Revista Nos Disparan desde el Campanario Año IV Nro. 58 ECONOMÍA Primavera Caqui, la caída del Franco Africano… por Alejandro Marcó del Pont
Fuente: El Tábano Economista
https://eltabanoeconomista.wordpress.com/
Link de Origen: AQUÍ
Cuando el ratón se ríe del gato,
es que hay un agujero cerca.
Cuando se trata de analizar a los
países o a las sociedades se da por sentado que el éxito debe medirse por el
promedio de sus partes, lo cual a todas luces es falso. Si bien el nivel medio
de vida, el PBI per cápita, el promedio de ingresos, son guías que promedian
hacia arriba los indicadores, los que quedan por debajo, debido a la
concentración del ingreso, que suelen ser la mayoría, se
llaman marginales. Esto puede aplicarse para países o sociedades y quedará
más claro si tomamos la idea del sociólogo Zygmunt Bauman de clases marginales.
Las define como clases que no cumplen una función, es decir, no son clase
trabajadora, clase profesional, clase media ni clase alta. La clase marginal,
al igual que los países, es la clase de los que quedan fuera de toda
clasificación o función, no forman parte la sociedad, no contribuyen a ella en
nada, están fuera de las clases sociales, y se estaría mejor sin ellas.
Estos países o clases marginales
suelen ser las que más sufren los daños colaterales, ya sea por catástrofes
naturales o por decisiones políticas. Estas medidas tienen en cuenta que
quienes deciden sobre las bondades de tal o cual decisión pública no son los
mismos que sufren sus resultados. Es decir, la muerte de soldados ucranianos a
9.500 kilómetros de Washington puede volver inflexible la posición americana
sobre la guerra de Ucrania, por el simple hecho de no soporta las
consecuencias, lo mismo sucede con las políticas económicas colonialistas francesas
en África, ningún galo sufre los pésimos resultados de una moneda como el
franco de la Comunidad Financiera de África (CFA), pero sí cosecha sus
beneficios.
Algo sucede en el Sahel, que en árabe
significa orilla de un mar de arena, como el Sahara. Esta franja, que recorre
África de oeste a este, pasando por Mali, el sur de Argelia, Níger, Chad, Sudán
y Eritrea, se activó como dominó en una sucesión de golpes militares que abarca
desde Mali y Guinea (2021), Burkina Faso (2022), Níger y Gabón (2023), y podrían
calificarse como «neosoberanistas». De hecho, todos los líderes golpistas
han denunciado la interferencia extranjera como ilegítima e ineficaz y un
enemigo común, Francia. Esta región africana se ha enfrentado a una
cascada de crisis, todas como resultado de políticas occidentales:
desertificación de la tierra debido a la catástrofe climática, la guerra de
la OTAN en Libia en 2011; el aumento del contrabando para traficar
armas, personas y drogas a través del desierto; la apropiación de los
recursos naturales, incluidos el uranio, el oro y el petróleo por parte de
empresas occidentales, y el atrincheramiento de las fuerzas militares
occidentales mediante la construcción de bases y la operación de estos
ejércitos con impunidad.
La inestabilidad en el Sahel parece
una versión ampliada de las reconfiguraciones geopolíticas que están ocurriendo
en todo el mundo, pero aun así no es sólo consecuencia del avance ruso y chino
que pone presión en la región, sino una desesperada lucha por mantener la
influencia de Occidente, que no hace más que reflejar la crisis global del
multilateralismo. Pero hay algo más. Para poner un ejemplo, Níger ocupa el
puesto 189 entre 191 en desarrollo humano, es el tercer productor mundial de
uranio, y el 85% de su población no tiene acceso a la electricidad. El último
golpe de estado en esta nación, como los recientes en Burkina Faso y Mali,
parece haber sido aceptado y vitoreado por la gente, lo cual modifica la
ecuación.
¿Cómo pueden democratizarse y
desarrollarse Estados que dependen tanto del apoyo exterior? Sólo el 45%
del presupuesto nacional de Níger proviene de recursos
nigerinos. En
principio, los líderes golpistas intentan construir una forma alternativa de
legitimidad apoyándose en la calle, buscando apoyo popular, especialmente entre
los jóvenes, las autoridades religiosas y los líderes tradicionales. Los temas
que quedan por delimitar son los problemas políticos y terroristas y la presión
asfixiante de una moneda que perjudica a los países que la tienen.
