Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 58 ARQUITECTURA Villa Victoria – Mar del Plata (1912)… por Guillermo F. Sala
La antigua casona de la familia
Ocampo abarca una manzana completa. La misma se encuentra delimitada por las
calles Arenales, Lamadrid, Saavedra y Matheu ubicada en el corazón del Barrio
Los Troncos, uno de los más residenciales y elegantes de Mar del Plata.
Su estilo pintoresquista se destaca
en el barrio Divino Rostro, rodeada de un precioso parque que se destaca por su
cuidado y variedad de plantas de exquisita belleza. Su interior, totalmente de
madera, está constituido por once cuartos, salas de estar, comedores y
vestíbulos, conservando su estilo inglés típico. En sus ambientes se ofrecen
diversas exposiciones temporarias y eventos culturales, tanto musicales como
conferencias y disertaciones.
La vivienda fue testigo de grandes
reuniones entre algunos de los autores más importantes de todos los tiempos.
La residencia fue adquirida en
Inglaterra a la firma Boulton & Paul Ltda como un regalo de Manuel Ocampo a
su mujer: Francisca Ocampo de Ocampo, tía abuela y madrina de la escritora
Victoria Ocampo. El objetivo de la residencia era ser utilizada como casa de
veraneo por la aristocrática familia porteña.
Su construcción se caracterizó por
ser totalmente de hierro y madera, elementos trasladados directamente de
Inglaterra en barco, a manera de casa prefabricada.
El conjunto se completaba con la casa
de los caseros, estilo francés y una tercera construcción, de estilo italiano,
destinada a vivienda para el personal de servicio, junto a un garaje de doble
entrada. Todas esas últimas fueron construidas por el Ingeniero Manuel Ocampo,
padre de Victoria.
En la década del 20, Victoria heredó
la casa, convirtiéndola en un lugar de reunión para escritores y amigos, tanto
del país como del exterior. Pasaron por ella: María Rosa Oliver, Enrique
Pezzoni, Eduardo Mallea, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Gabriela
Mistral entre otros.
Villa Victoria y Villa Ocampo
(ubicada en San Isidro) fueron donadas en vida por su propietaria a la UNESCO.
El objetivo fue que pudieran convertirse en centros de la búsqueda de la
excelencia creativa y del fomento del diálogo entre las diversas culturas
mundiales.
Cuando Victoria Ocampo falleció en
enero de 1979, el organismo internacional decidió rematar la residencia
veraniega con sus muebles para poder solventar los gastos de la otra. Dos años
más tarde, la Municipalidad de General Pueyrredón la compró. Desde entonces, se
convirtió en el Centro Cultural Victoria Ocampo, lugar dónde se recrea la
memoria de la escritora y se desarrollan actividades artísticas y educativas.
Villa Victoria y su parque fueron
declarados bienes de “Interés Patrimonial” y “Sitio Histórico Arquitectónico”.
Hoy, la residencia suele ser visitada
y recorrida, ya sea por su valor arquitectónico y cultural, o para asistir a
alguna exposición o recital que allí se desarrolle.
*Guillermo F. Sala. Arquitecto
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