la reciente pandemia global, aún con la desarticulación del sistema durante los años neoliberales previos, que suspendió los cronogramas de vacunación gratuita, abandonó millones de ellas sustrayéndolas al uso público, sin invertir en un solo nuevo hospital y paralizando doce de ellos en avanzado estado de construcción.

La retrógrada discusión sobre la soberanía de nuestro territorio  continental de costas y lagos apropiados, de tierras fiscales, de espacios públicos comunes, hasta de nuestras Islas Malvinas, plataforma submarina e islas del Atlántico Sur, con la pretensión de someterlas al arbitrio de la población implantada por la potencia imperial inglesa, mancillando el honor de nuestro país y de los miles de patriotas que entregaron sacrificios y  vidas en su defensa. Cientos de ellos la perdieron.

¿Cómo es posible poner en riesgo nuestra independencia económica, nuestros recursos naturales estratégicos? ¿La comida de nuestro pueblo, librándolo a la voracidad de un concentrado mercado oligopólico de un reducido grupo multinacional expoliador y fugador de la riqueza? ¿Cómo después de la experiencia devastadora de destrucción de las fuentes de trabajo del 2001, de los derechos de las mayorías, de los corralitos y corralones, de los megacanjes, de la privatización vandálica de las empresas argentinas, tanto de las pequeñas y medianas como  de las estratégicas, la satelital, las centrales atómicas, las energéticas, las de investigación científica y tecnológica, con las terribles secuelas de empobrecimiento, de saqueo y de muerte?

La mayor derrota está representada en el hecho de que mayorías populares hayan votado y aceptado la promesa que los echen del laburo, que se queden sin educación y sin salud, para quedarse sin las empresas públicas donde radica el patrimonio común de les argentines, con salarios y jubilaciones depreciadas y para que los muelan a palos, tal vez los maten, cuando protesten por el saqueo. Hayan votado para disculpar a genocidas y para que vuelvan a sus casas, en cambio para meter presos a los que luchan o hayan luchado.

Todas las políticas y medidas de shock que se anuncian son fulminantes e instantáneas para la destrucción, pero implican años y a veces décadas para volver a reconstruirlas. Aun así, en muchos casos tampoco ello es posible.

Los derechos conquistados de las minorías, de la identidad e igualdad  de género, los feminismos, la marea verde o la violeta, la salud reproductiva, también caen bajo la picota de este  paradigma homofóbico. “Cambio” que es sólo una marcha atrás a toda velocidad.

La pretensión de desandar la política de defensa de los derechos humanos, la política del NUNCA MAS, donde hoy nuestro país es un ejemplo en el mundo después del genocidio que se llevó la vida de 30.000 compatriotas y de muchos más, presos, torturados, muertos y exiliados, impulsando nuevamente el odio, la revancha, la represión, la violencia,  y el enfrentamiento de les argentines.

Sin embargo habrá que ver que parte de todo ello puedan llevar a cabo frente a un Pueblo que ha pasado muchas situaciones que se presentaban como terminales.

Este fenomenal retroceso es sin lugar a dudas responsabilidad de todes,  por lo tanto la autocrítica es también deber de todes. Para empresarios, pequeños y medianos productores, estudiantes y profesionales, intelectuales, comerciantes, peones, obreros y empleados. Por supuesto que no es en igualdad de grado. Los que nos oponemos a esta brutal derechización individualista de la sociedad para pocos, sobre la sangre y sudor de muchos,  tal vez no hicimos todo lo necesario, no hemos sido muy exigentes con la obligación de reclamar a las autoridades el estricto cumplimiento de las promesas electorales transformadoras que la sociedad habíamos votado en 2019.

Los que defendieron este “cambio”, esa marcha atrás a todas velocidad, más tarde o más temprano deberán hacer su autocrítica que ya sea por odio social o político, por enojo, desconocimiento o ignorancia, por lo que fuera, deberán hacerlo. Para ellos será tarde y  sin consuelo.

Pero quienes mayor autocrítica deberán realizar, en el menor plazo que les sea posible, son las dirigencias de todo tipo, porque son los que más han gravitado para esta desconsoladora derrota social, económica, ideológica  y política. Entre ellos la máxima representación política institucional, el ausente sin aviso Albertibio, y comienzo la crítica contra él por ser el único que ya se ha victimizado y pretendido desvincular, incluso amagando con irse a vivir a España.

Desde un principio, luego de una ensayada etapa verborrágica,  fue incurriendo en una serie de claudicaciones y renuncias anticipadas. Sobre la ley de medios para limitar el opresivo poder mafioso magnettista y sus satélites. La estafa del grupo oligárquico Vicentin y el despojo granjeado por Macri con el excandidato a vicepresidente de UCR el impune González Fraga, entre otros.