Veamos algunas precisiones que nos
guiarán para entender las decisiones tomadas por Occidente. Estados Unidos ha
estado muy activo en cuanto al golpe en Níger, pero mostrando claros
enfrentamientos contra la postura bélica francesa. Dos días después del golpe,
el Consejo Nacional para la Protección de la Patria (CNSP) dio a conocer los
nombres de los 10 oficiales que la encabezaron. No nos importan las fuerzas que
lo dirigieron, pero sí que el general Salifou Mody, exjefe de estado mayor de
las fuerzas armadas y líder del Consejo Supremo para la Restauración de la
Democracia, que encabezó el golpe de febrero de 2010 contra el presidente Mamadou
Tandja, y que gobernó Níger hasta que Mahamadou Issoufou, ganó las elecciones
presidenciales de 2011 se encuentra entre ellos. Fue durante el mandato de
Issoufou que el gobierno de los Estados Unidos construyó la base de drones en
Agadez, y que las fuerzas especiales francesas guarnecieron la ciudad de Irlit
en nombre de la compañía minera de uranio Orano (antes parte de Areva).
No es al azar que estos militares
vuelvan a aparecer y negocien con los americanos, pero antes entrar de entrar
en la fase económica tendríamos que resolver tres cuestiones centrales. La
primera es el permiso de la extracción de uranio por parte de una empresa
francesa, o reordenar su precio, ligado con la moneda. El segundo punto ya
estaría resuelto porque el gobierno revocó toda cooperación militar con
Francia, lo que significa que los 1.500 soldados franceses tendrán que empezar
a hacer las maletas (como lo hicieron tanto en Burkina Faso como en
Mali). Y, por último, y al parecer con el aval de los golpistas, no hay
novedades o declaración pública sobre la Base Aérea 201, la base de drones más
grande de África, instalada a mil kilómetros de la capital del país, la que ha
mantenido a Estados Unidos tomando medidas absolutamente raciones y
antifrancesas.
Un día después del golpe, la
Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que abarca quince
naciones del África occidental, que en los últimos años ha suspendido de sus
filas a Burkina Faso y Mali a causa de los golpes, ahora sanciona y suspende a
Níger. Pasó por la cabeza de muchos como el instrumento de intervención militar
para resguardar los activos franceses. La CEDEAO ha enviado sus tropas de
mantenimiento de la paz a varios países de la región, incluidos Sierra Leona y
Gambia, pero ahora la cosa no es tan simple, porque la intervención se ha ido
diluyendo a medida que más países dieron golpes. La Comunidad no tiene el poder
militar para hacerlo, aun así, debería de haber intervenido primero en Mali,
luego en Guinea y Burkina Faso, por qué lo haría ahora en Níger. A cada golpe,
la intervención se diluye, ya no es en uno sino en tres países a los que
tendría que intervenir. El 16 de septiembre se formó un cartel de gobiernos
rebeldes, Burkina Faso, Malí y Níger crearon la Alianza de Estados del Sahel
(AES), “una arquitectura de defensa colectiva y asistencia mutua en beneficio
de nuestras poblaciones”. Adiós intervención armada.
La otra opción de intervención podría
haber sido Nigeria, país con muchos problemas internos, pero con el ejército
más numeroso. Sin embargo, negocios son negocios, y tanto Argelia como Nigeria
están colaborando para construir el Gasoducto Transahariano (TSGP), que pasa
por Níger, y que abastecerá el sur de Europa a través del Mediterráneo, un
proyecto cuyas perspectivas financieras ha despertado muchos apetitos,
incluidos los militares. Y esto en una Argelia poco feliz con Francia y una
Nigeria que quiere negocios, no revueltas internas.
Níger: principales indicadores
económicos 2022 (en millones de U$S)
El uranio es “un recurso que no
aporta ningún ingreso a Níger”. Una triste observación de Mahamadou Issoufou,
presidente de esta nación, en 2011. Onaro, el gigante nuclear francés,
accionista mayoritario de los dos centros de
extracción de minerales preciosos del país (Arlit y Akokan), está acusado de no pagar el
precio justo por este recurso. Recordemos que todo el uranio utilizado en los
56 reactores nucleares de Francia se produce en el extranjero. Las
necesidades son, por tanto, importantes y, para ello, Francia puede contar con
la extracción de uranio nigerino, en minas a cielo abierto, por parte del grupo
Orano (antes Areva). En la Unión Europea, Níger sigue siendo el principal
exportador de uranio natural. En el 2021 proporcionó el 24,2% de los suministros, por delante de Kazajstán y
Rusia, según la agencia europea de suministro Euratom (ESA). Juntos, estos
países representan el 66,94% del uranio total consumido por los Estados
miembros con centrales nucleares. La amenaza china seguramente traerá, como en
otras épocas, un precio mayor e ingresos fiscales por encima de los actuales.
