Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Anuario – Editorial…Últimas imágenes del naufragio 2023
Imagen:
Cortando los mástiles
Artista:
Stanfield Clarkson
Fuente: https://www.oldbookillustrations.com/illustrations/cutting-away-masts/
Para asentar un modelo dolarizador
sujeto a un programa extractivo de materias primas y financiero de fuga de
divisas es necesario previamente tener o crear un proceso hiperinflacionario
que diluya a la moneda. Y no solo a la moneda, deben devaluarse todos los
bienes existentes, y el más importante el valor agregado que permita estancar a
la economía interna, esto es, debe devaluarse a la Patria, abaratarla para que
los especuladores internacionales la observen como un excelente negocio. Ahora
ese capital global tiene a un representante que hará el trabajo de quebrar una
Nación con fines determinados. Milei, desde que ganó los comicios, no está
diciendo lo que estaba ocurriendo, pues tal situación no existía más allá de la
inflación, lo que detallaba era lo que iba a hacer, esto es, generalizar un
programa de pobreza intempestiva para llegar más rápidamente a un proceso
dolarizador, de ahí sus aseveraciones desmedidas y hasta ridículas basadas en
conjeturas falaces.
La historia nos cuenta que a pesar
del impulso hiperinflacionario que los mercados le propiciaron al gobierno del
Dr. Alfonsín a Menem le costaron dos años y dos híper más para llegar al
asiento contable que conformase al capital, y aun así, ganó los comicios
legislativos del 91, incluso con el indulto mediante.
Históricamente los esquemas
socio-económicos, culturales y políticos desarrollados durante la segunda mitad
del siglo XX bajo en epíteto bananero, tanto en África como en América Latina,
estaban ligados a las Dictaduras instaladas por las fuerza de las élites
locales asociadas a los intereses globales. Y cuando definimos bananero lo hacemos
bajo ciertos parámetros comunes: Desprecio y o ausencia de la conciencia
soberana sobre las riquezas autóctonas, una política estractivista
descontrolada exportadora de materias primas conjuntamente con sus dividendos
sin que importe en lo absoluto el recurso natural violentado, reducción a la
mínima expresión de la industria nacional, propiciar un diseño financierista de
especulativo tenor, concentración de los bienes de capital activos y no activos
en manos de los grupos dominantes, esquemas de procederes intimidatorios a
través de la carencia, la obediencia debida y la extorsión, estrategias
represivas para todos aquellos díscolos que se resistan al programa, medios y
voceros manipuladores de la información, la utilización del territorio y su
población como asiento contable que garantice un circuito óptimo para la
evasión, la elusión, el endeudamiento y la fuga de divisas. En resumen, el
empobrecimiento paulatino de una Nación hasta dejarla al borde de la
disgregación como tal con un sistema jurídico dialéctico y de praxis judicial
acompañando tal depredación.
Luego de finalizada la segunda
contienda mundial y so pretexto de la tensión de la guerra fría las fuerzas
imperiales vieron en este mecanismo (para nada novedoso debido a que bajo las
mismas consignas fue aplicado en la antigüedad dentro del mundo griego, sobre
todo durante el apogeo tebano del General Epaminondas, perfeccionado luego por
los romanos) una excelente estrategia de ocupación territorial y apropiación
fáctica del erario público.
Lo novedoso de la contemporaneidad es
lo innecesario de la fuerza, el sistema dominante ha logrado abaratar sus
costos de dominio a tal punto que no precisa ni de ejércitos de ocupación, ni
de estrategias detectivescas, ni de operaciones furtivas, pues ha conseguido
manipular y transformar culturalmente a la democracia hacia un esquema
permeable a favor de sus intereses, ingeniería que actúa acarreando a las masas
las cuales caminan resignadas como espectros en pena aceptando el orden
establecido como el único posible hacia su propia extinción.
Tal vez los que en su momento
hablaron de africanización lo hicieron bajo la sombra de un inconfesable deseo
travestido de crítica, pues allí la tienen, para su disfrute y su perverso
goce...
La libertad del que puede comprarla es la opresión de quien no puede
pagarla escribió uno
de nuestros colaboradores. Y se extendía el concepto: No quiero subsidios individuales ni prebendas, no quiero sobres ni
favores, no deseo regímenes especiales ni meandros que encierren privilegios,
solo quiero que no me jodan la vida. No pido más que eso. Jamás trabajé para el
Estado burgués y los privados capitalistas que me han tocado fueron unos más
infames y corruptos que los otros, sean Bancos, Bienes Raíces, Institutos
Educativos y hasta pequeñas Pymes. Cuando me la jugué como autónomo, o me topé
con una híper, o con una defla o con una estanfla mimetizada. En el 2002 quedé
en la calle. Me había meado un elefante con cistitis. Pude sacar la nariz de la
línea de flote en el 2005 y hasta me atreví a tener esperanzas durante 10 años,
pero a partir del 11 de diciembre del 2015 me volvieron a poner bajo ella y
hasta el momento no he podido salir, aunque pensándolo bien es mi estado
natural, solo la anomalía de una década me hizo creer en una vida digna, y ya
cargo 63.. Y vaya que lo he intentado, nunca bajé los brazos, pero pasado el
tiempo debo entender y asumir que todo lo que me rodea se va desgajando,
incluso lo que no me rodea, me refiero a lo que llevo dentro, mi cuerpo salud,
porque el otro cuerpo, el intelectual, el sentipensante, ya no tiene fuerzas,
está confundido, duda de sus dudas.
Reitero, por lo que me resta solo aspiro a que no me jodan la vida, e
insisto con esto, porque parece que el presente de las relaciones humanas y
sociales se basa en ese comportamiento primario, ergo, para poder SER es
necesario que el otro NO SEA, cuestión que me enfurece, me mal predispone,
asunto que me corre de la racionalidad.
Antes leía para aprender sobre la realidad, ahora leo para olvidarme de
ella afirmó Papini alguna vez, acaso desde hace un tiempo leo y escribo para
crear y recrearme en otra vida, como si toda esta trampa en la cual estamos
inmersos fuera una ficción escrita por un autor cuya inmoralidad artística se
constituye en el pináculo de la maldad evolutiva, y que luego de ella solo nos
queda esperar a por una extinción temprana de la cual no quede ni tan solo el
recuerdo de nuestra especie. Pero no pasa nada, son cosas mías, hace un año
fuimos campeones del mundo, y según se lee, desde ese día somos más buenos y
más felices, los garcas ya tiene asegurado el cielo, bendiciones…
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