Pero sin dudas la mayor defección de Albertibio fue la campaña en inmejorables condiciones macroeconomicas globales – en plena pandemia mundial - para rechazar  el endeudamiento ilegal ruinoso entre Macri y el  FMI. Sin embargo se resistió a ello, con la oposición cerrada del kirchnerismo, lo que desde ese momento rompió el frente político con  la renuncia de Máximo a la presidencia del bloque y el necio ninguneo y bloqueo a la Vice Presidenta y al espacio mayoritario del peronismo, el mismo que le permitió ocupar su malogrado y desastroso desempeño para los intereses populares. Sin impulsar ni defender el remedio constitucional del juicio político para denunciar, acusar y destituir a los supremos de la Corte y Confección por las probadas tropelías institucionales, administrativas y judiciales y someter a revisión la actuación de los comodoros federales de lago Escondido y sus adláteres. Luego  dejó al desamparo librada a su suerte a CFK frente a todas las maniobras de los que hacen de jueces con causas y condenas armadas que nadie cree, mucho menos esos mismos funcionarios, pero siguen adelante con la persecución mediático-judicial, porque así lo ordena la conjunción oligarca gorila libertadora-endeudadora,  pese a los propios dictámenes de parte de sus fiscales y jueces adictos.

Finalmente – lo más grave- tampoco hizo nada como presidente de utilería con el intento de asesinato a  Cristina FK  ante la complicidad de miembros de la jerarquía macrista como Bullrich, su secretario Millman y el financista de la familia Caputo, que en estos días se ha vuelto a constituir - gracias al voto popular - en el principal ministro para la desnacionalización, el desmantelamiento, endeudamiento y la fuga,

Después de eso ya no hubo medida rescatable en beneficio de las mayorías populares y era de esperar que se rompiera en mil pedazos el frente de gobierno como quería y accionaba la oposición entera, lo que mucho costó en términos de gobierno y electoral su mantenimiento.

No promovió la des-cartelización de la obra pública, ni el desarme de las cuevas financieras buitres, el avance del famoso canal Magdalena y la recuperación de la soberanía del Rio Paraná por donde fluye el 80 % del comercio de granos, con puertos privados donde no entra la inspección del Estado y donde se elude la tributación de impuestos nacionales  a favor de otros países como Paraguay y Uruguay. Todo ello en contra de la férrea política desplegada por sectores del peronismo kirchnerista y aliados. Tampoco se logró en tiempo y forma la repatriación de las fortunas súper millonarias fugadas al exterior y la tributación de esos activos.

Por último  – entre otras maniobras detestables - el propio presidente promovió una lista opositora para competir en las PASO y dividir el frente interno, con un candidato  que hasta este momento es el único alto dirigente del gobierno saliente en manifestarse a gusto de seguir representando al gobierno entrante en la embajada de Brasil. Hasta el propio Albertibio  le reprochó dicha conducta por lo vergonzoso, con el regocijo de la personaje nombrada como futura canciller.

Por supuesto que no es un dato desdeñable mirar el contexto, donde los principales países más poderosos de la Europa blanca, aria, colonialista y racista está gobernada por sectores de la derecha o la extrema derecha (aunque no tan delirante como se presenta la autóctona) que acompaña sin chistar la política guerrerista del imperio, tanto en Ucrania como en Palestina. En ambos casos no acepta la negociación, el alto el fuego,  ni la paz.

Nunca como hoy después del Tercer Reich todo ese conglomerado aceptó  e impulsó una política de apartheid - mucho más grave y violento, denunciado por los propios sudafricanos en su país -  de limpieza étnica, de exterminio indiscriminado contra población civil inerme y acorralada en un siniestro y dantesco ghetto, como la ejecutada por el estado terrorista de Israel. La misma no responde a ninguna norma  ética, ni moral, ni jurídica  de ninguna especie, mucho menos de derecho humanitario,   ni de Naciones Unidas que se demuestra inservible, ni las convenciones sobre DD.HH. firmadas por todas ellos. Una especial dedicación en eliminar a niñeces y mujeres (más de diez mil) para cortar la descendencia biológica y natural y eliminar a una comunidad nacional entera para terminar de robarles su identidad y su territorio, lo que está realizando hace 75 años, en los últimos años a razón de dos personas por día, lo que está catalogado jurídicamente en el derecho penal internacional como genocidio.

Un genocidio antisemita. Porque el pueblo palestino es de origen semita. No se podría contabilizar la cantidad de Ana Frank que está asesinando la furia racista del sionismo internacional encabezado por estos actuales fuhrer.-  

Israel no podrá Nunca Más denunciar justamente el horror del holocausto, cuando son ellos mismos quienes repiten las matanzas, han reemplazado los hornos crematorios con el aniquilamiento de todo un despavorido pueblo encerrados en sus hogares o en las calles destruidas e incendiadas con bombas o  con poderosos misiles “occidentales”.

El presidente entrante -por el voto mayoritario- se reunió y se referencia con un sector del judaísmo que también aviva el exterminio y no está de acuerdo con el alto el fuego,  ya se ha pronunciado pública y reiteradamente alineado con el gobierno de USA y de Israel, en contra de la paz promovida - entre otros - por el “maligno que vive en Roma”.

 

 


Eduardo Schiel es abogado, ex docente universitario en derecho constitucional, ensayista, miembro de la CONADEP, redactor del NUNCA MÁS, autor del libro “NUNCA MAS NI NUNCA MENOS”.

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Exacto análisis de la triste realidad, (Sin salida???)

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  2. Muy bueno lo redactado todo lo dicho es real.

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  3. Coincido. La furia racista deja tierra arrasada.

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  4. Una realidad que es espantosa , tendrá remedio ..

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