Pero el verdadero problema del Sahel
es la moneda, el franco de la Comunidad Financiera de África (CFA) es la moneda
de ocho estados independientes de África
Occidental: Benín, Burkina Faso, Costa de
Marfil, Guinea, Mali, Níger, Senegal y Togo. La
moneda es emitida por el Banco Central de los Estados de
África Occidental,
con sede en la ciudad capital de Senegal, Dakar, para los miembros de la Unión Económica y Monetaria de África
Occidental (UEMOA).
Los bancos centrales de las zonas CFA no garantizan por sí mismos la fijación
de su moneda con el euro; es el Tesoro francés quien lo hace, es decir, el
presupuesto del Estado (y no el Banco de Francia), el responsable de ello. A
cambio de esta convertibilidad, las reservas de divisas de los bancos centrales
deben depositar un 50% en el Tesoro francés, sobre una cuenta de operaciones
abierta a nombre de cada uno de ellos.
La idea es tener una robusta
estabilidad monetaria, sin embargo, la noción de “estabilidad monetaria” no es
evidente; sólo tiene sentido en relación con la dinámica macroeconómica general
y por, sobre todo, la estabilidad cambiaria e inflacionaria. Estos países
tenían los niveles de inflación europeos, cerca del 2.5% hasta el 2021, con
posterioridad trepó el 19.5%. Cuál es la idea en el sistema actual: el
equilibrio externo tiene prioridad sobre el equilibrio interno, es decir, los
precios de exportación son extremadamente competitivos para las compañías francesas
e internamente no se puede competir con los valores de los bienes externos, por
lo que las importaciones son muy baratas. No hay emisión para incentivar
inversiones productivas que sustituyan las importaciones, no puede haber un
desarrollo nacional, solo extractivismo, y menos aún un desarrollo comercial
con el bloque de países de Sahel que generaría mayor consumo entre vecinos.
Por lo tanto, es una moneda colonial
cuyo objetivo principal siempre ha sido facilitar la extracción del excedente
económico de África en el extranjero, lo que explica la extraordinaria escala
de las transferencias de beneficios y los flujos financieros ilícitos que
siguen desangrando la zona del franco. Es una moneda disfuncional cuya
combinación con otras herramientas de política económica da la receta para un
cóctel económico mortal. En general, los países de la zona del franco rara
vez han podido obtener, durante toda una década, una tasa media de crecimiento
del PIB real per cápita superior o igual al 1%, por lo tanto, no sorprende
observar que la pertenencia a la zona del franco rima con un crecimiento
económico promedio bajo.
Más de cincuenta años después de la
independencia, los países de la zona del franco siguen más que nunca en la
trampa de la especialización primaria, misma lógica de extraccionismo y de
moneda extranjera que limita el crecimiento, al igual que en el caso argentino.
En consecuencia, estos acontecimientos contribuyen al deterioro de los déficits
de la balanza comercial, pero aún más grave, a obstaculizar las condiciones
para el desarrollo de estas economías. La combinación del
franco CFA y el desmantelamiento de los aranceles aduaneros cortan el
potencial interno de expansión de la agricultura y la
industrialización. Es evidente que esta moneda, que en realidad es una
divisa extranjera, resulta demasiado fuerte para economías con estructuras tan
vulnerables.
¿Este será el fin del modelo de
extraccionista francés, de su hegemonía y su invención monetaria en la
región? Es toda una pregunta, si es así el sur global tendrá que colaborar para
que esto suceda.
Si no estás en Argentina
Donaciones El Tábano Economista
(PayPal)
https://paypal.me/tabanoeconomista?country.x=AR&locale.x=es_XC
Si estas en Argentina
Ayuda Cartonero ($800) http://mpago.la/1qGgKbx
Ayuda de monotributista
social ($1.600) http://mpago.la/2jct2yi
Ayuda de burguesía nacional ($3.000) http://mpago.la/2bvxWvD
O una donación voluntaria al
siguiente CBU del Banco Provincia de
Buenos Aires: (Alias: SANTA.BANANA.MURO)
*Alejandro Marcó del Pont, Licenciado en Economía de la UNLP. Autor y editor del sitio especializado en temas económicos El Tábano Economista, columnista radial, analista.
Comentarios
Publicar un comentario