I
“Hay que agarrar los libros”. Fiel a
su tradición en la FURN, Cristina Fernández recomienda leer. ¿Pero, qué
significa leer para ésa tradición? Formar una conciencia nacional. No es leer
cualquier cosa. Es para emanciparnos de todo tipo de coloniaje sea interno o
exterior. Pensar con nuestras propias cabezas. Jauretche lo dijo muy claro: ver
lo universal con nuestros propios ojos. Con ojos argentinos e
hispanoamericanos. El nacionalismo de derecha es de ventanas y puertas cerradas,
y si abre una puerta, ha sido para Inglaterra y EE UU. Hoy sólo para EE UU. También
con los ojos de todos los pueblos oprimidos del mundo proponemos mirar. Para eso
proponemos leer. También escribir, y ejercer todas las artes, música, literatura,
cine... con sentido hispanoamericano. Porque las clases dominantes nos
prefieren brutos, negros, ignorantes, iletrados. Y ellos se han propuesto como
ilustrados, blancos, decentes. Y hemos prevalecido. Los mejores músicos,
historiadores, actores y actrices, dramaturgos, poetas, provienen de ésta
tradición. Se ha pretendido destruirnos, "diezmarnos", matarnos,
silenciarnos, y aquí estamos como la cigarra de María Elena, poetisa argentina.
Cristina Fernández sale al cruce de
cierto progresismo filoperonista que llora diciendo que la sociedad se ha
"derechizado". Es antiperonista denigrar al pueblo. En 2019 lo votó
masivamente al peronismo. Pero el que gobernó es antiperonista. Un gobierno
peronista no hambrea al pueblo. Por lo tanto, ese pueblo que le da la espalda
sigue siendo peronista. Quiere vivir bien, quiere ser feliz, como siempre
ocurrió con el peronismo en el poder. Y buscar que el pueblo viva feliz, realizado,
conlleva un alto costo: golpes de estado, persecución y muerte para sus
dirigentes sociales y sectores populares. No se trata sólo de llorar por
nuestros muertos, sino honrar su memoria. Llevar a cabo las metas por las que
lucharon: LA FELICIDAD DEL PUEBLO Y LA GRANDEZA DE LA NACIÓN.
II
Jean Paul Sartre, en su texto Cahiers
Du Moral aseguró: DAR DE BEBER AL SEDIENTO NO POR DAR DE BEBER, NI PARA SER BUENO, SINO
PARA SUPRIMIR LA SED. LA MORALIDAD DEL MUNDO DEBE SER ELECCIÓN DEL MUNDO, NO DE
SÍ.-
El supuesto ateísmo de Sartre. Ir en
contra de los Evangelios es inmoral. El "comunismo" ateo - Marx nunca
fue ateo -, no hizo más que reproducir la inmoralidad del sistema inhumano que
pretendía superar. La moralidad no es un asunto personal. La salvación por lo
tanto no es personal. Nos salvamos todos o no se salva nadie. La Teología de la
liberación - destruida por Juan Pablo II -, dejó bien claro que el pecado es
estructural. O sea, la existencia de los pobres, marginados, en el mundo.
Mientras miremos para otro lado - como hizo el pueblo alemán con los campos de
concentración hoy reproducidos en el olvido y muerte de millones de seres
humanos debido en parte a las leyes de extranjería, por los países ricos que
alambran sus fronteras para que seres humanos condenados a la peor de las
suertes accedan a una vida vivible, muriendo miles en el intento -, seremos
como dice un pensador alemán ANALFABETOS EMOCIONALES. Quizá éstas preguntas que
me hago y hago ayuden a muchas y muchos a reflexionar y posicionarse mejor ante
ciertos absurdos de la vida que se nos presentan y se tratan de imponer como razonables,
incluso como enunciados inviolables y con pretensión de verdad.-
*Carlos Baffoni. Psicoanalista
Comentarios
Publicar un comentario