Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Anuario… QUIÉN y CÓMO ENFRENTA A MILEI… por Horacio Pili

 

Ante esta nueva gestión de gobierno, que desde el inicio tiene una impronta de cambio radical de la realidad, no obstante las mismas recetas de 1976, del menemismo y el macrismo, me permito la transcripción de algunos párrafos del último documento emitido por el pedagogo venezolano Luis Bonilla-Molina analizando el escenario argentino pre y post Milei. Dicho documento refiere a una alteridad que debe ser construida de inmediato, casi símil a construir el barco en la mitad del mar. No estamos ante un hecho aislado, este nuevo gobierno contiene el soporte de la reestructuración de la derecha capitalista a nivel mundial a la cual nuestro país, por su posición geopolítica, no podía quedar ausente ante el juego de intereses políticos, económicos y culturales que marcan el derrotero del mundo. Las periferias no son y nunca fueron libres, aun en las más marcadas intrascendencias, la derecha no da subterfugio alguno.

En una parte dice Bonilla–Molina: “La izquierda radical trotskista liderada por Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores–Unidad FIT-U/PTS) que obtuvo el 2.61% de los votos en las PASO fue la única fuerza que comenzaba a ver al libertario como un problema, pero terminaban aportando a que las maquinarias partidarias lo molerían. Los peronistas y los comunistas aliados al peronismo veían en Milei el efecto espuma de cerveza, el cual se iba a desvanecer cuando se intensificara la campaña. Vino la elección del 22 de Octubre y ante nuestra consulta solo dos (2) de los consultados pensaba que Milei quedaría segundo, uno que perdería en la segunda vuelta y el otro que existía la posibilidad que fuera gobierno. 50 consultados más pensaban que no alcanzarían los votos necesarios para pasar a la segunda vuelta. Los resultados fueron sorpresa para la mayoría. Lo que quiero destacar son las dificultades que tienen muchos cuadros de las izquierdas para comprender la dinámica electoral actual, por varios factores”:

PRIMERO: analizan las posibilidades electorales en términos clásico, es decir, desde la lógica de aparato partidario, sin valorar adecuadamente el impacto de la meta política, de la política digital en la construcción de liderazgos basados en el análisis de metadatos centrados en perfiles individuales y grupales.

SEGUNDO: Subvaloraron el hartazgo social contra los modelos de políticas neoliberales encubiertas con narrativas progresistas, y sobrevaloraron el temor a la llegada de la derecha, cuando en momentos de desespero social cualquier salida a una situación que parece irremediable es válida más allá de las premisas ideológicas.

TERCERO: Existe la tendencia a analizar los ”casos Milei” como coyunturas nacionales y hace falta un debate más amplio y profundo para entender que estamos ante un cambio estructural en la dominación capitalista, en la cual la democracia liberal burguesa pareciera comenzar a ser sustituida por modelos de síntesis autoritarias con elección.

CUARTO: se privilegian las emociones sobre el análisis racional que debe privar en la política.

SIGUE BONILLA –MOLINA : El peronismo es un partido policlasista que contiene corrientes internas con una importante inserción en la clase trabajadora y sectores populares, muchos de sus militantes y cuadros medios se autodefinen como izquierda peronista, algunos de cuyas figuras más visibles las podemos reconocer en la gestión gubernamental dela Provincia de Bs As.  Si bien su dirección política más reciente se ha inscripto en la ola progresista y construido un programa de conciliación de clases que llego a su extremo con el gobierno de Fernández–Massa, que pago la deuda externa heredada, aplico el programa de ajuste estructural del FMI y termino con una inflación de tres dígitos, también es cierto que en circunstancias adversas como las actuales el peronismo cierra filas y reordena fuerzas”

Bonilla–Molina plantea un reencauzar la resistencia con otros formatos. Obsérvese que el discurso dado por Milei a sus simpatizantes, de espalda al congreso, es una expresión si se quiere, de democracia directa. El líder le habla al pueblo. Si no fuera por su política de ajuste y entrega, estaríamos ante los primeros atisbos de la caída del sistema de democracia representativa. Lo lamentable es que la derecha se puede adueñar de una línea de acción, que, si los argentinos nos decidiéramos culturalmente a levantar la vista de los diferentes dispositivos móviles y empezáramos a mirarnos entre nosotros y debatir las necesidades, carencias y asimetrías sociales, sería la herramienta perfecta para corregir el rumbo.-




*Horacio Pili

Docente de Formación Profesional

Diplomatura en Ciencias Políticas con Orientación  en Políticas Publicas y Desarrollo Social

 

 

 

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